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artículo de opinión por joan carles march

'Exceso de mortalidad en Andalucía y en España en julio'

Ciudadanía - Joan Carles March - Miércoles, 17 de Agosto de 2022
Un excelente artículo del experto en Salud Pública Joan Carles March sobre el exceso de muertes en España, en la que destaca Andalucía, que hace necesario investigar las causas. Recomendado por su profundidad y relevancia.
Pixabay
  • Andalucía fue una de las CCAA que registró los mayores incrementos de mortalidad en este mes de julio de 2022

Los dos factores diferenciales más claros con respecto a otros veranos son el calor extremo y la Covid. Pero su suma no explica un julio con varias veces más mortalidad que el de 2019, antes de la pandemia. En 2017 y 2018, el exceso fue negativo, ya que fallecieron menos personas de lo que era esperable, mientras que en julio de 2015, se podría comparar con el actual desde que comenzó la serie del MoMo. (El sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) fue desarrollado en 2004, en el marco del 'Plan de acciones preventivas contra los efectos de las temperaturas excesivas', coordinado por el Ministerio de Sanidad, para reducir el impacto sobre la salud de la población como consecuencia del exceso de temperatura. El objetivo de MoMo era identificar las desviaciones de mortalidad diaria observada con respecto a la esperada según las series históricas de mortalidad).

Este julio, sin embargo, el exceso de mortalidad ha estado a la altura de los peores momentos, sin contar los muy excepcionales meses de marzo y abril de 2020, cuando el coronavirus disparó los fallecimientos, que llegaron a superar en más de 25.000 decesos los previstos en toda España

Este julio, sin embargo, el exceso de mortalidad ha estado a la altura de los peores momentos, sin contar los muy excepcionales meses de marzo y abril de 2020, cuando el coronavirus disparó los fallecimientos, que llegaron a superar en más de 25.000 decesos los previstos en toda España. Así, observamos en el mes de julio un alza en las comunidades del sur, como son Extremadura, con un 42 %, y Andalucía, donde rozó el 40 % de incremento de personas que murieron por calor con respecto a una media nacional que osciló entre el 23 y el 25%. Granada, durante los meses de junio y julio ha superado las 12 muertes por calor.

De la cifra de muertes por Covid, más de medio millar de muertes en España se habrían producido en residencias, de acuerdo con los datos del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), 548 entre el 27 de junio y el 31 de julio. Las cifras de mortalidad prácticamente se duplicaron los primeros días de julio (98) y siguieron aumentando en la segunda y tercera semana (144 y 163) hasta reducirse a la mitad en el cierre del mes (86). Hay que recordar que 2.124 fallecimientos en julio en España son atribuibles a las altas temperaturas

En un año (de agosto de 2021 a julio 2022), en Andalucía había unas 74.800 muertes esperadas, siendo las observadas superiores a 81.000, con más de 6.200 las que calificamos de exceso por todas las causas, siendo 655 las atribuibles a la temperatura.

Si analizamos con más detalle las de julio vemos que fueron 1.472 las del exceso por todas las causas y 276 de ellas las atribuibles a la temperatura

Si analizamos con más detalle las de julio vemos que fueron 1.472 las del exceso por todas las causas y 276 de ellas las atribuibles a la temperatura. Si miramos el mes de junio, vemos que 679 fueron las de por exceso, menos que las de mayo de 2022 y que las de agosto de 2021, que superaron las 800 en la primera y 900, el segundo caso. Si nos vamos a 2020, vemos que en el mes de abril, el exceso de muertes fue muy elevado, pero que el último trimestre de 2020, enero de 2021 y ese mismo verano, lo superaron ampliamente. En España, julio finalizó con un exceso de mortalidad de casi 11.000 fallecidos, siendo la tercera cifra más alta desde que comenzó la pandemia: marzo 2020 → 19.984; abril 2020 → 25.453 y julio 2022 → 10.984. Si miramos el exceso anual de muertes durante la pandemia, vemos que en 2020 hubo 68.182, en 2022, 27.441 (solo hasta 9/8) y en 2021, 24.490.

En Granada, el número de fallecimientos provocado por el virus en mayo y junio fue superior al registrado en el mismo período de 2021, según las estadísticas oficiales

En Granada, el número de fallecimientos provocado por el virus en mayo y junio fue superior al registrado en el mismo período de 2021, según las estadísticas oficiales. Con los datos más recientes de mortalidad de los que dispone el INE, en los 6 primeros meses de 2022 se ha registrado la muerte de 4.498 personas en la provincia de Granada, lo que resulta ser 150 menos que en el mismo lapso de tiempo de 2021. Sin embargo, la cifra sigue siendo superior a la anterior a la pandemia; en concreto, son 298 personas más que en el primer semestre de 2019, ligado a un mejor comportamiento de febrero y marzo. En mayo y junio, 676 fallecidos registrados por el INE en mayo son 55 más que en el mismo momento de 2021, y la cota es aún más elevada en junio, con un diferencial de 95 fallecimientos.

Por tanto, tenemos un exceso de mortalidad preocupante

La evolución más preocupante se registró en junio, cuando la cota de 2022 fue más del triple que doce meses antes, con 34 decesos notificados frente a los 10 de 2021. Por tanto, tenemos un exceso de mortalidad preocupante. Cuando los casos de Covid llegan al hospital, una parte de ellos se desestabiliza de alguna forma; por lo general son pacientes que en muchas ocasiones tienen enfermedades crónicas, son inmunodeprimidos o presentan algún tipo de condición preocupante previa, y el hecho de tener Covid les altera la situación y por tanto se genera un incremento de la mortalidad.

