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Artículo de Opinión

España tribal

Política - Miguel Ángel Fernández Madrid - Jueves, 29 de Octubre de 2020
Miguel Ángel Fernández Madrid, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Granada, con la claridad y aguda crítica que caracteriza a sus artículos, repasa la gestión de la pandemia por parte de la Junta y la tendencia de esta a torpedear la acción del Gobierno central.
Juan Manuel Moreno conversa con Juan Marín en la reunión del Gabinete de Crisis esta semana.
Junta
Juan Manuel Moreno conversa con Juan Marín en la reunión del Gabinete de Crisis esta semana.

Para nuestra desgracia se ha instalado en el país la dicotomía salud o economía. Por más que los datos nos digan que es un dilema falso, ahí seguimos, empeñados en decantarnos por una cosa o por la otra. Los países asiáticos, a pesar de las diferencias locales, con sus errores y aciertos, comprendieron rápido que sin salud no era posible la economía. De tal modo que pusieron todo el interés en el control de la pandemia. Sus economías se desplomaron, cómo no, pero hoy son economías que muestran signos de recuperación a pesar de que la crisis es planetaria. Son países, excepto el caso de China, en los que han existido críticas a las medidas gubernamentales, pero ha primado el interés colectivo.

Sencillamente, la situación, en Granada, se ha ido de las manos a las autoridades. Hoy, en este momento -y sólo estamos a final de octubre- la atención primaria ha colapsado y los hospitales tienen ingresos, bien en las plantas habilitadas al efecto, bien en UCI, que crecen exponencialmente acercándose claramente hacia la saturación, y dicha saturación implica tener que decidir a quién le salvas la vida y a quién le ayudas a morir

En España todo es diferente. El estado de alarma recorre toda Europa, también en su forma jurídica, pero aquí toda acción del gobierno central se despacha con una crítica feroz. Los nacionalismos catalán y vasco, que pensábamos que eran los únicos que ponían en duda la unidad del país, se han visto superados por localismos regionales: “Déjeme a mí que yo gestione la desescalada, que no tiene usted ni puta idea y ya verá cómo recuperamos la economía que lo del virus es una patochá”. Madrid ha sido el caso extremo. Pero también Andalucía ha querido ser reino Taifa: “Estamos preparados” decía Marín. Con el dinero del gobierno central se olvidaron de reforzar la atención primaria y decidieron poner todo el foco en la costa, especialmente en la del Sol. Se olvidaron de las condiciones de vida de los inmigrantes que trabajan bajo los plásticos en El Ejido y se armó un follón de contagios que ni te cuento. Se olvidaron, por poner otro ejemplo más cercano, que Granada depende de su Universidad, de los servicios en torno a la misma (fundamentalmente hostelería, ocio, cultura...) y de la movilidad que generan 60.000 estudiantes venidos de todos los puntos de Andalucía, unos pocos menos de España y también de Europa. Así que toda vez que se salvó el verano en la playa (por decir algo porque en agosto empezó la segunda ola) y gran parte de los recursos fueron allí, se centraron en salvar el puente de octubre. Pero el virus no discrimina entre un bar o un aula. Sencillamente, la situación, en Granada, se ha ido de las manos de las autoridades. Hoy, en este momento -y sólo estamos a final de octubre-, la atención primaria ha colapsado y los hospitales tienen ingresos, bien en las plantas habilitadas al efecto, bien en UCI, que crecen exponencialmente acercándose claramente hacia la saturación, y dicha saturación implica tener que decidir a quién le salvas la vida y a quién le ayudas a morir. 

El localismo andaluz nos va a salir muy caro, tanto en términos de salud como en términos económicos. Moreno Bonilla pone todo el foco en la reconstrucción de la economía tras el fin de la pandemia y allí centra su exigencia al gobierno central. Pasa de puntillas por la gestión de la actual crisis económica, sanitaria y social. Y qué les voy a decir de Luis Salvador. Ha cambiado de opinión tantas veces, incluso en el mismo día, que ya la verdad es que le pongo poca atención. Su mensaje es un mensaje hueco. Y cuando tiene contenido, sólo busca su interés particular, no quedar mal ante el gobierno andaluz. De modo que es su trasero lo que está guardando, nunca el interés general.

Qué duda cabe que el gobierno central ha tomado algunas decisiones con poco acierto. Toda acción humana es imperfecta. Y quien esté libre de culpa que tire la primera piedra. Lo que no ha hecho ha sido torpedear la acción de gobierno de los demás. 

Ayer el PSOE de Granada realizó un foro telemático con expertos como Joan Carles March, José Martínez Olmos, Saskia Hernández y Daniel López Acuña. No hubo medias tintas en cuanto a la grave situación sanitaria que vivimos. Como tampoco ahorraron críticas a las dificultades para la gestión de esta nueva enfermedad poniendo el acento en las autonomías alguno de ellos. No le faltaba razón a Celaya: uno de nuestros males es el tribalismo. De modo que nos viene al pelo eso del mal de muchos, consuelo de tontos. 

Miguel Ángel Fernández Madrid, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Granada.