La otra crónica del juicio

Hollywood se cuela en el juicio del caso Serrallo

Política - M. A. - Lunes, 3 de Febrero de 2020
¿Qué tiene que ver Hollywood con el juicio del caso Serrallo? Te lo contamos junto a otras curiosidades y desencuentros de la primera jornada de la vista.
Sean Hepburn, junto a Torres Hurtado, a su llegada a la Caleta.
Sean Hepburn, junto a Torres Hurtado, a su llegada a la Caleta.

La sala Antonio Angulo de La Caleta, donde desde este lunes se celebra el juicio por el caso Serrallo, tiene butacas rojas, parecidas a las de una antigua sala de cine. En primera fila, 15 de los 17 acusados. El exalcalde José Torres Hurtado en uno de sus extremos, junto a él Manuel Lorente, el hombre que lo fue todo en el área de Urbanismo, y a su lado, los otros cinco funcionarios juzgados -incluido el interventor-. En el resto de la fila, los ex concejales del PP que votaron la operación en junta de gobierno local. 

Los acusados, al inicio de la primera sesión del juicio.

No hemos olvidado a Isabel Nieto. La que fuera concejala de Urbanismo no se sentó junto al resto de acusados. Es letrada. Llegó con toga y ocupó un lugar en el estrado, junto al resto de abogados defensores, entre los que se encuentran Ernesto Osuna o Pablo Luna.  

Isabel Nieto, en el estrado con los abogados defensores.

El otro acusado, el empresario Roberto García Arrabal se sentó en segunda fila. Llegó tarde y abogados, acusados y periodistas se miraban desconcertados cuando la funcionaria del juzgado lo nombró para que le entregara el carné de identidad y no respondía. Pero llegó. 

En esa segunda fila de Arrabal, en otro de los extremos, había otra persona sentada. No está acusada. Venía como público y ocupó un asiento justo detrás de Juan García Montero. Era Sean Hepburn, el hijo de la actriz Audrey Hepburn. Amigo de Juan García Montero, el hijo de la recordada estrella de cine protagonizó uno de los escándalos que saltaron durante el último mandato de Torres Hurtado. Hepburn celebró su boda -o "simulacro", según las explicaciones que él mismo dio después- en el Palacio de Carlos V de la Alhambra con la presencia del alcalde, con honores, y el uso del mobiliario municipal. El asunto llegó incluso a los juzgados.

Encontrar al que fue promotor del Festival Retroback no es lo único que 'retrotraía' a otra época. Inevitable echar la vista atrás al ver reunidos a quienes dirigieron durante largos años el Ayuntamiento -y hasta hace no tanto-.

Sean Hepburn a su llegada a La Caleta.

Entre el público también quienes se han encargado de denunciar los presuntos casos de corrupción, como el empresario Ramón Arenas, acompañado entre otros por miembros del colectivo Granada Acción Cívica contra la Corrupción, como el exconcejal de IU Baltasar Garzón.

No son las únicas curiosidades de un juicio que tiene entre sus acusaciones a Vox y al empresario Tomás Olivo. Sí, el promotor del Nevada, que ejerce acusación en este caso. Sus letrados, junto a los abogados de la defensa, tienen poco margen para los adornos en sus exposiciones. El presidente de la sala, el magistrado José María Sánchez, es estricto y cortante. "No le pido su opinión. ¿Qué perjuicio material ha sufrido su representado para ser considerado acusación particular?", le espetó al abogado del funcionario denunciante Juan Santiago Pineda. Silenció también a la abogada del Ayuntamiento cuando quería contarle que desconocía los pormenores de la personación de la institución porque había "heredado" el caso y, como ha quedado demostrado en esta primera sesión, poco sabe de su recorrido.

Tuvo también oportunidad de afear a los letrados que a uno se le escapara en uno de sus escritos una referencia al folio "tropecientos mil". Así, tal cual. Fue un "gazapo" que trató de explicar el abogado de Juan Santiago. El juez no le dejó, pero agradeció que reconociera la autoría de esa salida de tono.

Poco margen más para las risas durante las cuestiones previas, que sí tuvieron su relevancia. Como abrir la puerta a que se levante el embargo para los bienes de los acusados, o dejar casi fuera del proceso al Ayuntamiento de Granada, que no podrá ejercer la acusación como no demuestre en 24 horas que dio todos los pasos que exige la ley para formalizar su personación.

Y quizás por aquello de tratarse de un caso en el que se juzga presunta corrupción urbanística, en la sala de vistas sonó hasta el nombre de Isabel García Marcos. La que fuera concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Marbella, azote en su día de Jesús Gil y finalmente condenada por el caso Malaya. Fue el abogado de uno de los funcionarios que se sientan en el banquillo, Gaspar Navarro, quien al referirse a Isabel Nieto, se equivocó y dijo Isabel García Marcos. Antes, el propio juez también había errado al nombrarla. Y fue ella misma, que se representa, quien le corrigió: Isabel Nieto Pérez.

De arriba abajo, llegada de Manuel Lorente, el interventor, el abogado Pablo Luna, y salida de María Francés y Juan Antonio Fuentes. 

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