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LE DEDICARÁ ESTE MONUMENTO

¡Por fin! Granada hará justicia a su hijo Álvaro de Bazán en su V Centenario

Cultura - Gabriel Pozo Felguera - Domingo, 23 de Noviembre de 2025
Gabriel Pozo Felguera te ofrece en exclusiva las primeras imágenes de la gran escultura dedicada al almirante granadino, nunca vencido, que será colocada el año próximo en la Plaza de San Agustín, coincidiendo con el V Centenario de su nacimiento. Un excepcional reportaje sobre la vida y homenajes al ilustre marino por el mejor cronista de Granada.
Los hermanos Moreno, en el proceso de modelado de la chapa sobre el molde de plástico.
LUIS RUIZ RODRÍGUEZ.
Los hermanos Moreno, en el proceso de modelado de la chapa sobre el molde de plástico.
  • El año 2026 habrá un abultado programa de actos y homenajes al almirante granadino jamás vencido y héroe de Lepanto y las Azores

Granada prepara un ambicioso programa de actos conmemorativos del V Centenario del nacimiento del almirante Álvaro de Bazán y Guzmán. Repartidos a lo largo de todo 2026. El marino invicto nació en la manzana que hoy ocupa el BBVA de Plaza Isabel la Católica. Por fin, su ciudad de cuna va a dignificar y recuperar su figura: no como en el III Centenario de su muerte, 1888, cuando llegó incluso a cuestionarse por aquí que fuese granadino. Se liquidó el asunto con una plaquita de fachada. Tampoco se hizo casi nada en el IV, 1988: se le repuso la placa perdida en la que debió ser su casa. Minucias para uno de los granadinos más sobresalientes de todos los tiempos. Ahora, entre las iniciativas más vistosas estará la erección de un magno monumento en bronce, cargado de simbología marina pero también detalles muy granadinos. Será el más espectacular de los que existen. Los hermanos José María y Miguel Ángel Moreno tienen muy avanzada la escultura, que será inaugurada el 9 de mayo próximo en la Plaza de San Agustín de Granada.

Fue la ciudad de Madrid la que lideró la recuperación histórica de la memoria del más grande almirante que tuvo la España de los Austria

Fue la ciudad de Madrid la que lideró la recuperación histórica de la memoria del más grande almirante que tuvo la España de los Austria, Don Álvaro de Bazán y Guzmán. En vísperas del III centenario de su muerte decidió organizar una serie de actos literarios, conferencias y misas. Llevaron aparejada la iniciativa de erigirle un monumento y colocarlo en la Plaza de la Villa, puerta del Ayuntamiento.

Es de cuerpo entero, pisando banderas y estandartes de ejércitos vencidos (turcos, franceses, británicos), coge la espada envainada en una mano y el bastón de mando en la otra

Le fue encargado al escultor de moda, Mariano Benlliure; financiado por suscripción popular, para un ambicioso conjunto de varias figuras (5,5X3,80X3,80 metros). Aunque se redujo a sólo una figura de bronce fundido en Roma, de 2,20 metros de alto (más 1,90 de pedestal de piedra granadina); el escultor tuvo que prescindir de varios símbolos que llevaría a los pies (anclas, delfines, barcos) por motivos económicos. Es de cuerpo entero, pisando banderas y estandartes de ejércitos vencidos (turcos, franceses, británicos), coge la espada envainada en una mano y el bastón de mando en la otra. La cabeza presenta a un almirante de mediana edad, todavía con pelo, tomada de las facciones de un amigo del escultor valenciano.

Dos perspectivas de la estatua en la Plaza de la Villa de Madrid, colocada en 1891.

Fue un encargo de la Marina para colocar en el patio central de la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra). Representa al almirante sentado sobre lo que parece mascarón de proa de una nave, cuya punta es la cabeza de un turco que lo soporta sobre sus hombros

La segunda estatua de postín que existe de Álvaro de Bazán fue modelada por el escultor gallego Francisco Asorey González (1889-1961). Fue un encargo de la Marina para colocar en el patio central de la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra), en el año 1943. Representa al almirante sentado sobre lo que parece mascarón de proa de una nave, cuya punta es la cabeza de un turco que lo soporta sobre sus hombros. También tiene en sus manos la espada y el bastón de mando de capitán general de la Armada real. Las facciones de su cara son quijotescas o propias de El Greco, bastante parecidas al retrato de Rafael Tejeo.

De esta escultura se hizo una réplica en 1949 para colocarla en el centro de la plaza de El Viso del Marqués (Ciudad Real), donde está el Palacio de Santa Cruz, con motivo de su habilitación como museo y archivo histórico de la Marina española.

Original de la Escuela de Marín (izquierda) y réplica en El Viso del Marqués.

