Paco Lobatón aboga por crear unidades específicas dedicadas a personas desaparecidas

Ciudadanía - María Andrade - Domingo, 17 de Agosto de 2025

La familia de María Teresa Fernández, la joven desaparecida en Motril hace 25 años, nunca se ha rendido. Lo sabe bien el periodista Paco Lobatón, fundador de la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas QSD Global, que mantiene un relación "muy estrecha" con la familia motrileña. El periodista estará en el homenaje que Motril ha organizado para recordar a su vecina este lunes, 18 de agosto.

La "total ausencia de noticias" es "lo más demoledor". "Esa incertidumbre es corrosiva en el ánimo"

Paco Lobatón incide, en una conversación con El Independiente de Granada, en que la "total ausencia de noticias" es "lo más demoledor". "Esa incertidumbre es corrosiva en el ánimo" porque "no deja espacios para el duelo". "No hay un sitio al que llevar flores a su hija".

Esta situación altera por completo la vida de las familias de las personas desaparecidas. "Es como si se abriera un agujero en el salón de tu casa y tuvieras que rodearlo cada día; en cada acto de la vida", explica de manera gráfica el periodista.

Aunque en el caso de María Teresa dio un giro inesperado después de que Tony Alexander King, hoy condenado por los asesinatos de las jóvenes malagueñas Rocío Wanninkhof y también de Sonia Carabantes, lanzara una sorprendente declaración: que su compinche Robert Graham había matado a la joven motrileña. "Antonio y Teresa tienen una valentía increíble" y llegan a visitarle en la cárcel, en Albolote, recuerda Paco Lobatón.

Ese punto de inflexión se alcanzó en 2004, después de llegar a manos de la familia una carta enviada por King a su exmujer en la que aseguraba que haría pagar a Graham "por lo que hizo a la chica de Motril". Esto permitió abrir una línea de investigación que tampoco llegó nada. Graham se marchó de España. "Con su marcha desaparece la pista más verosímil", añade el periodista para resaltar que en ese momento "la desolación es tremenda".

La familia nunca ha querido que esa pista, la única a la que ha podido aferrarse en estos años, se perdiera. De hecho, en marzo pasado, solicitó un careo entre King y Graham. El objetivo, como entonces trasladó el padre de la joven, Antonio Fernández, a Europa Press, es que "no desaparezca su nombre, su rastro y su investigación". La familia no pierde el contacto con la Policía Nacional, que en los últimos años no ha tenido novedades sustantivas sobre el caso, que se volvió a reconstruir "desde el principio" con colaboración de un equipo especializado policial venido de Madrid.

Paco Lobatón, que trabaja desde la fundación para que haya avances en España en la manera de abordar la búsqueda de personas desaparecidas, resalta que se han registrado "progresos importantes" en los últimos años. Como la creación del Centro Nacional de Desaparecidos o el Plan Estratégico en Materia de Personas Desaparecidas -se espera el segundo para 2025-.

Con todo, como hace hincapié el periodista, no hay una unidad específica dedicada a la búsqueda de personas desaparecidas. Tanto Guardia Civil como Policía Nacional tienen grupos especializados dentro de la UCO o la UDEF, especialistas que han demostrado "una gran eficacia". También policías autonómicas cuentan con grupos "bastante desarrollados" en País Vasco, Navarra y Cataluña. En esta última se abrió una Oficina de Atención a las familias de Personas Desaparecidas. 

"Escuchar a las familias es fundamental"

Al reflexionar sobre ello, Paco Lobatón subraya que "escuchar a las familias es fundamental". Y apunta como paso importante que especialistas del Centro Nacional de Personas Desaparecidas pudieran asesorar y supervisar la acción policial. En algunas localidades, los responsables de las fuerzas de seguridad se enfrentan por primera vez a este tipo de casos y la posibilidad de desplazar a asesores que permitan asesorar y evaluar por ejemplo la necesidad de reforzar dispositivos, es muy necesario, insiste. 

Pone como ejemplo un caso concreto. El alcalde de Monesterio, donde se investigó la desaparición de Manuela Chavero, le contó que, ante un incendio y, al toque de emergencia, "se reparten las tareas y todo el mundo sabe lo que hacer". Pero no ante un hecho como una desaparición.

