Aceite Montes de Granada

"En el cómic hay una historia para cada lector. El cómic no discrimina y te está esperando"

Cultura - Manuel Codina Valero - Domingo, 23 de Noviembre de 2025
Juan José Megías Jiménez.
El Mirador de Atarfe
Juan José Megías Jiménez.
Juan José Megías Jiménez autor del cómic "MADINAT ILBIRA El candil mágico" nació el 11 de febrero de 1986 en Granada y actualmente es vecino de Atarfe y trabaja como dibujante y diseñador. Su  familia llega desde Granada para vivir en Atarfe en 1995, cuando tenia 9 años. Su urbanización estaba apartada del pueblo. Fue la primera en construirse en la zona baja, en plena vega, rodeada de campo, alamedas, acequias y cultivos. Ese verano, nada más llegar, hizo amigos en el barrio. Jugaban al fútbol en la placeta y, como el deporte no era lo suyo, le ponían de portero. En el campo construian cabañas con palés olvidados y cogían panochas para asarlas en una hoguera, con permiso del dueño, siempre que fueran las de la primera fila, para no adentrarnos y dañar su cosecha. De fondo les rodeaban las montañas de Sierra Elvira y la Ermita de los Tres Juanes. Era un ambiente bucólico hasta que fueron urbanizando todo.

anó su primer premio de dibujo en un concurso del colegio Atalaya, el tema eran las aves. Le regalaron un diploma, un canario de canto timbrado y un libro para aprender a cuidarlo. Al año siguiente volvió a ganar, juntó a los dos canarios, criaron y acabó con un recital en casa. Como lo suyo era dibujar, estudió Bellas Artes en Granada, se especializó en dibujo, diseño, animación y vídeo. Estudiando un posgrado le surgió la oportunidad de colaborar en una excavación arqueológica en Lúxor, Egipto. Allí trabajó como dibujante y diseñador. Fue una experiencia increíble  y según nos relata : ¡Nunca sabes adónde te va a llevar el lápiz!

─ ¿Cómo llegaste a interesarte sobre Medina Elvira y como se te ocurrió realizar este comic? O si quieres ¿Qué te inspiró a crear este cómic?

─ De niño, cuando salíamos con las bicis a veces llegábamos a esta zona. Explorábamos la cementera, jugábamos en los Caballitos del Rey, buscaba fósiles en las canteras… También me bañaba en los baños de Sierra Elvira. Mis amigos me contaban historias de una ciudad romana, (supuestamente Ilíberis) y un volcán, (las aguas termales de Sierra Elvira, imagino). Yo les preguntaba que dónde estaba todo eso, pero no sabían responderme. Eran leyendas para niños. Cuando conocí a los miembros de la asociación cultural La Cora de Ilbira y me plantearon la posibilidad de crear un cómic sobre Medina Elvira, vi la oportunidad de regresar a este lugar, para observarlo con otra mirada y proyectar allí la ciudad que un día fue Medina Elvira. Una ocasión ideal para contar su verdadera historia y su propia leyenda, y darme “el capricho” de despejar algunas dudas a las siguientes generaciones.

─ ¿Cómo describirías tu proceso creativo para este proyecto?

─ Lo primero es abordar el tema: Medina Elvira. Después comienzo a documentarme; esta parte me interesa mucho, porque aprendo mientras descubro su historia, revisando textos y fotografías. Anoto la información que veo más relevante y busco detalles particulares que enriquezcan las futuras viñetas. El público objetivo de este cómic son niños y es aconsejable que los álbumes no sobrepasen de las 32 páginas. Esto fija mi espacio de trabajo para escribir la historia, me obliga a decidir qué es lo importante y qué debo dejar fuera. Sintetizo los datos a la vez que construyo el relato.