 Prefirieron ser fieles al sistema desarrollado por el patriarca de la familia ─Miguel Moreno Romera─ e imperante en sus descendientes, es decir, el modelado en gajos de chapa y soldados después

Con estos antecedentes escultóricos se barajó la posibilidad de tenerlos en cuenta a la hora de esbozar el monumento para Granada. El primer encargo al taller de los hermanos Moreno (Espacio de Arte Moreno) se inclinaba por hacer una réplica del original de Marín, ya que el taller de los Moreno hace muchas en tamaños menores para premios de la Marina. Pero pronto la descartaron por varias cuestiones: la principal, porque no es políticamente correcto en la actualidad sentar a un personaje sobre la cabeza de un turco; tampoco ese tipo de obras es del estilo del Taller Moreno. La obra no aportaría nada a la creación artística. Prefirieron ser fieles al sistema desarrollado por el patriarca de la familia ─Miguel Moreno Romera─ e imperante en sus descendientes, es decir, el modelado en gajos de chapa y soldados después. A lo sumo, para esculturas de mediano tamaño, se recurre a la técnica mixta de añadir las manos y la cabeza en metal fundido.

El marino no será de tamaño natural, sino de casi el doble: Don Álvaro de Bazán superará los tres metros de altura y estará encaramado sobre un pedestal de por lo menos 2-2,5 metros más

En este caso ya se ha decidido que las manos y los símbolos que sujetan vayan en colada de bronce. Para la cabeza también se piensa, en principio, hacerla de fundición; no obstante, la decisión no es definitiva, cabe todavía la posibilidad de que los artistas decidan hacerla también en chapa modelada (Como el cabezón del Gran Capitán en el Bulevar de la Constitución). Será una escultura de tratamiento muy parecido a otros dos ejemplos salidos del talle de la familia Moreno, el San Juan de la Cruz de la Constitución y el Mario Maya del Paseo de los Tristes. Aunque el marino no será de tamaño natural, sino de casi el doble: Don Álvaro de Bazán superará los tres metros de altura y estará encaramado sobre un pedestal de por lo menos 2-2,5 metros más.

Primeros bocetos, en barro a la izquierda y escayola, del monumento que se prepara en Granada

El plinto sobre el que se ubicará en la Plaza de San Agustín tendrá cimentación y núcleo de hormigón armado. Exteriormente irá revestido de piedra artificial Dekton Consentino, imitación de mármol de Sierra Elvira en tonos grisáceos. En su cara frontal llevará grabada una inscripción con la identificación del personaje. En otra cara se pondrá el poema en redondillas que le dedicó Lope de Vega: (El fiero turco en Lepanto/en la Tercera el francés/En todo el mar el inglés/tuvieron de verme espanto/Rey servido y Patria honrada/Dirán mejor quién he sido/y con la cruz de mi espada). Los textos de las otras dos caras están aún por definir.

El complejo proceso de elección del modelo a seguir (una figura erguida finalmente), los bocetos en papel, los modelos de barro, de escayola a pequeña escala y su traslado a un bastidor plástico a tamaño definitivo han concluido hace unas semanas.

El complejo proceso de elección del modelo a seguir (una figura erguida finalmente), los bocetos en papel, los modelos de barro, de escayola a pequeña escala y su traslado a un bastidor plástico a tamaño definitivo han concluido hace unas semanas. Ahora se ha pasado a la fase de ir revistiendo ese modelo con chapa batida y soldada. Miguel Ángel y José María Moreno calculan que el trabajo va aproximadamente por 30% de tarea. Creen que van holgados para la fecha prevista de colocación.

Simbología muy granadina

El modelo elegido para la estatua de Granada reúne la simbología general de los otros dos monumentos (Madrid y Marín), pero sus autores han añadido varios detalles más que lo ligan a la ciudad de su nacimiento. Lo han granadinizado. Lo representan en pie, en actitud de descanso, quizás presentando respeto al Rey. Su figura recuerda a un Neptuno emergiendo del mar, entre olas rompientes que le llegan hasta las rodillas por delante. Esta acumulación de volúmenes en la parte baja contribuye a reforzar la estructura de chapa y a realzarlo. Los rizos de las olas le confieren movimiento en contraposición con la verticalidad de la figura.

Es el que lucía la casa solariega que había en la Placeta de los Tintes y presidía la iglesia y convento del Sancti Spíritus (en la actual plaza Isabel la Católica)

En los empeines de los pies han colocado el escudo de armas de la familia Bazán. Es el formado por un damero en un único campo. Es el que lucía la casa solariega que había en la Placeta de los Tintes y presidía la iglesia y convento del Sancti Spíritus (en la actual plaza Isabel la Católica); todavía queda alguno parecido de ramas menores de los Bazán que habitaron en Granada (uno en la calle Mano de Hierro). Por supuesto, abundan en el Palacio del Viso donde tuvo su residencia y señorío en mitad de La Mancha.

Al lado del escudo, también delante, figura un enorme fruto de granada, madura y abierta, simbolizando su nacimiento en Granada y casa solariega de sus antepasados.

En el suelo derecho figura su casco burelado como símbolo de victoria, junto con ramas de laureles y varios estandartes de los muchos que combatió y apresó. Serán reconocibles los de los imperios turco, inglés y francés.

Dos panorámicas del conjunto en sus caras trasera y lateral derecho.
Agrupación de elementos simbólicos a los pies de la estatua, por su parte trasera, con las velas del galeón que trepan hasta el calzón.

