Artículo de opinión sobre el caudal ecológico del río Dílar

La aplicación de la ley y su oportunidad

Ciudadanía - Javier Egea, miembro de Ecologistas en Acción - Viernes, 18 de Agosto de 2023
Javier Egea, miembro de Ecologistas en Acción, opina sobre el corte del riego a los regantes del río Dílar, en pleno verano, para garantizar el caudal ecológico del río.
Río Dílar, seco, a su paso por la Vega, cuando no se respetaba su caudal ecológico.
IndeGranada/archivo
Río Dílar, seco, a su paso por la Vega, cuando no se respetaba su caudal ecológico.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir acaba de cortar los riegos a los regantes del río Dílar. Lo hace en cumplimiento de la Ley de Aguas que establece que el caudal ecológico del río es prioritario, excepto para consumo humano (y eso si no hay otras alternativas de abastecimiento) Hace bien la Confederación en aplicar la ley ya que, de no hacerlo, podrían estar incurriendo en delito de prevaricación, que supone penas de cárcel.

"Han tenido años para asegurar los caudales ecológicos y, sin embargo, lo hacen en pleno verano, cuando los usuarios han invertido su trabajo en plantar contando con más o menos agua y van a sufrir unos daños irreparables"

Sin embargo, la oportunidad no es la más idónea. Han tenido años para asegurar los caudales ecológicos y, sin embargo, lo hacen en pleno verano, cuando los usuarios han invertido su trabajo en plantar contando con más o menos agua y van a sufrir unos daños irreparables.

Por supuesto que hay que mantener el caudal ecológico, pero ya que estamos, lo mismo va a dar que se asegure hoy o dentro de un mes. Ni el río, ni los ecosistemas, van a notar este retraso y se pueden paliar algo los daños a los usuarios.

Sin embargo, a partir de ahora, sí que hay que exigir a la Confederación que se cumpla la ley. Pero ¡ojo! La ley es para todos.

Desde el año 1997 hay un sentencia judicial que considera caducada la concesión de Cetursa para extraer agua de la 'ex-Laguna' de las Yeguas. Llevan 25 años robando el agua de la cuenca del río Dílar, sin que la Confederación haya hecho nada, a pesar de las múltiples denuncias de Ecologistas en Acción para que se aplique la sentencia.

"También Cetursa está extrayendo agua de más del río Monachil, sin que el organismo de cuenca les haya obligado a poner los contadores que dice la ley. Se ve que la ley no es igual para todos" 

También Cetursa está extrayendo agua de más del río Monachil, sin que el organismo de cuenca les haya obligado a poner los contadores que dice la ley. Se ve que la ley no es igual para todos. Hay más. Se construyó el canal de Loaysa para abastecimiento de Granada y para completar los riegos de la Vega sur. Está obra está ahí, terminada y presta a funcionar, pero no da ni gota de agua a los regantes.

La Confederación se excusa diciendo que los regantes no han solicitado esa concesión (puede ser cierto) pero también es cierto que nadie les dijo a las comunidades de regantes que hicieran esa petición, ni el modo de hacerla.

¿Quiénes han estado reclamando que se dé uso a ese canal de acuerdo con los objetivos para los que se construyó? Los ecologistas, que llevan años pidiendo que esa infraestructura se ponga en funcionamiento y proporcione agua a la Vega sur.

"Los regantes deben adecuarse a los tiempos que vienen, que van a ser cada vez más secos. Deben imaginar otros modos de asegurar el agua (balsas, pozos) y sabiendo que van a disponer de agua del río de acuerdo a su concesiones, siempre que se respeten los caudales ecológicos del Dílar"

Por todo eso pienso que los regantes deben adecuarse a los tiempos que vienen, que van a ser cada vez más secos. Deben imaginar otros modos de asegurar el agua (balsas, pozos) y sabiendo que van a disponer de agua del río de acuerdo a su concesiones, siempre que se respeten los caudales ecológicos del Dílar. Deberían exigir que no se detraiga agua ilegalmente del río (tanto de Cetursa como de otras captaciones sin regularizar de los propios regantes) y exigir a la Confederación que ponga en funcionamiento el canal de Loaysa para que cumpla las funciones para las que se construyó.

Finalizo felicitando a la Confederación por aplicar la legislación, aunque con lustros de retraso, y lamentando el momento que ha escogido para hacerlo. Hay que aplicar la ley pero, si es posible, con justicia y aminorando en lo posible los daños que pueda causar.