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Contaminación atmosférica

El aire de Granada duplica la concentración máxima de las partículas más dañinas para la salud fijada por la OMS

Ciudadanía - J. M. M. - Domingo, 29 de Diciembre de 2019
La capital registra este año un promedio de 21 microgramos/m3 de partículas PM2,5, mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda no superar los 10 microgramos.
'Boina' de contaminación sobre Granada, el pasado 10 de diciembre.
Ayto.Granada
'Boina' de contaminación sobre Granada, el pasado 10 de diciembre.

 

La contaminación del aire es un grave problema en Granada, todos los sabemos. Es una de las tres ciudades españolas con mayor concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) y sufre también una elevada presencia de ozono troposférico (O3), especialmente en verano, y de partículas en suspensión, que se agravan con las invasiones de polvo africano que de vez en cuando llegan a la provincia.

Dentro de las partículas en suspensión las estaciones de medición distinguen dos tipos: las PM10 y PM2,5.  Las primeras tienen un tamaño inferior a 10 micras (una micra es la milésima parte de un milímetro), y son las que provocan las calificaciones de aire malo o muy malo en los informes diarios de calidad del aire, puesto que Granada supera con frecuencia los límites máximos diarios fijados por la legislación, de 50 microgramos por metro cúbico de media al día. 

Informe diario de calidad del aire de la Junta correspondiente a este jueves, 26 de diciembre, con aire de mala calidad en la estación de Granada Norte, por exceso de partículas PM10.

Y luego están las partículas PM2,5, más diminutas aún, con tamaño inferior a 2,5 micras, pero que precisamente son las más dañinas para la salud, porque, además de ser inhaladas y penetrar en las vías respiratorias, pueden alcanzar las zonas más profundas, los alveolos pulmonares y quedarse retenidas en los bronquios, pues, a diferencia de las PM10, al ser tan pequeñas no pueden ser expulsadas por las mucosidades o la tos, y se quedan retenidas en los pulmones.

La concentración de estas partículas finas PM2,5 en el aire de Granada duplica las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), fijadas en un máximo de 10 microgramos por metro cúbico de media anual. En Granada, según el último informe de calidad del aire de la Junta de Andalucía, entre enero y noviembre de este año el promedio ha sido de 21 microgramos/m³ en la estación de Granada Norte, una de las dos que existen en la capital (ubicada en la Avda. Luis Miranda Dávalos). Es más del doble de lo que fija la OMS.

En la otra estación granadina que mide la concentración de estas partículas, junto al Palacio de Congresos, el promedio es de 18 microgramos/m³, casi el doble que el límite establecido por la OMS

Los valores medios de estas partículas que se dan en Granada están por debajo del máximo que marca la legislación europea, que es la que se aplica en España, fijado en 25 microgramos/m3. Igual sucede con las partículas PM10, en las que la normativa establece un máximo de 40 microgramos/m3 de media anual, mientras que la OMS recomienda no rebasar los 20 microgramos, un valor que se supera sistemáticamente en Granada: las cuatro estaciones de la provincia lo superan (34 microgramos la de Armilla, 28 en Granada Norte y Motril, y 26 en Palacio de Congresos, según el promedio enero-noviembre de este año). 

Sin embargo, Ecologistas en Acción afirma que la Directiva 1999/30/CE sobre calidad del aire preveía que, a partir de 2005, se iría reduciendo progresivamente el valor límite anual de las partículas PM10 hasta alcanzar los 20 µg/m3 recomendados por la OMS en 2010. Pero, "tras la revisión de la Directiva realizada en 2008 se acordó no reducir este límite legal por presiones de los Estados con dificultades para cumplirlo, como España. De este modo la UE dio un importante paso atrás en la protección de la salud de los ciudadanos, premiando a los Estados más incumplidores de la legislación ambiental, como el nuestro". 

La capital con mayor concentración

Los valores de partículas PM2,5 de Granada son los más altos entre las capitales andaluzas (en Huelva y Sevilla, las que más se le acercan, se quedan en 17 microgramos/m3). En Madrid, por ejemplo, el valor máximo que se alcanzó en 2018 fue de 13 microgramos de promedio anual, mucho más bajo que en Granada. 

Según explica el Ministerio de Transición Ecológica, las partículas en suspensión "son los contaminantes del aire más importantes en términos de peligrosidad para la salud humana, ya que pueden ser inhaladas y penetrar así en el sistema respiratorio; las de menor tamaño (de 2,5 micras de diámetro, o inferior), pueden incluso alcanzar los alveolos pulmonares, lo que les permite de este modo llevar sustancias nocivas a zonas muy sensibles y agravar patologías que pueden conducir incluso a una muerte prematura. De este modo, las partículas (en especial las PM2,5) pueden estar implicadas en el incremento de la mortalidad y de la morbilidad por causas respiratorias y cardiovasculares".

Además de PM10 y PM2,5, las partículas ultrafinas (inferiores a 0,1 micras, UFP, que no detectan las estaciones de medición de la Junta) "pueden incluso alcanzar el flujo sanguíneo y afectar por tanto a diversos órganos, y afectar al sistema nervioso central y al sistema reproductor, entre otros", añade el Ministerio.

Ecologistas en Acción indica que la OMS estima que la esperanza de vida de los europeos se reduce por término medio en 8,6 meses por la exposición a las PM2.5, que son asociadas principalmente al tráfico urbano

"Los estudios toxicológicos muestran que las partículas finas de origen antropogénico (causadas por el hombre), especialmente las generadas por la combustión de carburantes fósiles, provocan mayores daños sobre la salud que las partículas de origen geológico, como el polvo sahariano",dice Ecologistas en Acción. Y en el caso de Granada, su orografía (al pie de Sierra Nevada, que hace de pared) y la ausencia de vientos facilitan que las partículas se mantengan más tiempo suspendidas en el aire y dañen más la salud de sus habitantes.