El PSOE permanece pasivo sin poder intervenir

Allanado el gobierno de las derechas en Granada, que solo complica el reparto de sillones

Política - J.I.P. - Viernes, 14 de Junio de 2019
Al margen de la excesiva teatralidad, como así pasó en el acuerdo de los presupuestos andaluces y, antes, del pacto a la andaluza en la Junta, tanto el PP, como Ciudadanos y Vox tratan de cerrar un acuerdo para el gobierno de Granada, que solo complica el reparto de sillones, lo único sobre la mesa de negociaciones.
Salón de pleno del Ayuntamiento de Granada, con la silla de alcalde, en primer plano.
P.V.M
Salón de pleno del Ayuntamiento de Granada, con la silla de alcalde, en primer plano.
A un día del pleno de constitución, convocado a las 12.00 horas, solo las derechas negocian. Con dificultades, por el reparto de poder, pero negocian. En Madrid y Sevilla. Entre PP y Ciudadanos, y PP y Vox, de momento, a la espera de una reunión a tres bandas, después de que Juan Marín levantara el veto a pactar con la extrema derecha.
 
A diferencia de hace cuatro años, cuando Luis Salvador permitió gobernar a José Torres Hurtado, nada pintan las organizaciones provinciales o locales.
 
Los socialistas, pese a ser la fuerza más votada en la capital, permanece inactivo dejando que las cosas ocurran sin su intervención. Y ni en Sevilla ni en Madrid han logrado convencer a Ciudadanos.
 
Francisco Cuenca, que esta mañana dará su última rueda de prensa como alcalde en funciones, solo le queda esperar a que en el reparto de sillones tense tanto la cuerda la extrema derecha, que no se cierre el acuerdo. Lo que fuentes de las negociaciones de las derechas descartan.
 

Un acuerdo de sillones, sin programa en común

A última hora de la noche, todo se mantenía igual: Vox sigue vetando a Sebastián Pérez y exige entrar en el gobierno municipal y consejos de administración. Porque solo se negocian sillones, nada de programas. 
 
El PP de Granada, callado como Ciudadanos, rompió su silencio en la tarde de ayer para desmentir informaciones no confirmadas que apuntaban a que PP y Ciudadanos comercializaban con Granada y cambiaban el gobierno de la capital por la Diputación de Málaga.
 
Pero hasta en el comunicado, el PP de Granada quedaba en evidencia al reconocer que habían tenido que ponerse en contacto con la dirección regional, para que les desmintiera ese cambalache. 
 
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