El impacto que sufren es "muy fuerte", una sensación de "desolación"

Hay aspectos que se deben tener en cuenta, como la participación de psicólogos, que la fundación QSD global incorporó a su equipo. Se movilizan ante grandes emergencias, pero estas familias, explica, también necesitan esta atención porque se enfrentan a una alta vulnerabilidad. El impacto que sufren es "muy fuerte", una sensación de "desolación". Eso es lo que provoca lo que Paco Lobatón llama "síndrome del kilómetro cero", sobre todo en los casos no resueltos. "Los sentimientos se sobreponen al razonamiento, el corazón se pone al mando" y aseguran que "nadie" les ha ayudado. 

Con todas esas variables trabaja la fundación, que ha cumplido una década no sin dificultades. "Siempre es un momento crítico", manifiesta al respecto, tras recordar que no cuentan con fuentes estables de financiación. Este lunes, 18 de agosto, en Motril, Paco Lobatón acompañará una vez más a la familia de María Teresa para volver a recordar, como recoge el título del libro en el que el periodista recogió testimonios de familias de personas desaparecidas, entre ellas la motrileña, que la buscarán "mientras vivan".

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigaron el año pasado 16.147 desapariciones en España, según datos del último informe anual del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES).

La cifra supone un aumento del 6 por ciento respecto a 2023. Los agentes registraron 26.345 denuncias en 2024, de las cuales 11.552 corresponden a ciudadanos con un único episodio de desaparición y el resto a reincidentes, con una media de 3,2 denuncias por persona. Este índice de repetición es más alto entre los adolescentes. El 50,6 por ciento de los desaparecidos son mayores de edad y un 49,4 por ciento menores. Dos de cada tres afectados son varones españoles y el 91 por ciento de los casos son catalogados como ausencias voluntarias, según revela el informe del Centro Nacional de Personas Desaparecidas publicado el pasado marzo.

En el caso de María Teresa se trata de una desaparición no esclarecida y tampoco voluntaria.

El II Plan Estratégico incluirá el uso de la nueva cartelería, la incorporación de recursos tecnológicos en la investigación e identificación de desaparecidos y un procedimiento actualizado para la coordinación de los agentes. El nuevo protocolo unificado para Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ahonda en la comunicación entre los agentes, especialmente cuando se producen cambios de competencia en una investigación. Esta situación es frecuente cuando las pesquisas se extienden por varios territorios. El tiempo de reacción es fundamental y el CNDES quiere potenciar una cooperación ágil, fluida y eficiente en este campo.

Desapariciones de larga duración

Además, el II Plan Estratégico suma innovaciones en el tratamiento de las llamadas ‘desapariciones de larga duración’. El CNDES ha incorporado el rastreo de boletines oficiales y archivos históricos con el objetivo de comparar las declaraciones de fallecimiento publicadas por los juzgados con la base de datos de Personas Desaparecidas y Restos Humanos (PDyRH).

En los casos de desapariciones superiores a los diez años (o cinco en ciudadanos mayores de 75 años), las familias pueden solicitar la declaración judicial de fallecimiento. Entonces, como último trámite legal, se publica el expediente en el BOE. En el caso de María Teresa, esos trámites se hicieron al cumplirse 15 años de la desaparición.

El CNDES trabaja para revisar esas declaraciones antiguas y cotejar la identidad de los afectados con los más de 3.500 restos de personas sin identificar (ADN, huellas) clasificadas en su base de datos PDyRH. Durante los tres primeros años del I Plan Estratégico, los especialistas del sistema PDyRH esclarecieron un total de 35 desapariciones de larga duración. Y solo en los primeros pasos del sistema de rastreo de boletines y archivos, el CNDES ha conseguido identificar a nueve personas desaparecidas entre los años 1977 y 2004.

“Sobre las denuncias de desapariciones todavía no esclarecidas, créanme cuando les digo que no olvidamos ningún caso hasta que se resuelve”, señaló el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, al presentar a las familias el informe. “No importan los años que hayan pasado, es una cuestión de convencimiento personal: todas las familias tienen derecho a saber qué pasó con su ser querido”.