la Escuela cumple 37 años, como referencia de la promoción colectiva de la salud comunitaria, pero con incertidumbre

La Junta ‘presume’ de la EASP para traer a Andalucía una agencia estatal, pero no despeja la amenaza de su eliminación

Política - Juan I. Pérez - Domingo, 28 de Agosto de 2022
El nuevo Gobierno andaluz, de mayoría absoluta del PP, no ha retirado el riesgo de desaparición de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), cuyo plan inició en la legislatura pasada, pero, sorprendentemente, utiliza su prestigio para que Andalucía, sin precisar que en Granada, sea sede de la Agencia Estatal de Salud Pública. Te informamos.
Escuela Andaluza de Salud Pública, con sede en Granada.
INDEGRANADA.
Escuela Andaluza de Salud Pública, con sede en Granada.

 

La intención de la Junta de crear en la legislatura anterior un Instituto Andaluz de Salud, con sede inicialmente en Sevilla, causó gran conmoción en Granada, ya que el plan era la integración de la Escuela y otras fundaciones -como la Fundación Progreso y Salud- en el futuro organismo autonómico, lo que supondría en la práctica la desaparición de la prestigiosa institución, fundada en 1985.

Solo la movilización de la plantilla de la institución, secundada sin reservas por los sindicatos, PSOE, IU y Podemos, atemperó la insistencia de la Junta, que llegó a crear un grupo de trabajo, con imposición de silencio, con trabajadoras y trabajadores de la Escuela, para abordar la iniciativa, cuestionada por la comunidad científica nacional e internacional

Desde que el plan oculto fuera desvelado por El Independiente de Granada en los inicios de 2020 (Nuevo frente de la Junta con Granada: el PP quiere suprimir la Escuela Andaluza de Salud Pública para integrarla en un Instituto Andaluz de la Salud), ni el entonces consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ni el Gobierno andaluz, ni el PP lanzaron menajes tranquilizadores y la iniciativa, con forma de Proposición de Ley impulsada por el Grupo Parlamentario Popular, con su portavoz, José Antonio Nieto -ahora, consejero de Justicia, a la cabeza, siguió adelante con avances.

Solo la movilización de la plantilla de la institución, secundada sin reservas por los sindicatos, PSOE, IU y Podemos, atemperó la insistencia de la Junta, que llegó a crear un grupo de trabajo, con imposición de silencio, con trabajadoras y trabajadores de la Escuela, para abordar la iniciativa, cuestionada por la comunidad científica nacional e internacional. El apoyo a la Escuela llegó incluso al Congreso de los Diputados.

Una de las movilizaciones de la plantilla de la EASP, en defensa de la institución. INDEGRANADA

A que la iniciativa no se materializara contribuyó decisivamente el inevitable adelanto de las elecciones andaluzas, como estrategia política del PP para no cargar con la afrenta en Granada.

Pero el comité de empresa no dejó pasar la campaña electoral y pidió a los partidos que incluyera la continuidad de la Escuela entre sus compromisos electorales. El PP no respondió al ofrecimiento de la representación laboral que resumió en tres aspectos, idénticos, a los que reiteró desde el conocimiento del plan de la Junta:

El comité de empresa, con ello, quería mantener viva la atención, porque la amenaza de desaparición de la Escuela no se había disipado.

  • Que la EASP mantenga su identidad (sin fusionarse, sin transformarse ni extinguirse, y garantizar así su actividad en el marco de una colaboración responsable con las entidades administrativas planteadas por los poderes públicos).
  • Que siga cumpliendo sus funciones en salud pública y gestión sanitaria (siendo referente autonómico, nacional e internacional en la formación, investigación, consultoría y cooperación internacional).
  • Que mantenga su “sede social” en Granada (desde donde lleva cumpliendo con su compromiso social y económico durante los últimos 37 años).

El comité de empresa, con ello, quería mantener viva la atención, porque la amenaza de desaparición de la Escuela no se había disipado.