La parte trasera de los talones y pantorrillas la cubre un galeón, cuyas velas se elevan hasta buena parte de los músculos rectos, como si se liaran entre las piernas. El galeón de dos puentes representa la innovación que introdujo el inventor de la infantería de marina de utilizar buques propios del Atlántico en las grandes batallas en el Mediterráneo.

El galeón presenta una curiosa galería de popa, mezcla de cámara del almirante y fanal de lucernas

El galeón presenta una curiosa galería de popa, mezcla de cámara del almirante y fanal de lucernas. Se trata de una hornacina, que irá acristalada y, dentro de ella, habrá una imagen de la Virgen del Rosario o de Lepanto. Será una miniatura de la imagen que se venera en el camarín de Santo Domingo, que se dice la llevó en su nave capitana durante la famosa batalla naval de 1571; estará fundida en bronce, de unos 30 centímetros de altura.  

José María Moreno indica la posición que ocupará la mano izquierda con la espada, en fundido. Se ven abajo el espacio para el escudo, la granada a medio forrar y el hueco de la hornacina que albergará la miniatura de la Virgen del Rosario.
Escudo de Álvaro de Bazán que figurará, en bronce, a los pies de la escultura. Imagen de la Virgen del Rosario o de Lepanto, en miniatura dentro de la hornacina del galeón.

La mano izquierda sujetará la espada de combate desenvainada en situación de reposo y la derecha portará, un tanto alzada, el bastón de mando como capitán general de la Armada.

En cuanto a la vestimenta, los autores han optado por presentarlo ataviado como recién salido de combate

En cuanto a la vestimenta, los autores han optado por presentarlo ataviado como recién salido de combate: media armadura con faldilla de loriga, calzón corto bombacho y medias. No se le ve el calzado. Sobre el pecho cuelga de manera ostentosa la cruz de la Orden de Santiago, a la que pertenecía. Es una vestimenta muy parecida a la que utilizó Mariano Benlliure para su versión madrileña. Con hombreras de chapa, pero en este caso se prescinde de la faja de almirante cruzándole el pecho.

Miguel Ángel Moreno enseña la mano con el bastón de mando que irá en bronce fundido.

En el caso granadino ha sido elegida una cabeza muy similar a la que burilaron los grabadores de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para la cara del billete de una peseta emitido en el año 1953

El cuello llevará la imprescindible gola de la época. Para la cabeza se ha elegido el modelo del retrato que se considera más cercano a la edad provecta, es decir, el que hizo Rafael Tejeo en el primer tercio del siglo XIX; de él han derivado la mayoría de copias y grabados que se dan por más acertados. No obstante, otros pintores coetáneos de Álvaro de Bazán (Hendrich van Balen) lo pintaron con abundante cabellera; también Benlliure prefirió una cabeza más poblada.

En el caso granadino ha sido elegida una cabeza muy similar a la que burilaron los grabadores de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para la cara del billete de una peseta emitido en el año 1953.

Parte alta del cuerpo, con las hombreras de metal ya colocadas sobre el molde de plástico.
Billete de una peseta cuya efigie de Álvaro de Bazán es el modelo elegido para la cabeza de la estatua granadina.
Los hermanos Moreno ya tienen montada en chapa toda la peana de olas y el armazón del galeón; se disponen a modelar las velas que trepan por las piernas.
Bloque bajo de la peana, con el casco, las banderas y el galeón ya forrados.

Irá colocado en Plaza de San Agustín

El Ayuntamiento ha concedido a la comisión promotora de los actos de homenaje (www.alvarodebazan500.org) el rincón que forma la Plaza de San Agustín para que sea colocado ahí el monumento. Se trata de un lugar bastante céntrico, recoleto y con un fondo de edificios decimonónicos. La justificación del lugar elegido ha sido, principalmente, que al lado parte la calle que lleva por nombre Álvaro de Bazán desde que fue construida la Gran Vía a principios del siglo XX. (La primera vez que aparece en documentos municipales data de 1904, en sustitución de la antigua Lecheros).

Considero que la importancia del homenajeado es de máxima categoría histórica y prestancia artística como para “esconderlo” en un lugar tan pequeño

Considero que la importancia del homenajeado es de máxima categoría histórica y prestancia artística como para “esconderlo” en un lugar tan pequeño, sobre todo si no se eliminan los árboles que rodean el espacio. No se trata de una escultura de poco tamaño, a escala humana y a ras de suelo, que encajaría perfectamente en el lugar. Será de un volumen monumental, que superará ampliamente los cinco metros de altura sumando la cimentación, el plinto y la propia figura. Es demasiado pollo para tan poca sartén. El entorno es por la mañana un descargadero del mercado y un aparcamiento de motocicletas.

Fotomontaje de la Plaza de San Agustín, donde piensan ubicar la estatua.

Ya que su lugar natural más indicado está ocupado desde 1963 por el conjunto de Benlliure en la Plaza de Isabel la Católica, quedan puntos de mucho mayor lucimiento y acordes con la importancia del homenajeado

Ya que su lugar natural más indicado está ocupado desde 1963 por el conjunto de Benlliure en la Plaza de Isabel la Católica, quedan puntos de mucho mayor lucimiento y acordes con la importancia del homenajeado. El primero, por proximidad al lugar de nacimiento y seguramente juegos de niñez de Alvarito, podría ser el entorno de Plaza Nueva. Aquí queda libre la parte situada frente al restaurante que fue Torres Bermejas o incluso en la esquina baja de la Real Chancillería: los poderes de Justicia y la Milicia de la Corona del XVI frente a frente.

