La Unidad de Trastornos de Conducta Alimentaria prometida por la Junta, sin abrir y sin fecha

Ciudadanía - J. M. M. - Viernes, 10 de Julio de 2020
La asociación que agrupa a pacientes y familiares e IU denuncian el incumplimiento del Gobierno andaluz con un servicio vital que debía haber empezado a funcionar este jueves.
Chus Fernández -izquierda- junto a Patricia Cervera y otros miembros de la Asociación TCA Andalucía
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Chus Fernández -izquierda- junto a Patricia Cervera y otros miembros de la Asociación TCA Andalucía

La Junta de Andalucía, en boca del propio presidente Juan Manuel Moreno Bonilla, se comprometió a poner en marcha en Granada este 9 de julio una Unidad de Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) para atender a personas afectadas por crueles enfermedades como la anorexia y bulimia, tras la denodada lucha de Patricia Cervera, madre granadina de una chica anoréxica, que recogió más de 300.000 firmas para pedir la implantación de estas unidades médicas especializadas en Andalucía, de las que, incomprensiblemente, carece. 

Sin embargo, la Unidad de TCA de Granada solo cuenta con el rótulo en el espacio asignado por Salud, en la cuarta planta de las Consultas Externas del Virgen de las Nieves, en la calle Doctor Azpitarte. Ni ha empezado a funcionar, ni hay fecha para hacerlo, según ha denunciado la Asociación Trastornos de la Conducta Alimentaria de Andalucía, apoyada por miembros de Izquierda Unida. 

Así lo pudieron comprobar miembros de la asociación en la visita realizada este jueves al lugar donde se ubicará esta unidad, junto al delegado de Salud en Granada, Indalecio Sánchez-Montesinos. 

Visita al espacio asignado a la futura Unidad de Trastornos de Conducta Alimentaria, que solo cuenta con el rótulo. junta andalucía

Según una nota difundida este viernes por la Junta, la unidad "está lista" para iniciar su labor, pero todavía no se ha contratado a los profesionales que se harán cargo de ella. Además, pese a que la Junta prometió que la unidad incluiría consultas, hospital de día y hospitalización, ahora Salud indica que "próximamente" también tendrá hospitalización completa, con lo que retrasa aún más una atención imprescindible para los casos más graves que deparan estas enfermedades. 

Tanto la asociación de pacientes y familiares como IU denuncian el "incumplimiento" de la Junta con la puesta en marcha de esta unidad, ya que "solo ha habido palabras, pero no se han dado los pasos necesarios para materializar esos compromisos", dice el parlamentario andaluz de IU Chus Fernández. 

"En verano se agravan las afecciones"

La presidenta de la Asociación TCA Andalucía, Patricia Cervera, ha mostrado su decepción tras comprobar que la futura unidad no cuenta aún con equipamiento ni personal, "cuando en verano se agravan estas afecciones, hay muchas vidas en juego y ya llevamos años reclamando una atención especializada para estas enfermedades en la sanidad pública andauza". Y teme que la unidad no esté disponible hasta final de año, tras conocer que la otra unidad prometida por la Junta en Andalucía, ubicada en Mälaga, se puso inicialmente en marcha "pero se ha paralizado". 

"Cuando visitamos el espacio asignado todavía estaban entrando y saliendo pacientes de Nefrología, el servicio que actualmente se presta allí, no hay nada montado para la Unidad de Trastorno de Conducta Alimentaria", cuenta Patricia Cervera, quien teme que el proceso de contratación del personal que atenderá la nueva unidad "puede tardar muchos meses". "Que no nos den falsas expectativas", pide. 

La Unidad de TCA prevista en Granada ocupará un espacio adaptado de más de 230 metros cuadrados que "está finalizando su equipamiento clínico y estándar", según la Delegación de Salud, y que está dirigido por el Servicio de Salud Mental del Hospital Virgen de las Nieves.

Diez personas en total

El equipo que atenderá la Unidad de Día estará compuesto, informa Salud, por un psiquiatra, dos psicólogos, dos enfermeras, dos auxiliares de enfermería, un terapeuta, un monitor ocupacional y un administrativo; todos ellos con dedicación completa. Los pacientes serán atendidos en tres niveles, en función de la gravedad de cada caso: consulta externa, régimen de Hospital de Día y "próximamente" también en hospitalización completa. "Si la unidad iba a estar funcionando hoy, pero no lo está ni se sabe cuándo, decir ahora que 'próximamente' se incluirá la hospitalización significa que se demorará mucho más", lamenta Cervera. 

El espacio se distribuye en torno a cuatro consultas (psiquiatra, psicólogo, enfermería, EIR/terapeuta ocupacional); zona de trabajo de enfermería (camilla, aparato de ECG, botiquín básico...); una sala para terapia ocupacional, dos salas para terapia de grupo (pacientes/familias); un comedor para pacientes (pudiendo utilizar la sala de terapia ocupacional en su defecto), con zona de limpieza, fregadero, menaje y mantenimiento de comidas; dos aseos y office para el personal. Pero todo ello no está todavía disponible en la fecha prometida, 9 de julio. 

El delegado de Salud, Indalecio Sánchez-Montesinos, pese a que la unidad no está operativa y tampoco tiene fecha prevista, ha manifestado su satisfacción y da por "cumplida" esta demanda de familiares y pacientes. 

Enfermedades que destrozan familias

La anorexia y bulimia son afecciones que, además de la gravedad para las personas que las sufren, destrozan familias, tanto emocional como económicamente. Al no disponer de atención especializada en la sanidad pública, a menudo las familias tienen que recurrir a centros privados, con un alto coste económico. "Y en la medicina privada, cuando los casos se agravan mucho, nos mandan a la pública porque nos dicen que ya no están capacitados para atenderlos", se queja una madre miembro de la Asociación TCA Andalucía.

Además, la atención familiar que precisan estas personas, la mayoría chicas jóvenes, hace que también algunos padres o madres deban dejar sus trabajos para centrarse en sus cuidados, lo que agrava la situación económica, pues es frecuente tener que pedir préstamos para poder sufragar el coste de la atención especializada o, como en el caso de Patricia Cervera, llevar a su hija a unidades de atención púbicas de Castilla-La Mancha, donde, con solo dos millones de habitantes, cuenta con dos unidades de trastorno de conducta alimentaria, mientras que Andalucía, con ocho millones, va a implantar ahora sus dos primeros servicios, cuando, aplicando la misma proporción que la comunidad castellano-manchega, tendría que tener ocho unidades de este tipo.