37 años en la vanguardia de la promoción colectiva de la salud comunitaria. El pasado 17 de julio, la Escuela Andaluza de Salud Pública cumplió 37 años de su fundación, por el recordado Patxi Catalá, al frente de un esforzado equipo. Tres años después de su creación, la Universidad de Granada reconocía como propios cursos Máster y Expertos impartidos por la institución. A lo largo de su trayectoria, la EASP ha desarrollado más de 450 proyectos de investigación nacionales e internacionales, ha publicado más de 2.640 artículos científicos y ha recibido más de 30 premios.

Entre sus hitos, lograr el reconocimiento de ser centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha renovado la designación de la EASP como centro colaborador -de momento, renovado gasta 2025.

A lo largo de su trayectoria, la EASP ha desarrollado más de 450 proyectos de investigación nacionales e internacionales, ha publicado más de 2.640 artículos científicos y ha recibido más de 30 premios. Entre los proyectos destacados, el revolucionario, entonces, Programa Experimental de Prescripción de Estupefacientes en Andalucía (PEPSA), o la creación de la Escuela de Pacientes, dirigido por María Ángeles Prieto, ambos bajo la dirección de Joan Carles March al frente de la Escuela. También el Registro de Cáncer.

En la pasada legislatura, el PP optó para dirigir la Escuela por Blanca Fernández Capel, doctora en Medicina y Cirugía y licenciada en Filosofía y Letras, Historia y Filología Semítica; ex diputada nacional del PP durante cinco legislaturas, en la que defendió las tesis más conservadoras del partido, como en el rechazo a la investigación con células madre embrionarias o en su posición al matrimonio de las personas con el mismo sexo -fue una de las diputadas del PP que firmó el recurso de inconstitucionalidad contra la ley-.

La directora, de 76 años, que cobra 61.225,91 al año, asumió el plan del PP de hacer desaparecer la Escuela y aplicó duras represalias internas al personal docente que defendió la Escuela.

Un nuevo Gobierno, continuista en Salud

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, en su segundo mandato, respaldado con la mayoría absoluta lograda en las urnas por el PP, decidió el relevo en la sanidad. Destituyó a Jesús Aguirre, al que premió a cambio con la presidencia del Parlamento, y nombro a la viceconsejera, Catalina García, como titular de la nueva consejería de Salud y Consumo.

Catalina García jora su cargo como consejera de Salud y Conseumo, en presencia del presidente Juan Manuel Moreno. Junta de Andalucía.

Un cambio, sin embargo, para que toda siga igual, -pese al deterioro de la sanidad pública andaluza, mientras prima con contratos millonarios a la privada-, dada la línea continuista confirmada con los nuevos puestos

Un cambio, sin embargo, para que toda siga igual, -pese al deterioro de la sanidad pública andaluza, mientras prima con contratos millonarios a la privada-, dada la línea continuista confirmada con los nuevos puestos. La nueva consejera nombró de viceconsejero a Miguel Ángel Guzmán, exgerente del SAS, a quien relevó en el puesto el granadino Diego Vargas, exdirector general de Asistencia Sanitaria y Resultados en Salud del Servicio Andaluz de Salud.

Continuismo total en Salud, que acrecienta el temor a que la Junta vuelva a activar la creación del Instituto Andaluz de Salud, que puede eliminar a la Escuela o, rebajar solo a centro de formación la institución, una adenda plantada por el entonces consejero, ante el rechazo general a la iniciativa.

Es más, la actual consejera participó en la gestación del Instituto Andaluz de la Salud, que integraría a la Escuela.

Presumir de la Escuela que, sin embargo, la mantiene en riesgo

Nada había dicho la nueva consejera sobre la EASP, centrada en Sevilla y en Jaén, provincial natal de Catalina García, hasta que el Consejo de Ministros del Gobierno de España aprobó el pasado martes -el Gobierno andaluz aún sigue de vacaciones- el anteproyecto de ley que definirá la Agencia Estatal de Salud Pública, cuya sede aún no está decidida.