El Ayuntamiento de Madrid hizo las cosas bien en 1888 cuando la destinó a uno de los lugares más emblemáticos: frente al Ayuntamiento, en la Plaza de la Villa

El Ayuntamiento de Madrid hizo las cosas bien en 1888 cuando la destinó a uno de los lugares más emblemáticos: frente al Ayuntamiento, en la Plaza de la Villa (En realidad, la colocación se retrasó hasta diciembre de 1891). Tampoco sería nada descabellado situarlo en la Plaza del Carmen, en el lugar donde se quiso colocar el monumento a los héroes de la Independencia en 1948. Y, si rizamos el rizo, tampoco estaría mal en lugar preferente de la Fuente de las Batallas. Mejor que el mojón de la pilila brillante. También sugiero otro lugar simbólico, frente a la antigua Capitanía, hoy sede del Madoc, aunque resulta un tanto angosto. Incluso quedaría mejor en el parterre frente al edificio Suizo de Puerta Real, donde ya se pensó bajar el caballo del Ayuntamiento.

Sobre los cuatro paños se piensa grabar pasajes de su biografía y el poema laudatorio de Lope de Vega, el que ya figura en la de Madrid. Estos textos todavía están por decidir

En cuanto al remate del pedestal, está previsto que sus cuatro caras vayan forradas con piedra artificial Dekton de la casa Cosentino, en un tono que imitará el mármol gris de Sierra Elvira. Sobre los cuatro paños se piensa grabar pasajes de su biografía y el poema laudatorio de Lope de Vega, el que ya figura en la de Madrid. Estos textos todavía están por decidir. Parece que el presupuesto no da para esculpir dos o tres bajorrelieves en bronce narrando algunas de las grandes hazañas que protagonizó, especialmente Lepanto, la toma de las Azores, etc. Podrían ser similares a los que hay en el basamento del monumento a Isabel la Católica. Todavía se está a tiempo de que algunas empresas se decidan por patrocinar esos trabajos de grabado de precisión.

[Este rincón de San Agustín podría ser el adecuado para instalar, por una vez, la estatua de Gallego Burín. Hoy está olvidada en un almacén de la antigua Cetarsa, sin que ninguna corporación tenga el valor de ponerla. Costó buenos millones de pesetas a las arcas municipales hace ahora un cuarto de siglo.]

Ninguneado en el III Centenario

Buceemos en los recuerdos. El año 1588 murieron en Lisboa dos granadinos ilustres: el almirante y capitán general de la Armada Don Álvaro de Bazán y Guzmán (9 de febrero) y Fray Luis de Granada (31 de diciembre). Tres siglos después, el Ayuntamiento de Granada se dispuso a celebrar con alborozo la efeméride del religioso, con proyecto de estatua incluida (que no estuvo a tiempo); mientras, se olvidó del más grande marino que jamás navegó mares y océanos. Tuvo que pedirle el Ayuntamiento de Madrid que se sumara a sus actos. Incluso el alcalde de entonces cuestionó que Álvaro de Bazán fuese granadino, a lo sumo podría ser de Guadix.

El asunto de homenajear al ilustre marino Álvaro de Bazán había partido de la mente del intelectual Ramiro Blanco y del coronel Fernando de Gabriel y Ruiz de Apodaca

El asunto de homenajear al ilustre marino Álvaro de Bazán había partido de la mente del intelectual Ramiro Blanco y del coronel Fernando de Gabriel y Ruiz de Apodaca. La idea fue inmediatamente secundada por la reina viuda María Mercedes de Orleans y Borbón. Empezaron una colecta para acopiar fondos mediante conciertos de zarzuela y rifas. Estaban en junio de 1887 y corría el tiempo para encargarle una escultura. El concurso se lo adjudicaron al joven Mariano Benlliure. Se trataría de una figura de almirante, en pie, en actitud de descanso, rodeado de los símbolos que le adornan: espada, bastón de mando y referencias a los cientos de buques tomados, batallas ganadas y estandartes rendidos a sus pies. Se colocaría en una de las principales plazas de la ciudad de Madrid.

La ciudad de Granada, como cuna que había sido del insigne personaje, fue invitada a colaborar en la recaudación de fondos y a la efeméride, en carta de 27 de junio. También a sumarse a la idea, quizás con algún otro tipo de homenaje. Aquella invitación se perdió y volvieron a repetirla el 5 de octubre de 1887

La ciudad de Granada, como cuna que había sido del insigne personaje, fue invitada a colaborar en la recaudación de fondos y a la efeméride, en carta de 27 de junio. También a sumarse a la idea, quizás con algún otro tipo de homenaje. Aquella invitación se perdió y volvieron a repetirla el 5 de octubre de 1887. Las pocas colaboraciones que prestó Granada fue aceptar una presidencia de honor por su alcalde y la aportación de 125 pesetas del Arzobispado, 160,7 de la Comandancia de Marina y 10 de Gabriel López, el registrador de la propiedad de Guadix. Madrid recaudó, y se gastó, 71.040,55 pesetas en los actos del III Centenario. La mayor partida fue el pago de la escultura de Benlliure, más un centenar de medallas conmemorativas y los portes desde Roma (63.500 pesetas).

Lo primero que hizo el alcalde Eduardo Gómez Ruiz [tres veces regidor, en 1887-90, 1894-5 y 1897-98, diputado provincial muchos años más] fue asegurarse de que aquel tal Álvaro de Bazán había nacido en Granada, pues sus referencias decían que podría ser de Guadix, paró poco por Granada y emigró pronto al Viso del Marqués (Ciudad Real).

Rogaba a los historiadores que buscasen su partida de nacimiento por las parroquias de Granada

Por eso dirigió cartas a la Facultad de Filosofía y Letras, a la Comisión de Monumentos, al Liceo y al Centro Artístico; en ellas les solicitaba información fehaciente sobre el granadinismo del almirante: “ha surgido un incidente que, aunque terminado, deja huellas de duda entre los eruditos, que a los granadinos nos corresponde estinguir (sic) para mayor enaltecimiento de nuestra hermosa historia. Refiérome al hecho de haberse discutido ha poco si el primer marqués de Santa Cruz nació en Granada o si fue Guadix la población en que abrió los ojos a la luz…”. Rogaba a los historiadores que buscasen su partida de nacimiento por las parroquias de Granada. A renglón seguido, nombró al catedrático y político Juan Facundo Riaño para que representara a Granada en la comisión madrileña. Y, si resultaban ciertas las averiguaciones que pedía en su carta, entonces sería colocada una lápida.

Carta enviada por el alcalde Eduardo Gómez Ruiz a instituciones e intelectuales pidiéndoles que buscaran la partida de nacimiento de Álvaro de Bazán e indagaran el sitio dónde, supuestamente, había nacido en Granada. AHMGR.
Parte del informe de Francisco de Paula Valladar, enviado al alcalde en 1888, demostrándole la manzana de casas en las se ubicó la vivienda de los Bazán, en el centro de Granada. AHMGR.

En Granada fue el erudito Francisco de Paula Valladar el encargado de indagar buscando el origen granadino de Álvaro de Bazán. El 4 de enero de 1888 pasó un breve informe al alcalde demostrando que el almirante era de origen granadino: no se pudo encontrar su partida de nacimiento ni de bautismo, pero sí la casa donde nació

En Madrid fue la Marina la que indagó en el archivo del Marquesado de Santa Cruz para asegurarse de que había nacido en Granada, ante las dudas que circulaban por aquí. Pronto se aseguraron, mediante documentos familiares, de que “nació en esa hermosa ciudad”. En Granada fue el erudito Francisco de Paula Valladar el encargado de indagar buscando el origen granadino de Álvaro de Bazán. El 4 de enero de 1888 pasó un breve informe al alcalde demostrando que el almirante era de origen granadino: no se pudo encontrar su partida de nacimiento ni de bautismo, pero sí la casa donde nació. Escribió Paula Valladar: “En la calle Colcha 19, 21, 23, 25, 31 y 33 modernos de la calle de los Tintes (entonces Méndez Núñez) pagan un censo a la marquesa de Santa Cruz según su apoderado en Granada, Juan de la Sierra y Ruiz (…) También está escrito en diferentes inscripciones del Palacio del Viso y en la sepultura del héroe”. (Toda aquella investigación la publicó en un librito). Se llegó a la conclusión de que el lugar de nacimiento había sido en el número 41 de la calle de los Tintes.

Con aquella seguridad, el concejal Fernando de Medina Santoni propuso al Ayuntamiento (29 de octubre de 1887) que se hiciera una fiesta con motivo del III Centenario del nacimiento; una misa solemne; y se le recordara con una lápida en la fachada, “que demuestre que esta ciudad sabe honrar, aunque con modestia, el recuerdo de sus hijos”.

Al menos la lápida en recuerdo del almirante Álvaro de Bazán fue finalmente colocada sobre la fachada de la casa donde los eruditos del momento certificaron que había nacido

Al menos la lápida en recuerdo del almirante Álvaro de Bazán fue finalmente colocada sobre la fachada de la casa donde los eruditos del momento certificaron que había nacido. Era un edificio bastante nuevo resultante en la calle Méndez Núñez, así bautizada nada más entubar el cauce del Darro en el tramo más próximo a Plaza Nueva, que eliminó la Acera y Placeta de los Tintes. En el solar que fue de la familia Bazán habían sido levantados los nuevos edificios de Correos, un bloque de pisos y el Hotel Internacional. En resumen: los estudiosos decidieron que la placa fuese colocada en la fachada del edificio número 41 (posterior 48, actual 40) de la calle recién bautizada como Reyes Católicos (que sustituía a la del almirante Méndez Núñez).

