¡Doñana no se toca!

Blog - Sacando punta - Ignacio Henares - Lunes, 17 de Abril de 2023
Caballos en la marisma de Doñana, en el Parque Nacional, en una imagen de archivo.
JORGE SIERRA/WWF vía EP.
Caballos en la marisma de Doñana, en el Parque Nacional, en una imagen de archivo.
“Cuando se está al borde del precipicio la única manera de avanzar es dar un paso atrás”

 

Carta abierta al Consejero de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Economía Azul

c/c al Presidente de la Junta de Andalucía:

Ilustrísimas autoridades del gobierno andaluz:

Les escribo desde Granada, a los pies del conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife, cumbre del arte andalusí de la época nazarí, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984. Desde mi balcón, tras la colina roja, puedo contemplar toda la zona de las altas cumbres occidentales de Sierra Nevada, incluido el Pico Mulhacén, el techo de la península ibérica, que toma el nombre del penúltimo rey granadino que dejó escrito que al finalizar sus días quería descansar ‘lejos de vivos y muertos;’ y si hacemos caso a la leyenda, en algún lugar escondido de aquellas cimas reposa en paz. Según los geógrafos árabes en aquellas cumbres, en la laguna conocida como de ‘la Mosca’, estaría el nacimiento del Guadalquivir que ‘muere’ entre Sanlúcar de Barrameda y Doñana, ya que este sería el punto más alto de la cuenca hidrográfica; las tesis dominantes consideran los nacimientos de los ríos en el punto más lejano y por tanto el del ‘Río Grande’ se sitúa en la Sierra de Cazorla. (O en la Sierra de los Vélez, sin ánimo de avivar la polémica entre jienenses y almerienses).

Los dos espacios naturales andaluces son los únicos de España que, por el momento, han conseguido pasar el riguroso y difícil proceso de auditoría externa que incluye, entre otras muchas variables, la necesidad de dotarse de instrumentos de participación y de resolución de conflictos

Como sabrán sus señorías, Doñana y Sierra Nevada son Reservas de la Biosfera declaradas por la UNESCO, que unen dos figuras jurídicas que se gestionan de manera integrada, Parque Nacional más Parque Natural. Ambas también comparten la condición de estar incluidas en la Red Europea Natura 2000, por albergar Hábitats de Interés Comunitario y por ser Zonas de Especial Protección para las Aves. Además, Doñana forma parte de la Lista de Patrimonio Mundial desde 1994. Sierra Nevada y Doñana fueron incluidas por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza en la Green List creada en el congreso mundial de Sidney en 2014; esta Lista Verde incluye a un selecto club de medio centenar de espacios naturales protegidos en todos los continentes, que son considerados como Áreas Bien Gestionadas. Los dos espacios naturales andaluces son los únicos de España que, por el momento, han conseguido pasar el riguroso y difícil proceso de auditoría externa que incluye, entre otras muchas variables, la necesidad de dotarse de instrumentos de participación y de resolución de conflictos, ya que, por su propia naturaleza, son territorios en los que problemas en la gestión de los recursos naturales, haberlos, haylos y la clave no está en ignorarlos sino en saber abordarlos y resolverlos.

Señor Juan Manuel Moreno Bonilla,

Señor Ramón Fernández-Pacheco:

Sirva esta introducción para poner el acento de la extraordinaria importancia de Doñana que, como nuestro himno, es ‘por Andalucía, España y la Humanidad’ (pasando por la Unión Europea). No es un asunto local ni regional, sino que tiene una trascendencia, (ecológica, económica, política), que va más allá de donde ustedes han querido centrar el debate sobre la repercusión de la legalización de la ampliación de los regadíos que han llevado al Parlamento Andaluz, con la legitimidad política que le da su mayoría absoluta en la Cámara andaluza, reforzada por sus socios externos del grupo de ultraderecha de Vox. Debo indicarles que esta deriva de confrontación a la que se han lanzado en la que les importa más ‘vencer’ que convencer, no sé si será rentable políticamente, lo que sería muy triste, pero les puedo asegurar que es un despropósito y una carga de profundidad para el futuro de Doñana y por extensión para la gestión de los espacios naturales protegidos andaluces. Y no me refiero solamente a las repercusiones y conflictos legales y a las eventuales sanciones anunciadas por las instituciones europeas.

Si algo he, (hemos), aprendido en los espacios naturales protegidos, en tantos años de gestión, es en la necesidad de navegar siempre buscando ‘equilibrios’, entre el desarrollo y la conservación, entre lo ideal y lo posible, y la de entender que las mejores soluciones siempre surgen de procesos de participación, a veces largos e incluso tediosos

Mi modesta opinión que quiero trasladarles es la de un biólogo, (que empezó zoólogo, siguió botánico y acabó ambientólogo), enamorado de Doñana que ha disfrutado de las maravillas de Doñana en múltiples ocasiones, y la de un empleado público de la Junta de Andalucía (33 años cumpliré en un par de meses ‘en la casa’), que ha dedicado la mayor parte de su trayectoria profesional a la conservación de la biodiversidad y a la gestión de los espacios naturales protegidos, buena parte de ella en el Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, que me ha permitido compartir con los Equipos de Gestión de Doñana multitud de reuniones, seminarios, congresos y jornadas sobre problemas, retos, proyectos de investigación... específicos de cada espacio protegido o comunes a toda la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía o de la Red de Parques Nacionales Españoles.

