Ecologistas en Acción y colectivos ciudadanos rechazan la planta de biogás de La Calahorra e insisten en sus riesgos ambientales

Ecologistas en Acción, junto a diferentes colectivos como LACEA y otros grupos vecinales y ambientales de la comarca del Zenete, ha expresado su "firme oposición" a la inauguración de la nueva planta de biogás en La Calahorra, un proyecto que consideran "impuesto sin un proceso real de participación ciudadana, ni una evaluación transparente de sus impactos". "Para Ecologistas en Acción es un día triste, también para sus vecinos, su acuifero y su medio ambiente, excepto para su alcalde del PP, Alejandro Ramírez Pérez", ha señalado el colectivo en una nota de prensa en la que advierte de que estarán "muy pendientes" de dicha planta y harán "un riguroso seguimiento". "Denunciaremos y exigiremos el cumplimiento de todas y cada una de las exigencias, sabiendo que no cumplirán la mayoría", ha añadido.
"Esta instalación genera riesgos ambientales, provocará contaminación del acuífero y molestias vinculadas al transporte de residuos, emisiones y olores, además de afecciones al entorno natural y al bienestar de la población", según resalta Ecologistas que Acción. A juicio de la organización, "las administraciones han priorizado los intereses empresariales por encima de las preocupaciones de la comunidad que seguirá reclamando mayor transparencia, estudios independientes y alternativas energéticas verdaderamente sostenibles que no comprometan la calidad de vida". Mientras se inaugura la planta de Biogás, muchos vecinos y vecinas han trasladado que perciben "cierta presión por parte de la empresa para que no se manifiesten durante el acto". Por eso han decidido expresarse de otra forma, con "Cajas con nuestra voz" en la puerta del Ayuntamiento.
El alcalde NO está respaldando las demandas vecinales y su postura es más cercana a la empresa de biogás, Agrovalorizaciones.
Así mismo desde Ecologistas en Acción no entendemos cómo encaja la compra del Castillo de la Calahorra por parte de la Diputación de Granada para poner en valor su patrimonio, con la construcción de otra industria contaminante más, que aún estando fuera del entorno bic del mismo, desde la cima de ve el llano convertido en un polígono industrial. El turismo que se pretende fomentar va a ser víctima de los efectos altamente perjudiciales de esta macroplanta junto a las demás industrias ya existentes que han roto el paisaje y lo han desnaturalizado, generando una imagen nefasta de un territorio a los pies de Sierra Nevada



