En los proyectos de cómic histórico que dibujo tengo la gran suerte de reunirme con expertos historiadores, ellos me guían y puedo consultarles todas mis dudas

En los proyectos de cómic histórico que dibujo tengo la gran suerte de reunirme con expertos historiadores, ellos me guían y puedo consultarles todas mis dudas. Gracias a la asociación cultural La Cora de Ilbira, he contado con la tutela de Guillermo García-Contreras, historiador y arqueólogo en la excavación de Medina Elvira. Además de resolverme todas mis preguntas, he podido visitar la excavación con él para aprender a pie de campo. En “Madīnat Ilbīra: El candil mágico” pronto se reveló lo importante: el ataifor, el candil y la leyenda de la ciudad. Fue cuestión de combinarlos entre sí para que surgiese la historia y todos los personajes.

Cada proyecto histórico es un aprendizaje, lo tomo como un regalo, y, a cambio, convierto mi experiencia en un cómic en el que divulgo todo lo que he descubierto.

─ ¿Cuánto tiempo te tomó desarrollar la idea hasta tener el producto final?

Me ha llevado un año de trabajo. Este tiempo comprende la preproducción: el proceso de investigación, distintas reuniones, visita a la excavación, visitas a museos para documentar piezas; y la producción: escritura de guion, bocetos, dibujo, rotulación, color y maquetación.

─ ¿Qué herramientas utilizas habitualmente (rotulador, tableta gráfica, etc.)?

Actualmente trabajo todo el proceso del cómic en digital. Utilizo la app Scrivener para escribir mis guiones y la app Procreate para dibujar en un IPad. De esta forma mi flujo de trabajo es más rápido y puedo hacer cambios fácilmente si tengo que revisar las páginas.

─ ¿Has usado la IA para la creación de tu trabajo? ¿Si así es puedes explicarnos cómo la has integrado?

Considero a la IA como una herramienta más, lo que obtenga de ella nunca será mi arte final, sino una parte de un proceso. No la he utilizado para crear este cómic. A mí me gusta dibujar. Creo que una IA no puede descifrar lo que tengo en mente. Cada página, cada viñeta, exige tomar decisiones narrativas que muestren coherencia interna. Esto se traduce en que nuestro lector se encuentra con una historia que le resulta fácil de leer, porque las páginas están concebidas de forma orgánica. La IA no hace esto.

No la he utilizado para crear este cómic. A mí me gusta dibujar. Creo que una IA no puede descifrar lo que tengo en mente

Además, algunas ideas surgen de forma espontánea y otras son soluciones que aparecen mediante el propio acto de dibujar, probando, lápiz en mano. No puedo llegar a estas ideas si no las dibujo. Tampoco pienso que la IA pueda clonar la personalidad que hay en mis trazos. Si yo no me reconozco en un dibujo, no me siento honesto publicando ese trabajo. No se trata de que la IA dibuja muy bien, se trata de que el cómic es narrativa visual y la IA reproduce imágenes, copiando, pero no razona. Esa es la labor del dibujante de cómic, pensar, lápiz en mano, para narrar gráficamente. Por eso somos difíciles de sustituir.

─ ¿Qué papel juegan tus experiencias personales en la creación de tus personajes y tramas?

En trabajos por encargo parto de fuentes históricas, ahí encuentro todo lo que necesito: un hecho verídico y una forma de expresarse. Pero “el diablo está en los detalles”, yo sé dónde puedo aportar mis experiencias: mediante personajes, vocablos y puntos de vista. Cuando dibujas partiendo de algo vivido el relato adquiere mayor autenticidad, así los lectores se identifican con la trama y sus personajes.

La mayoría de situaciones que creo son inventadas, pero suelo incluir experiencias. A veces vives situaciones y otras te vienen dadas mediante anécdotas o noticias. Cuando escribo una trama tomo elementos de distintas fuentes, y si es un cómic de humor puedo exagerar los detalles. Las tramas las encarnan los personajes que compongo para cada parte del relato. Al colocarlos en situaciones, intento que éstos funcionen por contraste, que cada uno tenga su propia forma de hablar, vestir o comportarse. Observo mucho, veo una cara particular, un gesto, una forma de andar, una frase o expresiones llamativas; son mis ingredientes para construirlos.