Aquella primera plaquita fue colocada a la derecha de la puerta del edificio de la familia López Medina, casi a la altura del primer piso

Aquella primera plaquita fue colocada a la derecha de la puerta del edificio de la familia López Medina, casi a la altura del primer piso. Era el 7 de febrero de 1888. Su texto decía: “Toda la isla de casas que hoy forman/esta mazana, constituyó desde la/Reconquista la morada solariega del egregio marino/D. Álvaro de Bazán/que nació en Granada el 12 de diciembre de 1526/El municipio de esta muy leal, muy noble/grande, nombrada, celebérrima y hermosa/ciudad, dedica esa lápida a tan ilustre/granadino, en recuerdo del tercer centenario de su muerte/ acaecida en Lisboa el 9 de febrero de 1588/”.

Tuvo la ocurrencia de tapar la lápida de Don Álvaro con el afiche. La gente empezó a quejarse y a enviar cartas a los periódicos

Allí estuvo la modesta placa colocada y olvidada hasta principios de la década de los veinte. Años en los que el Banco de Bilbao llegó a Granada, alquiló los bajos del número 48 de la calle Reyes Católicos y colocó carteles en su fachada anunciando cotizaciones de bolsa. Tuvo la ocurrencia de tapar la lápida de Don Álvaro con el afiche. La gente empezó a quejarse y a enviar cartas a los periódicos.

Polémica al canto. Se interesó por el asunto el Marqués de Casablanca (Antonio Díez de Rivera y Muro), a la sazón alcalde recién designado, y ordenó suprimir el cartel bancario de la fachada. Y no sólo despejarlo, sino que fue más lejos: quiso dignificar la figura del ilustre marino y encargó una lápida nueva. En este caso incluiría un medallón de bronce de mediano tamaño y una leyenda. El nuevo recordatorio fue colocado el 31 de octubre de 1923.

Antiguo edifico del Banco de Bilbao donde fue colocada la placa en 1923 (recuadro amarillo).
Placa recolocada en 1988 en un lugar próximo del nuevo edificio bancario.

Ya nunca más el Banco de Bilbao volvió a tapar la lápida… hasta que decidió retirarla para derribar el edificio a finales de los años cincuenta, aprovechando que también fue derribado el edificio de Correos con el que lindaba

Ya nunca más el Banco de Bilbao volvió a tapar la lápida… hasta que decidió retirarla para derribar el edificio a finales de los años cincuenta, aprovechando que también fue derribado el edificio de Correos con el que lindaba. Las demoliciones formaban parte de un amplio proyecto para abrir una plaza-rotonda y dar conexión a la calle Pavaneras por arriba y abrir una cala por abajo, partiendo la Manigua alta o ensanchando la calle San Matías. Sería para dar continuidad a la Gran Vía; aquella segunda gran vía se llamaría precisamente Gran Vía Álvaro de Bazán.

La volvió a colocar el alcalde Antonio Jara en compañía de la XIV Marquesa de Santa Cruz (Casilda Silva y Fernández de Henestrosa)

El resultado fue la Plaza Isabel la Católica de hoy, con alguna virtud y sus muchos defectos. El edificio del Banco de Bilbao fue retranqueado en su nueva fachada, formando doble esquina. La placa de Don Álvaro de Bazán quedó olvidada por algún rincón o almacén municipal. No fue hasta 1988 cuando volvieron a echar mano de ella para refrescar la memoria del almirante y su relación con Granada. La volvió a colocar el alcalde Antonio Jara en compañía de la XIV Marquesa de Santa Cruz (Casilda Silva y Fernández de Henestrosa). Le añadieron un marco metálico recordando que el Ayuntamiento la repuso en el IV Centenario de su defunción.

La ciudad de Granada volvió a acordarse de rendir homenaje a su hijo Álvaro de Bazán en tres ocasiones durante el siglo XX

La ciudad de Granada volvió a acordarse de rendir homenaje a su hijo Álvaro de Bazán en tres ocasiones durante el siglo XX. La primera fue a finales del XIX, cuando se alinearon las calles perpendiculares que desembocaban en la arteria principal de la Gran Vía naciente; dos de los tramos, más o menos coincidentes con la que fue calle Lecheros, pasaron a ser rotulados como Calle Álvaro de Bazán; unen la placeta de San Agustín con la calle Elvira. Fue rebautizada por el empresario Juan López-Rubio, promotor de la Gran Vía, porque no le gustó que su casa, la primera de la Avenida del Azúcar (número 26) llevara un nombre tan vulgar.

La segunda ocasión en que Álvaro de Bazán estuvo a punto de tener una estatua en Granada fue durante el ambicioso plan de reformas de Gallego Burín en los años cuarenta. Barajó la idea de pedir una copia del original colocado por la Armada en la Escuela Naval de Marín, pero al final acabó decantándose por la de Carlos V para la Plaza de la Universidad. Nunca se supo el lugar en que la habría colocado. (El alcalde Gallego Burín, en una conferencia que pronunció en el Paraninfo de la Universidad el 23 de enero de 1943, avanzó el ambicioso programa de reformas urbanas que iba a acometer. Entre ellas mencionó la colocación de dos estatuas en la zona céntrica de Granada, una a Álvaro de Bazán y otra a Alonso Cano. Sólo puso la de Cano).

