La plataforma que lucha contra la invasión de calles y plazas por terrazas y bazares eleva una propuesta a la Alcaldía

Un decálogo para que la ciudadanía recupere el espacio público de Granada

Ciudadanía - J.I.P. - Jueves, 8 de Septiembre de 2016
‘La calle es de todos’, la plataforma ciudadana que lucha contra la desmedida ocupación del espacio público de la capital granadina por parte de terrazas de establecimientos hoteleros y de bazares, con la exposición en el exterior de las tiendas de sus mercancías, ha elevado una propuesta consensuada en distintos foros a la Alcaldía para recuperar las calles y plazas con un uso ordenado y equilibrado por parte de la iniciativa privada.

Imagen que avergüenza con una valla pegada a un banco público. Juan Cañavate

En el escrito enviado a la Alcaldía de Granada, firmado por Manuel Mateo, Juan Ferreras y Juan Cañavate, en representación del colectivo ciudadano que durante el verano ha denunciado en las redes sociales la ocupación ilegal de calles y plazas, propone un decálogo de actuaciones que incluye, desde la necesidad de que los bares y restaurantes coloquen en lugar visible un plano con las mesas autorizadas, así como su distribución, hasta la prohibición de que los segways circulen por aceras o espacios peatonales.

La plataforma justifica su propuesta al considerar que desde “hace una década, las calles y plazas de nuestra ciudad, con el consentimiento de quienes la han gobernado, están siendo ocupadas por elementos de todo tipo que impiden el uso y disfrute por parte de los ciudadanos”. Y sentencian que “establecimientos hoteleros, los de restauración… los comercios de todo tipo, ocupan un espacio que no les corresponde y para lo cual, en su inmensa mayoría, no tienen autorización municipal para hacerlo”.
 
Con el documento, presentado ahora en septiembre, cuando el gobierno municipal socialista se comprometió a partir de este mes a regular la ocupación de calles y plazas, tras la movilización ciudadana, el colectivo quiere trasladar “una propuesta de reordenación del uso de los espacios públicos que, en los últimos años, ha sido usurpado a sus legítimos propietarios, generando serios problemas de convivencia y repercutiendo de forma especialmente negativa en la calidad de vida de la ciudad y en la imagen de la misma”.
 

Terraza que se 'come' el Centro Lorca. Juan Ferreras

Además, advierten de que la plataforma “no está de ninguna manera en contra de la actividad turística” que, entienden, “fundamental para la vida económica de la ciudad. Sólo estamos en contra del abuso desmedido que algunos han hecho de algo que no les pertenece”. El objetivo final de su propuesta, subraya, “no es otro que el de recuperar la convivencia frente a los que la destruyen con sus actos insolidarios”.
 
“Por eso insistimos en que nuestra lucha lo que intenta es ordenar el uso de ese bien, que es de todos, para crear una ciudad vivible y sostenible que garantice su futuro”, suscribe el colectivo.
 

Un bazar con todo el tenderte en e exterior ocupando la acera. Juan Cañavate

“Las ciudades son espacios de convivencia y, como tales, deben regirse por un orden que respete los intereses de todos los que en ella conviven.

El legítimo negocio de las empresas que explotan esas ciudades, sus calles, sus plazas, su patrimonio histórico o la rentabilidad económica de los espacios que las conforman, no justifican la destrucción de ese orden ni la egoísta apropiación por parte de algunos de lo que es de todos.

El presente documento elaborado por la Plataforma ‘La calles de todo’, expuesto de forma pública y enriquecido con distintas y numerosas aportaciones, tanto en el muro de Facebook (la calle es de todos) de dicha Plataforma, como en otros espacios de debate, se constituye en una propuesta de recuperación de ese orden perdido que trasladamos a las autoridades municipales y a la opinión pública.



Entendemos que la forma de hacerlo es corregir evidentes perversiones que se han dado en ese uso y que han acabado por convertirlo en abuso.

Entendemos igualmente que gran parte de la responsabilidad de ese abuso no es exclusiva de un sector del empresariado hostelero, comercial o de servicios en general, que usa el espacio público como lugar de trabajo y que se vincula fundamentalmente a la explotación turística de la ciudad, sino también en unas autoridades municipales que han participado activamente en la destrucción de la necesaria convivencia entre los distintos intereses que confluyen en las calles y plazas de nuestra ciudad.

(Extracto de la propuesta de 'La calle es de todos')

Decálogo para la recuperación de los espacios públicos

1.- Revisar y reducir el número de mesas y veladores. Fundamentalmente en aquellos espacios saturados y explotados por encima de su capacidad:

Plaza de Bibrrambla, calle Navas, Plaza Nueva, Marqués de Gerona, Pescadería, Albaicín, Romanilla, Elvira…y muchas otras calles y plazas de la ciudad.

2..- Reordenar las  tarifas de terrazas adecuandolas a una jerarquía de calles por zonas y por precios y que éstos tengan una repercusión relevante en las arcas municipales.

Si la calle genera riqueza, parte de esa riqueza debe redistribuirse a través de mecanismos recaudatorios adecuados, compensando parte de los problemas que genera la ocupación y explotación de esa calle.

Una mesa en Plaza Nueva o en Bibrrambla no puede pagar las mismas tasas que en barrios perífericos de la ciudad alejados de los entornos patrimoniales.

3.- Eliminación de todos los elementos que ocupan la vía pública fuera de la normativa: publicidad vertical, banderolas, caballetes, muebles, carritos de postres, etc… colaborando en una ocupación invasiva y abusiva del espacio público.

4.- Eliminación del mobiliario de cierre de terrazas, mamparas, cristaleras, maceteros, etc.

Revisar igualmente toldos, aspersores, etc.

Las terrazas se han convertido prácticamente en espacios cerrados, en nuevos locales añadidos gratuitamente a los existentes por los empresarios y usurpados a vecinos y ciudadanos en general.



5.- Ubicar de forma visible en las fachadas de los bares y restaurantes que ocupen espacios públicos, un  plano con la colocación de las mesas, veladores y número de ellas. 

Dibujar en el suelo de las terrazas, el perímetro del espacio permitido en la ubicación y distribución de las mesas y veladores.

6.- Eliminar los “toneles”, mesas adosadas y demás mobiliario que ocupe la vía pública con la excusa de la Ley antitabaco, cuando los establecimientos ya dispongan de mesas y veladores o cuando por el tamaño de las aceras se obstaculice el paso.

7.- Reforzar la inspección de los establecimientos y elevar la cuantía de las infracciones incluida la prohibición de volver a poner mesas en casos de reiterado incumplimiento.

8.- Revisar desde la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico el impacto visual de terrazas, veladores, sombrillas y mobiliario en el entorno de Bienes Protegidos y establecer como vinculantes sus correspondientes informes.

9.- Revisar el uso de los segways y, en cualquier caso, prohibirlo en aceras o espacios peatonales de plazas y calles.

Igualmente revisar el recorrido del tren turístico y, en cualquier caso, prohibir su paso por calles peatonalizadas, Romanilla, Alhondiga, etc…Además, reordenar sus paradas para evitar el colapso de tráfico en algunas zonas (Paseo de los Tristes…) donde sólo existe un carril en el vial.

10.- Revisar la colocación de los productos de venta de bazares y tiendas y su ocupación del espacio público.

Fundamentalmente en calle Alcaicería, Calderería, Plaza Nueva, Elvira, Carrera del Darro y otros.
Informaciones de referencia: