Dúrcal convoca un minuto de silencio por su vecina asesinada a puñaladas, que no había denunciado

Ciudadanía - Europa Press - Martes, 14 de Agosto de 2018
Centro de Dúrcal.
patronato turismo/ep
Centro de Dúrcal.

El Ayuntamiento de Dúrcal ha convocado un minuto de silencio a las 12,00 horas de este martes en señal de duelo por la muerte a puñaladas de una vecina de 21 años a manos supuestamente de su pareja, de 38 años, que está detenido desde poco después de que sucedieran los hechos, la pasada medianoche.

Así lo ha indicado a Europa Press la alcaldesa del municipio, Antonia Fernández, que ha indicado que no consta que la joven hubiera presentado denuncias ante el Centro de Información de la Mujer ni ante la Policía Local.

El pueblo se ha levantado "consternado" ante este caso, ha agregado Fernández, que ha indicado que toda la Corporación Local ha sido convocada para el minuto de silencio de este mediodía, en la plaza del pueblo, al que acudirá el presidente de la Diputación, José Entrena. "Lo ves en la tele todos los días, pero no espera que en tu pueblo pueda pasar", ha lamentado la alcaldesa.

Según han informado fuentes de la Guardia Civil a Europa Press, fue el detenido quien llevó personalmente al centro de salud de Dúrcal a la mujer, ya malherida, y allí los servicios sanitarios intentaron reanimarla, aunque no consiguieron salvar su vida.

El detenido, de nacionalidad marroquí, huyó posteriormente, si bien el dispositivo articulado por el Instituto Armado, una vez fueron denunciados los hechos, consiguió detenerlo poco después, en las inmediaciones de este centro de salud.

Permanece en las instalaciones de la Comandancia en Granada de la Guardia Civil, que está instruyendo las diligencias oportunas para el esclarecimiento del suceso.

Fuentes cercanas al caso consultadas por Europa Press han indicado que la pareja residía desde hace algo más de un año en el pueblo, con un bebé, y no eran muy conocidos por sus vecinos. Ella, de nacionalidad española, no era tampoco originaria del municipio.

La casa en la que convivían está en el centro del pueblo, a unos cien metros de la plaza en la que hoy sus convecinos se reúnen para la condena de un suceso en el seno de una pareja que, según han relatado, tenía problemas, y que incluso la Policía Local había tenido que acudir en alguna ocasión al domicilio en este sentido.