Pese al silencio en este tiempo, la consejera esgrimió la experiencia de la Escuela para reclamar para Andalucía la nueva agencia estatal, sin citar a Granada como sede elegida por la Junta

A pesar del silencio sobre la Escuela en este tiempo, la consejera esgrimió la experiencia de la Escuela Andaluza de Salud Pública para reclamar para Andalucía la nueva agencia estatal, sin citar a Granada como sede elegida por la Junta.

"En Andalucía se tiene gran experiencia" en Salud Pública, dijo Catalina García, quien pronunció, a este respecto, a la EASP.

Catalina García, en su toma de posesión como consejera de Salud y Consumo, junto a su antecesor, Jesús Aguirre, y el consejero de Presidencia, Antonio Sanz. JUNTA DE ANDALUCÍA.

El PSOE-A salió al paso y, a través de la portavoz parlamentaria socialista, Ángeles Férriz, reprochó a la Junta que aspire a Agencia de Salud cuando "está cargándose la Escuela de Salud Pública de Granada". Tampoco Férriz pidió para Granada la sede del nuevo organismo estatal.

Solo el grupo municipal de Unidas Podemos en el Ayuntamiento de Granada siempre fue firme en reclamar para Granada la sede de la Agencia Estatal de Salud Pública

Solo el grupo municipal de Unidas Podemos en el Ayuntamiento de Granada siempre fue firme en reclamar para Granada la sede de la Agencia Estatal de Salud Pública. La concejal de la confluencia Elisa Cabrerizo recordó esta semana que, desde octubre de 2021, Unidas Podemos reclama para Granada la Sede de la Agencia Estatal de Salud Pública mediante un Ruego presentado en el Pleno municipal de ese mes.

A partir de ese momento, dijo la concejala, “existe una apuesta de Unidas Podemos para que Granada sea la sede de esta Agencia y en, concreto, mediante mociones en Plenos de otros Ayuntamientos como en el caso del Ayuntamiento de El Valle o la moción de la diputada por Unidas Podemos en la Diputación de Granada en enero de 2022, así como el posicionamiento claro de la Secretaria Institucional de Podemos Andalucía, Alejandra Durán”.

Finalmente, Granada aspirará también a albergar la sede de la Agencia Estatal de Salud Pública. Lo afirmó este viernes, a preguntas de los periodistas, el portavoz del gobierno local, Jacobo Calvo, que ejerce estos días de alcalde en funciones, en ausencia de Francisco Cuenca.

En su reflexión en torno a las prioridades para el nuevo curso político, la pregunta que se le ha planteado, Calvo resaltó que la ciudad seguirá avanzando en "grandes proyectos" relacionados con la ciencia y la investigación, y tratará de acoger las sedes de las agencias estatales de Inteligencia Artificial y también la de Salud Pública.

Sobre la Agencia Estatal de Salud Pública, de momento no hay plan establecido para lograr apoyos para ser sede, a la que también aspiran Aragón, Cataluña y la Comunidad Valencia

A la primera ya dedica sus esfuerzos desde hace meses, recabando apoyos en Andalucía. La Junta presenta a Granada como candidata en materia de Inteligencia Artificial y respaldan a la ciudad el resto de capitales andaluzas.

Sobre la Agencia Estatal de Salud Pública, de momento no hay plan establecido para lograr apoyos para ser sede, a la que también aspiran Aragón, Cataluña y la Comunidad Valencia.

Hay sectores sociales que piensan que, ante la dificultad de que Granada pueda albergar dos agencias estatales, ante la gran competencia existente, los esfuerzos deberían haber sido dirigidos a la de Salud Pública, para reforzar la senda iniciada con los anteriores gobiernos socialistas en la Junta, -con el Parque Tecnológico de la Salud (PTS), la construcción del segundo hospital-, de la marca Granada Salud.

Eso sí, sin la Escuela Andaluza de Salud Pública o mermada en sus funciones que le han granjeado el reconocimiento, pocas opciones tendrá Granada para ser la sede de la Agencia Estatal de Salud Pública. ¿O sería comprensible albergar una agencia estatal, sobre las cenizas de un organismo de referencia?