La clase trabajadora, mercancía del mejor postor

Blog - El Mirón - Juan Ferreras - Viernes, 8 de Noviembre de 2019
El histórico sindicalista Rafael Navarrete, conducido esposado a los Juzgados por defender los derechos laborales del Gremio del Metal.
Archivo Juan Ferreras
El histórico sindicalista Rafael Navarrete, conducido esposado a los Juzgados por defender los derechos laborales del Gremio del Metal.

Los derechos no se heredan, se conquistan, sentenció un sindicalista auténtico y consecuente como Marcelino Camacho. Qué pocos derechos conquistan los llamados sindicalistas de nuestros días, integrados en unas organizaciones vendidas a la subvención del gobierno de turno y a los dictados de la oligarquía explotadora; unos sindicatos dóciles y domesticados por las prebendas y la compraventa en la que nada cuentan los legítimos derechos de la clase trabajadora, esos que no se adquieren por herencia, sino que se consiguen mediante la conquista de la conciencia de clase, tan olvidada en las cúpulas dirigentes del mal llamado sindicalismo español.

La obediencia debida y la sumisión a los dictados de la gran patronal, del Ibex 35, de los círculos de empresarios, de las botines, de los florentinos y de tantos otros nombres del poder económico, protagonizan la acción sindical de este tiempo, en el que la doctrina neoliberal se propaga como la pólvora a través de los grandes medios de comunicación y sus verdaderos detentadores, los principales partidos del espectro patrio (PP, PSOE, Cs, las formaciones nacionalistas de las burguesías vasca y catalana, Vox y otros allegados de últimas hora) que han logrado una inimaginable unidad de acción que es la que rige los opacos destinos de este país.

Herramientas no les faltan: la supresion del artículo 135 de la Constitución, las reformas laborales, la ley mordaza,la propuesta de nombramiento de una  vicepresidenta económica que defiende los intereses europeos y cuya principal aportación es la famosa "mochila austriaca", el más feroz atraco a las clases populares....y tantos otros instrumentos del Poder.

Si aún no fuese suficiente metralla aniquiladora de la clase trabajadora, recurren a nuevas fórmulas  como tratar de inocular el veneno del odio competidor hacia el hermano migrante... 

¿Hacía donde va la clase trabajadora? ¿Donde está la esperanza de nuestra revolución?, como se preguntaba el eterno Carlos Cano.

Frente a este aciago y negro panorama no viene mal reflexionar acerca de la lucha impertérrita de los sólidos sindicalistas que nunca desfallecieron en el combate y siempre prefirieron acabar con sus huesos en la cárcel antes que doblegarse y dar su brazo a torcer en la defensa y reivindicación de sus derechos, como muestra la fotografía que acompaña este comentario, en la que el histórico secretario del metal de CCOO, Rafael Navarrete, era esposado y detenido por la Policía para ser conducido a los juzgados, donde sería procesado. Sin embargo, su ejemplo y testimonio de luchador incansable y su decidida apuesta por la defensa de la clase trabajadora debiera servirnos para abrir los ojos, mirar de frente a los enemigos, profundizar en nuestra conciencia de clase y tener muy presente que podemos subvertir la asfixiante situación actual cuando acudamos a votar el próximo domingo. 

Imagen de Juan Ferreras

Imposible resumir a Juan Ferreras: ha trabajado en tantos medios, en tantos lugares, ha hecho tantas cosas. Y en todos ha dejado su impronta personal y profesional. Es el fotoperiodista: periodista, primero, y capturador de realidades, después. O a la inversa. Un lujo para todos los que han podido disfrutar de su trabajo y su tiempo. Un extraño guía espiritual, que siempre niega ser. Una referencia para todos en esta sociedad tan injusta y descarnada, aunque lo niegue. Puede que la palabra compromiso alguien la inventara para él. Por encima de ideologías, que la tiene muy clara, y tan clara, de partidos o de corrientes. Cuando otros, a estas alturas, repliegan banderas y compromisos, más alta la eleva. En este fotoblog nos regala imágenes de la vida. La vida real y cruda. La que muchos quisieran esconder y que trata de dignificar situándose detrás de esa cámara que ha retratado a reyes.