Nuevas revelaciones del sumario del caso Nazarí, que investiga la mayor trama de supuesta corrupción en Granada

Un funcionario clave en el caso Nazarí informó a Sebastián Pérez de la situación en Urbanismo

Política - J.I.P./M.A. - Lunes, 14 de Noviembre de 2016
El ex director general de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada Jacobo de la Rosa, uno de los funcionario clave en el caso Nazarí, informó al presidente provincial del PP de Granada y entonces primer teniente de alcalde y presidente de la Diputación, Sebastián Pérez, al menos dos veces de la situación en el área de Urbanismo, investigada por una presunta trama de corrupción durante el gobierno popular.
De la Rosa, enfrentado con la ex concejal de Urbanismo Isabel Nieto, remitió un correo electrónico a la cuenta personal de Sebastián Pérez en el que le comunicaba el 11 de mayo de 2015 que “la próxima semana” presentaba su dimisión como director general de Urbanismo: “Ante esta situación y para procurar no formar parte de ella, no me queda tomar, esta para mí, muy dolorosa decisión”, señala en la carta que como documento adjunto remitió a Sebastián Pérez.
 
En otro momento del texto, Jacobo de la Rosa le dice a Sebastián Pérez:Yo, tal y como me indicaste, he resistido y aguantado todo lo que he podido, pero la situación es insostenible, y se da cuenta toda la Gerencia”.
 
Jacobo de la Rosa y Sebastián Pérez mantenían una estrecha relación, hasta el punto de que tras presentar el funcionario su dimisión en el Ayuntamiento de Granada se incorporó poco después a la Diputación de Granada, que gobernaba el PP, como director del área de Fomento, Desarrollo y Asistencia a los Municipios.
 
El correo electrónico con la carta, en la que el funcionario se despide con “un fuerte abrazo mi querido Presidente”, figura en el sumario del caso Nazarí con dos tachones que impiden leer en su totalidad el texto que a continuación reproducimos en su integridad:

La comunicación forma parte de los documentos que el funcionario entregó a la UDEF-Grupo de Delincuencia Económica de la Brigada Provincial de Policía Judicial cuando declaró como testigo el pasado día 1 de febrero de 2016, por denuncias sobre la gestión del Urbanismo, que desencadenaría posteriormente la operación policial Nazarí.
 
En aquella declaración, Jacobo de la Rosa, arquitecto, nombrado por el gobierno popular de José Torres Hurtado director General de Urbanismo, reveló numerosas irregularidades en el área. Entre algunos asuntos, se refirió a la gestión de las 300 viviendas en Casería de Montijo, promovido por el constructor José Julián Romero, y afectado por el barranco del San Jerónimo, en las que, según aseguró, se negó a dar la licencia de primera ocupción porque "aún no estaban terminadas las obras de urbanización". Ante su negativa, se le retiró las competencias de licencias, lo que permitió la concesión de la autorización por parte del nuevo responsable, "con la supuesta finalidad de posibilitar la concesión de la licencia de primera ocupación" de las 300 viviendas.
 
"Que lo anteriormente expuesto motivó que en fecha 10/05/2012 remitió correo al entonces presidente de la Diputación, Sebastián Pérez, poniendo en su conocimiento que la semana siguiente presentaría su dimisión como director general de Urbanismo", según consta en la declaración policial:

En otro momento de la declaración, sostiene Jacobo de la Rosa que la concesión de las licencias "no se podría justificar por el interés público de ninguna manera, entendiendo que el principal beneficiado era el promotor del conjunto residencial, el cual podría una vez obtenida la licencia de primera ocupación podría lucrarse con la enajenación delos inmuebles, sin tener que esperar a la completa urbanización del Plan Parcial, pudiendo desentenderse de sus obligaciones para la consecución de la total urbanización del Plan Parcial".
 
Sobre el convenio del Cerrillo de Maracena, donde se proyectó el Palacio del Hielo, testificó que, en contra del criterio de Torres Hurtado, Isabel Nieto y Manuel Lorente, entre otros, se opuso a dicha operación "pues entendía que suponía una pérdida muy cuantiosa a las arcas municipales, en detrimento a los intereses generales de la ciudad". El alcalde informó, según relató, de la posibilidad del cobro de la deuda "para la cual hacía falta modificar el plan para poder llevar a cabo el pago en especie de la deuda mediante la adjudicación de una parcela de diez mil metros cuadrados". Y señaló el funcionario: "En general los asistentes no pusieron objeción, es mas hicieron comentarios positivos a esta nueva tramitación, lo cual agradó al alcalde".
 