He logrado reconciliarme con algunas personas dibujando su forma de ser

Mis personajes sienten, así que, para dibujarlos, he de meterme en la cabeza de todos ellos. Para esto sirven las experiencias. He logrado reconciliarme con algunas personas dibujando su forma de ser. Para dar veracidad a un personaje tienes que meterte en su piel, de esta forma comienzas a ver la vida desde su punto de vista. Así, surgen diálogos y reacciones creíbles. Logras entender por qué se comportan así y relativizas lo vivido. Dibujar cómics es una forma de hacer terapia.

Sobre el contenido del cómic

─ ¿Cuál es el mensaje principal que quieres transmitir con este cómic?

─ Mi intención con “Madīnat Ilbīra: El candil mágico” es mostrar el pasado de una ciudad tan real como sorprendente. Espero trasmitir mi pasión y despertar curiosidad e interés en los jóvenes lectores. Si además consigo transmitir cómo es una excavación arqueológica, los profesionales que trabajan aquí, y creo interés por el patrimonio de Sierra Elvira y Atarfe, estaré más que satisfecho. Y, por pedir, si leyendo este cómic surge un nuevo arqueólogo, historiador, dibujante… habré logrado todos mis objetivos ¡Y nos daremos un abrazo!

─ ¿Qué personaje te resultó más interesante dibujar o crear?

─ Vega, nuestra protagonista, apareció de forma natural, quería conectar con el público mediante un personaje positivo y resolutivo, pero con algún defecto, como su despiste o torpeza que la hacen más humana. Siempre sale adelante y, en cada época que visita, nos sorprende con una vestimenta adecuada para la ocasión. Creo que conecta bien con los lectores.

Vega, nuestra protagonista, apareció de forma natural, quería conectar con el público mediante un personaje positivo y resolutivo, pero con algún defecto, como su despiste o torpeza que la hacen más humana

También tengo predilección por Zāwī ben Zīrī. Me interesaba que apareciese porque es quien decide trasladar a la población de Sierra Elvira a Granada. Aunque invita a Vega a un banquete y le hace un buen regalo, Zawi tiene una personalidad extrema, en una viñeta está muy enfadado y en la siguiente entusiasmado. Es un malhumorado de pacotilla, ideal para niños. Dibujarlo fue un descubrimiento, sobre el guion su personalidad no estaba definida y en las páginas cobró vida propia, revelando una personalidad muy expansiva. Llega al lugar para hacerse con él.

─ ¿Hay alguna referencia cultural o artística que haya influenciado tu trabajo?

─ En este cómic veo influencias del humor gráfico, la cartografía, el cine, las revistas de divulgación científica, el diseño gráfico; para las referencias soy ecléctico. Y sobre todo los tebeos de mi infancia: la escuela Bruguera y semanarios como el Pequeño País y Gente Menuda. He dibujado el cómic que de pequeño me hubiera gustado leer.

─ ¿Crees que tu cómic puede reflejar o comentar la historia y la realidad social en tiempo de Medina Elvira? 

─ Este cómic transita por las épocas romana, omeya y la primera excavación del siglo XIX, para volver a nuestro presente. Reservé el mayor número de páginas para hablar de la época omeya y de Medina Elvira, porque es la etapa de mayor esplendor. En este periodo reflejo a dos personajes muy distintos, Karim, un agricultor humilde que vive en una alquería, alejado del centro de la ciudad y se desplaza con su burro y Zawi, un guerrero fiero, siempre acompañado por sus guardias y su séquito. Este personaje se desplaza a caballo, decorado con abalorios propios de un general; y disfruta de la vida palaciega, pues pronto será el gobernador de Granada. Vega, nuestra protagonista, se relaciona con ambos, mientras transita por la ciudad y su mezquita. De esta forma muestro a los lectores formas muy diferentes de vivir en la medina, propias de la época.

Sobre la carrera profesional

─ ¿Cómo fue tu entrada en el mundo profesional del cómic?