También en 1960, con motivo de la apertura de la Plaza Isabel la Católica, fue barajada primero la idea de llamar al nuevo espacio como Plaza Álvaro de Bazán y colocar en el centro una de las réplicas existentes

También en 1960, con motivo de la apertura de la Plaza Isabel la Católica, fue barajada primero la idea de llamar al nuevo espacio como Plaza Álvaro de Bazán y colocar en el centro una de las réplicas existentes, la de Mariano Benlliure en Madrid o la que había modelado Francisco Asorey para Marín. Resultó que se había adelantado la Marina al sacar otra copia para la plaza de El Viso del Marqués, donde ubicó su archivo-museo histórico. Al final se decidió dar mayor monumentalidad a la rotonda, con una fuente incluida, y se trasladó la de Colón e Isabel desde el Paseo del Salón.

¿Imagen real o inventada de Álvaro de Bazán?

Muchas son las representaciones que existen de la imagen de Álvaro de Bazán. La mayoría de ellas pintadas o grabadas en fecha posterior a su muerte. Es decir, imaginadas o inventadas. No obstante, algunas tienen bastantes aires de verosimilitud porque están basadas en los retratos al fresco que hicieron los decoradores del palacio del Viso, iniciados en tiempos en que él estaba vivo. Por tanto, debieron conocerlo en persona en sus cortas estancias manchegas.

Ya para entonces lucía la característica perilla apuntada y mostachos

En el Viso existen retratos correspondientes a las épocas en que iba siendo estucada. Se le representa con poco pelo y grandes entradas en la frente en 1565, cuando tenía 39 años. Ya para entonces lucía la característica perilla apuntada y mostachos. Muy repetida en todos los retratistas de la época.

Unos cuantos años más tarde, en 1578, fue retratado flanqueado por sus mujeres. A la izquierda, Juana de Zúñiga Avellaneda, fallecida años atrás; a la derecha, María Manuel Benavides, sobrina suya; habían contraído matrimonio en Granada en 1558. Aquí ya aparece completamente calvo, con cincuenta y dos años.

El pintor valenciano Rafael Tejeo le hizo un retrato en color, en 1828, a partir del grabado de Felipe de Liaño (1611) (debajo de este texto). Es el que se guarda en el Museo Naval (debajo, izquierda). Otro cuadro al óleo se conserva en el Palacio del Viso del Marqués (debajo, derecha). Está atribuido a Juan Pantoja de la Cruz y es de la Fundación A. de Bazán. Pantoja fue coetáneo (1553-1608) del almirante y pudo hacérselo en persona.

Los anteriores retratos son los que sirvieron ya para que la prensa, los libros y las revistas de la primera mitad del siglo XIX los copiaran a plumilla para imprimirlos en sus rudimentarias planchas y grabados. Un ejemplo de ellos es el publicado por el Semanario Pintoresco, en 1839 (debajo, izquierda) o de la Calcografía Nacional, publicado por la Ilustración Española en 1888 (debajo, derecha).

Existen infinidad de pinturas sobre batallas y estampas marinas del siglo XVI que recogen la figura del almirante Don Álvaro de Bazán. Seguramente imaginadas porque sus autores nunca lo conocieron ni debieron tener acceso a los anteriores retratos

Existen infinidad de pinturas sobre batallas y estampas marinas del siglo XVI que recogen la figura del almirante Don Álvaro de Bazán. Seguramente imaginadas porque sus autores nunca lo conocieron ni debieron tener acceso a los anteriores retratos. Podría ser el caso del que sigue, representando la batalla de Lepanto y con el almirante en primer término, arrodillado, dando gracias. Es obra del pintor Hendrick van Balen (1575-1632). Esta figura de Don Álvaro se asemeja más a la escogida por Mariano Benlliure para su escultura de Madrid. La de Granada irá más encaminada a las cabezas calvas que parten de Panoja de la Cruz, aunque de rasgos más envejecidos como el modelo decimonónico de Tejeo.

Cuando fue colocada la escultura en la Plaza de la Villa de Madrid no abundaban las fotografías impresas en los medios de comunicación. Daban a conocer las fotos más importantes pasándolas a línea. Es lo que hizo La Ilustración Artística con su portada para divulgarla por toda España (en el número de 22 de febrero de 1892). Fue la imagen que más se repitió durante la primera mitad del siglo XX ya que la comisión organizadora del III Centenario editó 500 fotografías como la que sigue.

En Granada fue conocido el monumento a Don Álvaro inaugurado en Madrid a través de la portada de la revista artística y literaria El Heraldo (en su número 2, de 24 de diciembre de 1891). El dibujante F. Casado hizo un dibujo a la escultura de Benlliure y una detallada descripción. No copió ninguna de las fotos conocidas, da la sensación de que la dibujó del natural en la Plaza de la Villa. El grabado también se vendió como estampa en las papelerías de Granada. Es el que sigue:

Son miles las ilustraciones que proliferaron desde mediado el siglo XIX, cuando los historiadores empezaron a escribir biografías sobre el almirante y la Marina española bautizó buques con su nombre. La mayoría coincidentes con la imagen de un hombre maduro, vestido con armadura, calvo y con perilla. En la colección de la Calcografía Nacional hay varios, como los que siguen: el publicado por el grabador Valentín Carderera, a partir de un dibujo de José Vallejo Galeaza (1855), debajo, a la izquierda; el de José María Galván (1888), debajo, derecha. También su figura de hombre famoso fue incluida en cromos y colecciones de fundas de chocolate, como ésta de la fábrica Juncosa, durante la II República.  