Puesto que consideró perjudicados los intereses del Ayuntamiento, ya que según su criterio se le debía adjudicar al Ayuntamiento en la "recompra" una parcela de 19.000 metros cuadrados", primero expresó su oposición verbalmente y "como no le hicieron caso", posteriormente, lo presentó por escrito ante el Registro General del Ayuntamiento. Ello motivó un mensaje de móvil de la que era concejala de Urbanismo:

Hay un asunto más que motiva que informe en el correo de la situación del área de Urbanismo a Sebastián Pérez: la licencia del local que ocupa el Registro de la Propiedad en calle Tórtola. El funcionario se opuso a la licencia de primera ocupación de las obras. Fue la propia concejal de Urbanismo la que contestó por escrito a su informe negativo. Isabel Nieto en la réplica le dijo que si seguía con "dicha actitud" le abriría expediente. "Posteriormente y a pesar de la oposición referida, fue concedida licencia de primera ocupación al local, a saber de un registrador de la propiedad compañero del marido de la Delegada de Urbanismo, también registrador de la propiedad", según declaró.
 
Jacobo de la Rosa se sintió amenazado por Isabel Nieto, señaló en su declaración, para añadir que "no entendía que en cumplimiento de su obligación en defensa de la legalidad le amenazasen con la apertura de un expediente, por lo cual y como ha manifestado con anterioridad, le comunicó por correo electrónico al entonces presidente de la Diputación y concejal del Ayuntamiento su intención de dimitir como director de Urbanismo".

Jacobo de la Rosa, declaró ante la UDEF sobre los casos urbanísticos del caso Nazarí.
 
"Preguntado -señala la declaración- para que diga si ha sufrido presiones ante las actuaciones que ha tenido que realizar una vez que ha tenido conocimiento de irregularidades ubanísticas, manifiesta: Que sí" y citó , cuando se opuso al convenio del Cerrillo de Maracena,que le llamó "traidor" la concejal de Urbanismo y cuando se negó conceder la licencia de primera ocupación a las obras en el local del Registro de la propiedad, que le amenazó con expedientarlo.
 
En otro momento, señaló que Isabel Nieto, le dijo: "Menos mal que estos (Manuel Lorente y Emilio Martín) no son eran de Almanjáyar porque si lo fueran lo mismo le podían dar una puñalada en una esquina", en alusión a que iba a acudir como testito contra sus compañeros.
 
Pero subrayó que el momento de recibir "más presión" fue cuando "conoció lo realizado en los espacios libres del Serrallo e hizo un informe denunciando la actuación e indicando lo que había que hacer para reconducir la misma. Así con fecha 31 de enero de 2013 presentó un escrito en el Registro General del Ayuntamiento denunciando todas las actuaciones de construcción y nuevos usos de discoteca, restaurante, pista de patinaje, cubierta en el Serrallo". Ese mismo día dejaba de ocupar el puesto municipal de director de Urbanismo y se incorporaba a la Diputación, como cargo de confianza de Sebastián Pérez.
 
Esa misma tarde le llamó Sebastián Pérez para conocer qué había ocurrido con ese informe y le comunicó que Torres Hurtado le pidió que no se incorporara a la Diputación. Pero Sebastián Pérez le dijo a Jacobo de la Rosa que le apoyaría, por lo que el 1 de febrero de 2013 tomó posesión del cargo, como se explica en la declaración:

En febrero de 2014, Torres Hurtado e Isabel Nieto piden por escrito a Sebastián Pérez el reingreso al Ayuntamiento, con el fin de que se incorpore con "urgencia" a la Oficina del Albaicín, y el presidente provincial cede y lo cesa el 24 de febrero de 2014.
 
 
Jacobo de la Rosa no se incorpora hasta pasado ocho meses, de baja por "ansiedad generalizada", tiempo en el que pese a lo "urgente" de su reingreso no le sustituyen en el puesto en la Oficina del Albaicín.
 
A primeros de noviembre de 2015 se incorpora, finalmente, a su puesto, con un despacho en el Centro Cívico del Albaicín con una mesa, un ordenador y sin teléfono. Su cometido era atención personal y de apoyo a las distintas direcciones, sin que "en tres meses le dieran ni un solo trabajo técnico, aunque sí informase de su trabajo semanal: ninguno, como aparece en uno de los reportes que envía a Urbanismo:
 
"Que considera que como represalia por culparle de dichas imputaciones (en el Serrallo), fue obligado a volver a la Diputación para aislarlo y degradarlo", señaló en su declaración en la que consideró que "solicitaron su vuelta al Ayuntamiento, tanto el alcalde como la delegada de Urbanismo, porque sabían que después de su informe del Serrallo y de avalarlo posteriormente la Dirección General de Urbanismo de la Junta de Andalucía, será citado como testigo, como así ha sido, y por ello le querían en el Ayuntamiento para ser presionado y así conseguir que hiciera una declaración menos contundente e incluso que se desdijera".
Jacobo de la Rosa se dió de baja de nuevo por "reacción depresiva prolongada".
 
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