Que el exceso de mortalidad sea tan grande y que el calor solo explique una quinta parte hace necesario investigar al respecto

Si analizamos las causas, una primera es el calor; la otra, se debe a un agravamiento de las patologías en personas que tienen mayor dificultad para disipar calor. Que el exceso de mortalidad sea tan grande y que el calor solo explique una quinta parte hace necesario investigar al respecto. El otro aspecto es la Covid, que tampoco explica tantas muertes. Los datos provisionales del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) contabilizan por el momento 1.872 muertes por coronavirus en julio.

El ISCIII seguirá todavía durante semanas sumando fallecimientos por los retrasos en las notificaciones. Ya en junio presentaron un enorme exceso sobre lo esperado: 4.404 muertes, más de 10 veces superior a la media del mes.

Se plantean varias hipótesis. La primera es que haya muchas muertes de Covid que no se cuenten, aunque creo que en la actualidad se contabiliza muerte por Covid con una PCR positiva, aunque no fue la enfermedad la única o principal causante de la muerte. La segunda hipótesis es que hay personas que fallecen por el largo descontrol en el manejo de patologías crónicas y la baja detección de cáncer en los últimos dos años. La tercera hipótesis tiene que ver con que el MoMo no esté midiendo bien los excesos, al ser un modelo que no está construido para una ola de calor tan duradera, que quizás podría estar subestimando la mortalidad en general, más allá de las temperaturas. La cuarta hipótesis va ligada a que en estos dos años ha muerto mucha gente. Enfermos, personas muy mayores que hubieran fallecido (por causas no Covid) en los meses siguientes a su muerte por covid. En este momento la mortalidad, es un dato relevante para la toma de decisiones.

También se relaciona las muertes con el agravamiento de patologías ya existentes, como por ejemplo las enfermedades cardiovasculares, respiratorias, pulmonares, renales, gastrointestinales o incluso neurológicas

Se barajan varias explicaciones posibles más ligadas a otros aspectos: el calor de estas semanas, las consecuencias indirectas de la pandemia por su impacto en el sistema sanitario y el aislamiento social, junto a la fragilidad de las personas vulnerables en relación con todo lo anterior. Sin contar con las muertes atribuibles a la temperatura, julio seguiría siendo uno de los peores meses. También se relaciona las muertes con el agravamiento de patologías ya existentes, como por ejemplo las enfermedades cardiovasculares, respiratorias, pulmonares, renales, gastrointestinales o incluso neurológicas.

Es evidente que deberían investigarse urgentemente las muertes de 2022, porque la realidad es que los datos disponibles impiden concretar las causas, pero las cifras de exceso de mortalidad del sistema de vigilancia del MoMo muestran una tendencia tan clara como preocupante y sorprendent

Es evidente que deberían investigarse urgentemente las muertes de 2022, porque la realidad es que los datos disponibles impiden concretar las causas, pero las cifras de exceso de mortalidad del sistema de vigilancia del MoMo muestran una tendencia tan clara como preocupante y sorprendente: el exceso de muertes en mayores de 85 años en julio ha sido muy alto. También hay que destacar que junio fue un mes con un exceso de mortalidad importante. La estimación que el MoMo hace a partir de un modelo matemático utiliza tres fuentes de datos: la de los registros civiles, que no especifican la causa codificada de defunción; las temperaturas según la Agencia Estatal de Meteorología a nivel provincial en el mismo periodo de tiempo, y la población por grupo de edad, sexo y provincia, extraídos del INE. No se pueden saber las causas exactas ni achacarlo a un solo motivo concreto. Se trata de estimaciones que hay que manejar con prudencia, consolidar datos y estudiar.

Aún así, la mortalidad de este mes de julio ha elevado hasta en un 25% la actividad de las funerarias, normalmente en personas con delicado estado de salud y mayores.

Y si miramos Europea, vemos unos datos de exceso de muertes superiores en España con respecto a otros países europeos.

Mi hipótesis es que una parte del exceso de muertes en julio de 2022 va ligado además a la saturación del sistema sanitario, principalmente a la situación de la atención primaria con citas retrasadas y con una falta de seguimiento de los pacientes crónicos tal como se hacía antes de la pandemia

Mi hipótesis es que una parte del exceso de muertes en julio de 2022 va ligado además a la saturación del sistema sanitario, principalmente a la situación de la atención primaria con citas retrasadas y con una falta de seguimiento de los pacientes crónicos tal como se hacía antes de la pandemia. Es evidente que la covid-19 ha hecho que el sistema sanitario esté muy saturado. Hay pacientes con cáncer, VIH o pacientes crónicos a quienes no se ha podido realizar el seguimiento de manera ideal, tal como se hacía antes de la pandemia. Ha habido también retraso en los diagnósticos que favorecen la falta de control de los pacientes con determinadas patologías.

Nadie duda de que el cambio climático traerá veranos cada vez más cálidos y que estas olas de calor se repetirán. Esto puede conducir a un aumento de las muertes por calor. Las encuestas del INE muestran que en los noventa contaban con aire acondicionado alrededor del 4% de los hogares y que en el último estudio, de 2008, había subido al 35%, cifra que es necesario incrementar, teniendo en cuenta que la media de edad de España no parará de crecer, por lo que cada vez habrá más personas vulnerables a las temperaturas.

Mucho por investigar y mucho más por prevenir este exceso de muertes que estos meses de junio y julio nos ha planteado una situación sin duda preocupante, donde la mezcla de factores (no todos conocidos) nos plantea una situación que necesitamos mejorar de cara al futuro.