Los seis Álvaro de Bazán y su rastro en Granada

Fueron seis los personajes históricos que llevaron el nombre de Álvaro de Bazán, lo que en algún caso ─como el del alcalde Eduardo Gómez─ podría inducir a confusión. El origen del apellido alude al topónimo navarro del valle de Batzán, aunque después sus ramas se fueron extendiendo por Castilla.

Este tercer Álvaro tuvo otros tres hermanos más, también nacidos en la casa del centro de Granada, que fueron los que dieron origen a otras ramas granadinas durante los siguientes siglos

El primero de ellos que aparece en tierra del Reino de Granada fue Álvaro de Bazán y Solís, casado con Mencía de Quiñones y poseedor de villas en la comarca de Guadix a partir de su conquista en 1490. Ya trasladada su familia a Granada capital, en 1505 nació su primogénito Álvaro de Bazán y Quiñones. A éste se le conoció como El Viejo, para distinguirlo de su famoso hijo. Fue el primero dedicado a la mar con el grado de almirante de galeras. El segundo -primero de los nacidos en Granada- casó con Ana de Guzmán. Le sucedió Álvaro de Bazán y Guzmán (el protagonista de este homenaje), nacido el 12 de diciembre de 1526 y desde muy joven también enrolado en la armada con su padre. 

Este tercer Álvaro tuvo otros tres hermanos más, también nacidos en la casa del centro de Granada, que fueron los que dieron origen a otras ramas granadinas durante los siguientes siglos. Se llamaron Diego, Juan y Alonso. El último de ellos fue también marino con rango de cuatralbo (jefe de cuatro galeras).

En su segundo casamiento con su parienta María Manuel Benavides tuvo como descendientes a Álvaro de Bazán y Benavides (el cuarto), Francisco, Pedro, Ana, Isabel, María Manuel, Brianda y Rodrigo

Siguiendo con el tercero, casó dos veces y tuvo varios hijos con sus dos esposas, ambas de Granada: con Juana de Zúñiga y Avellaneda engendró a Mariana, Juana, Brianda y Ana Manuel de Bazán y Zúñiga. En su segundo casamiento con su parienta María Manuel Benavides tuvo como descendientes a Álvaro de Bazán y Benavides (el cuarto), Francisco, Pedro, Ana, Isabel, María Manuel, Brianda y Rodrigo. La mayoría de ellos ya nacidos en tierras italianas, como fue el caso del cuarto Álvaro de Bazán y Benavides, que vio su primera luz en Nápoles en septiembre de 1571.

Éste también alcanzó el grado de capitán general de galeras. Casó con Guiomar Manrique de Lara en Nápoles y engendró al quinto Álvaro de Bazán y Manrique de Lara. El último que llevó el nombre fue Álvaro de Bazán Doria Carreto (sexto), nacido en Palermo y emparentado con otra familia de famosos marinos. Éste ya murió sin descendencia directa y el marquesado de Santa Cruz pasó a la rama de sangre femenina en la persona de su tía María Eugenia Bazán y Benavides.

Pero tanto la rama principal como las secundarias siempre siguieron relacionadas con Granada porque aquí tenían parte de sus posesiones, como bien atestiguaba Paula Valladar en 1888

Como se ve, los tres primeros Álvaro de Bazán estuvieron muy ligados a Granada: el primero por acudir a la Toma y participar en el reparto de tierras y casas; los dos siguientes nacieron y vivieron en la ciudad; a partir del tercero ya tuvieron sus vidas ligadas a posesiones de la Corona española en tierras italianas. Pero tanto la rama principal como las secundarias siempre siguieron relacionadas con Granada porque aquí tenían parte de sus posesiones, como bien atestiguaba Paula Valladar en 1888.

Escudo del apellido Bazán en calle Mano de Hierro, único de la saga que pervive en Granada.

Tras la demolición y profunda reforma de las casas, convento e iglesia de Sancti Spíritus que formaron la manzana de su hogar junto al río Darro, en el corazón de Granada, ningún vestigio ha quedado de su heráldica

Tras la demolición y profunda reforma de las casas, convento e iglesia de Sancti Spíritus que formaron la manzana de su hogar junto al río Darro, en el corazón de Granada, ningún vestigio ha quedado de su heráldica. El único escudo que queda del apellido Bazán en edificios de Granada es uno sobre el dintel de una casa en la calle Mano de Hierro. Es relativamente nuevo como para proceder de algún desmonte de los que debió haber en la casa principal de la calle de los Tintes a mediados del XIX. No ha sido estudiado, probablemente proceda de alguna de las ramas menores del famoso apellido del almirante invicto.

Las fotografías y tratamiento gráfico son obra de Luis Ruiz Rodríguez.

Información complementaria de otros reportajes de Gabriel Pozo Felguera:

Para conocer el programa de actos, ver: https://www.alvarodebazan500.org/