─ Os cuento primero la amateur: Mis primeros cómics publicados fueron en el Instituto Vega de Atarfe. Diseñé unos personajes inspirados en material escolar: los niños eran lapicitos, los profes plumas y rotuladores, y el orientador un Tipp-Ex. Los guiones los escribía el profe de física y mostrábamos historias de instituto y de convivencia entre alumnos. Formaron parte del proyecto europeo “Forumeduca”, así que los leyeron estudiantes de varios países.

Cuando accedí a la Universidad tuve la oportunidad de dibujar, junto a otros estudiantes, unas historias del folclore finlandés: “Kalévala”, (similar a nuestro “Cantar del mío Cid”)

Cuando accedí a la Universidad tuve la oportunidad de dibujar, junto a otros estudiantes, unas historias del folclore finlandés: “Kalévala”, (similar a nuestro “Cantar del mío Cid”). Este cómic lo publicó la Universidad de Granada y la de Jyväskylä en Finlandia. Después, estuve investigando sobre cómic, hasta que coincidí con el historiador Andrea Arcuri. Él quería divulgar su tesis sobre el disciplinamiento social a través de la confesión en los siglos XVI y XVII, tiempo después, publicamos un cómic con la UGR. Pienso que la clave está en unir disciplinas para divulgar proyectos y salir del ámbito académico.

En paralelo, siempre he estado participando en fanzines humorísticos de Granada: “El Batracio Amarillo”, “HormigAS” y “La Revístika”, y, a nivel nacional, “El Churro Ilustrado”. De aquí me llevo la experiencia de los salones de cómic y las presentaciones. Participar en obras colectivas es enriquecedor, lo pasas genial mientras aprendes de los compañeros.

─ ¿Qué consejos le darías a alguien que quiere empezar en el mundo del cómic?

 ¡Dibuja todo el rato! Con la práctica mejoras y acabas encontrando tu propio estilo. Si copias del natural, luego podrás inventar

─ ¡Dibuja todo el rato! Con la práctica mejoras y acabas encontrando tu propio estilo. Si copias del natural, luego podrás inventar. El cómic es narración, estás contando una historia, comienza con tus propias experiencias y después podrás inventarlas. Habla de lo que conozcas, tu relato tendrá verdad y conectará con los demás. ¿Te gusta dibujar, pero no sabes escribir? ¿No tienes buenas ideas? Hacer un cómic no tiene por qué ser algo solitario, existen los guionistas y están buscando dibujantes, es una forma de crear un proyecto entre dos y crecer juntos. Busca profesionales con criterio ¿Cómo se ve tu trabajo desde fuera? ¿Lo que has dibujado, se entiende? ¡Nunca te vengas abajo! Todo lo que aprendas te ayuda para mejorar en tu próxima historieta ¡Ánimo!

─ ¿Qué papel crees que juegan los eventos como salones del cómic en la promoción de autores y obras?

─ Son muy relevantes. Los salones cuentan con autores en su programación, puedes conocerlos, hacerles preguntas y llevarte su cómic dedicado. Suelen exponer páginas originales de dibujantes y así, revisas cómo trabajan. Además, si quieres conocer a editores para que valoren tu trabajo, los salones son el mejor sitio.

─ ¿Cómo crees que el público en general ve los cómics: ¿cómo un pasatiempo, un arte, o ambas cosas?

Depende del cómic que tengas entre manos, pero también depende del lector

─ Depende del cómic que tengas entre manos, pero también depende del lector. Al contrario del cine o la televisión, el cómic es un medio activo, requiere de la participación del lector para que la historia suceda. Tú le das vida a la narración, y voz a los personajes. Hay tantos muchos tipos de cómics, unos son sencillos y ligeros y otros son obras de arte sin discusión. A mí me interesan todos. Es un medio maravilloso para adentrarse, hay una historia para cada lector. El cómic no discrimina y te está esperando.

Muchas gracias y esperamos que este cómic sea el primero de muchos otros sobre MEDINA ELVIRA.