Si algo he, (hemos), aprendido en los espacios naturales protegidos, en tantos años de gestión, es en la necesidad de navegar siempre buscando ‘equilibrios’, entre el desarrollo y la conservación, entre lo ideal y lo posible, y la de entender que las mejores soluciones siempre surgen de procesos de participación, a veces largos e incluso tediosos, en los que se alcanzan consensos en los que nadie está de acuerdo totalmente pero tampoco nadie está en total desacuerdo.

Señor Consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul,

Señor Presidente de la Junta de Andalucía:

Les pido encarecidamente que den marcha atrás en su empeño de ampliar los regadíos, que consideren que no todo el mundo va con el pie cambiado como en el chiste del desfile militar. La Unión Europea, el gobierno de España, el Consejo de Participación del Espacio Natural Doñana, los científicos, las asociaciones de conservación de la naturaleza… no todos pueden estar equivocados y no haber entendido las supuestas bondades de su ‘mágica’ solución. No pueden hacernos creer que la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza, la UNESCO o los miembros del Convenio de Ramsar de Protección de Humedales estén preocupados gratuitamente o estén manipulados políticamente. La soberbia y el despotismo, (en este caso además desilustrado), que hace ojos ciegos y oídos sordos a tantas posiciones contrarias a premiar a los ilegales, poniendo en peligro al humedal más importante de Europa, (y de paso a los agricultores legales), no puede ser la actitud de un gobierno que predica su moderación y que pretende etiquetar su acción como ‘Revolución Verde’. El crédito de nuestra región, pionera en conservación de espacios protegidos desde el año 1989, está en cuestión. (Hago un inciso para indicarles que la normativa al respecto requiere bastante más que un par de retoques y esa sí que requiere una iniciativa legislativa de urgencia).

Tengo en gran estima y consideración a Miguel Delibes, a su conocimiento de Doñana y a su capacidad de diálogo y de concertación. Les pido que vuelvan a escucharle, que lo lean, que no cierren el diálogo en el Consejo de Participación que tiene su razón de ser en el encuentro, (no en el encontronazo), en la búsqueda de acuerdos entre las diferentes opiniones de la enorme biodiversidad de 'stakeholders' que se concentran en este órgano de participación

Tengo en gran estima y consideración a Miguel Delibes, a su conocimiento de Doñana y a su capacidad de diálogo y de concertación. Les pido que vuelvan a escucharle, que lo lean, que no cierren el diálogo en el Consejo de Participación que tiene su razón de ser en el encuentro, (no en el encontronazo), en la búsqueda de acuerdos entre las diferentes opiniones de la enorme biodiversidad de stakeholders que se concentran en este órgano de participación;  reúnanse, de nuevo si ya lo han hecho, con los científicos y reconozcan que las decisiones sobre la gestión de Doñana deben estar basadas en la mejor información técnica y científica disponible y que en los temas ambientales, debe imperar el principio de precaución. En especial analicen los últimos informes de la Estación Biológica de Doñana que alertan del ‘insostenible punto crítico’ en el que se encuentra Doñana por la falta de agua y de la situación dramática que vive a causa del deterioro generalizado y pérdida de las lagunas, así como de las afecciones a toda la fauna, mortandad de árboles, especialmente de los alcornoques centenarios. Eloy Revilla, director de la EBD ha sido muy gráfico al explicar lo que supone este dardo al corazón de Doñana: “es como si se asaran salchichas quemando cuadros de Picasso”. En mi campo consideramos la pérdida de biodiversidad como si desapareciera una enorme biblioteca repleta de libros con toda la Historia de la Humanidad.

Escuchen también a los gestores actuales del Espacio Natural de Doñana y a todos los anteriores directores del Parque Nacional de Doñana que se han manifestado rotundamente en contra de la proposición de ley que ha iniciado la semana pasada su tramitación parlamentaria, en  un ambiente pre-electoral, poco adecuado para buscar consensos amplios como requiere un asunto tan delicado y complejo y en una situación tan grave de sequía como la que se vive este año en ‘el Coto’, que requiere actuaciones de urgencia para paliar los efectos, no para incrementar el problema. 

Oigan al Fondo Mundial de Protección de la Naturaleza, conocida como WWF por sus siglas en inglés, una organización cuya historia está ligada a la protección de este Parque Nacional, que ha lanzado su ¡Acción Urgente, Doñana!

Oigan al Fondo Mundial de Protección de la Naturaleza, conocida como WWF por sus siglas en inglés, una organización cuya historia está ligada a la protección de este Parque Nacional, que ha lanzado su ¡Acción Urgente, Doñana!, porque considera que podría ser el remate final de un acuífero ya sobreexplotado hasta el extremo.

Sean sensibles a la campaña lanzada por SEO-Birdlife Doñana Se Extingue que califica su propuesta, y en esto somos muy sensibles en esta parte de Andalucía, “como si se propusiera derribar la Alhambra para construir un centro comercial”.

No puedo aportarles más razones y argumentos que todos los que se han vertido en estos días por expertos mejor conocedores que yo de Doñana. Pero sí puedo aconsejarles que yo en su lugar, Dios me libre y libre a los andaluces, congelaría la decisión tomada y la aplazaría al menos un año en el que dedicaría a propiciar un acuerdo básico, mejor un Pacto por Doñana, similar al que funcionó en los años 90.  Y dedicaría el próximo año para programar en agenda una visita al mes, acompañado de amigos y familiares. Algunas recomendaciones o sugerencias:

  • Conozcan toda la oferta de Uso Público del Espacio Natural Doñana y no se pierdan la visita a los centros de Visitantes del Acebuche, el Palacio del Acebrón, La Rocina y Centenales; conozcan los centros de interpretación José Antonio Valverde, Fábrica de Hielo y el de Guadiamar y los diferentes puntos de información dispersos por los distintos municipios.
  • Recorran los diferentes senderos señalizados e interpretados y sigan las indicaciones para poder disfrutar de la extraordinaria y singular biodiversidad de Doñana.
  • A final de junio acudan a las actividades de la Saca de las Yeguas, una tradición que se celebra junto al Rocío y que cuenta con quinientos años de antigüedad.
  • Este verano disfruten de una puesta de sol en alguna playa virgen o desde un paseo en barco con ruta desde la desembocadura del Guadalquivir. En el camino podrán conocer de dónde viene lo de “estás más perdido que el barco del arroz”, (no lo tomen como una indirecta). A la vuelta, no se olviden de mirar al cielo en silencio y mediten con tranquilidad sobre el asunto en cuestión, mientras conocen las historias mitológicas que encierran las constelaciones.
  • Este otoño, tras las primeras lluvias, acudan a ver la llegada de miles de aves migradoras, (anátidas, limícolas, grullas…), que llegan de un largo viaje desde el norte de Europa. Incluyan en la visita un amanecer en el Cerro de los Ánsares, requiere madrugar mucho pero ya saben lo del refrán…
  • En cualquier hueco, visiten la Reserva Natural Concertada de La Cañada de los Pájaros y la de la Dehesa de Abajo, podrán hablar después con más propiedad de ecoturismo.

Pueden completar esta apresurada propuesta consultando con empresas especializadas de turismo de Doñana, las hay y con muy buenos profesionales, y entre visita y visita, y cuando la apretada agenda no lo permita, dediquen un rato a navegar por internet para conocer mejor la historia y las leyendas, la geología, la biodiversidad de Doñana; y a ratos aprovechen para ver las webcams que permiten ver en directo escenas emocionantes de la naturaleza como las del centro de cría del lince o la que enfoca al nido del águila imperial, por citar dos de las especies más emblemáticas, catalogadas en peligro de extinción. Por cierto, gestionadas por la Estación Biológica de Doñana del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y por la Sociedad Ornitológica Española (SEO-Birdlife).

Si después de ese año de prórroga el Pacto por Doñana no se ha consumado y esa inmersión en la naturaleza de Doñana no les ha conmovido, nuestra sociedad andaluza tiene un grave problema de convivencia y ustedes tienen un problema de hiposensibilidad que requerirá atención médica y que les impide ejercer cargos públicos con responsabilidad en temas ambientales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen de Ignacio Henares

Ignacio Henares Civantos es biólogo de bata, de bota, y de gabinete. Máster (de los de verdad) en Gestión del Medio Ambiente y del Agua por la Universidad de Granada. Desde 1989 es funcionario, técnico del cuerpo superior facultativo de la Junta de Andalucía donde ha desempeñado varias tareas en las Consejerías de Agricultura y Pesca y de Medio Ambiente. Durante quince años ha sido el conservador del parque nacional y natural de Sierra Nevada. En la actualidad trabaja como asesor técnico en el departamento de Sanidad Vegetal.

Escritor de numerosos artículos sobre medio ambiente y conferenciante incansable, en los últimos años ha concentrado su tarea de divulgador en Sierra Nevada, siendo coautor de tres interesantes libros divulgativos sobre Sierra Nevada: “Sierra Nevada, una gran montaña, un pequeño continente”, “Las Aves de Sierra Nevada” y “Mariposas diurnas de Sierra Nevada”. Fue colaborador de “La Voz de Granada” con un programa semanal titulado “El hombre y la Sierra” y lo has sido del periódico Granada Hoy desde el año 2014 con más de 150 reportajes dedicado a Sierra Nevada agrupados en diferentes series: “Sierra Nevada, Paraíso de Biodiversidad”, “La Huella del Cambio Global” , “Sierra Nevada, Montaña de Oportunidades” y la última que estuvo dedicada a “Sierra Nevada, Paisaje y Paisanaje”, una aproximación al parque nacional y natural de Sierra Nevada a través de ‘nombres propios’.