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Vehículo policial en el centro de Granada. policía nacional/archivo

Agentes de la Policía Nacional han llevado a cabo un auxilio humanitario en el que los agentes consiguieron reanimar a un ciudadano de 55 años que pretendía acabar con su vida tras ingerir numerosos comprimidos. Los agentes se desplazaron con celeridad hasta el domicilio, en el distrito Centro, y se vieron obligados a derribar la puerta de acceso al domicilio y reanimar a la víctima, que esaba tendida en una cama e inconsciente.

Según relata la Policía, en torno a las once de la noche -no especifica de qué día- se recibió una llamada en el 091 en la que una mujer informaba de que su padre, con el cual había mantenido una conversación telefónica momentos antes, le había comunicado sus intenciones de acabar con su vida a través de la ingesta de numerosos comprimidos. Dicha persona, además, se expresaba de forma incoherente y balbuciente.

Una dotación policial se desplazó con celeridad hasta el domicilio indicado. Por otra parte, los familiares de esta persona, o bien no podían desplazarse o bien consideraban que iban a emplear un tiempo demasiado largo para poder socorrer a la víctima.

Los agentes solicitaron desde el primer momento la presencia de los servicios de emergencia. No obstante, ante la imperiosa necesidad de acceder al domicilio, los policías optaron por fracturar la puerta de acceso al mismo, ya que el hombre podría estar sufriendo en esos mismos instantes una parada cardiorrespiratoria, la cual si se alargaba en el tiempo podría convertirse en irreversible y desembocar en un trágico final.

Los agentes localizaron a la víctima en una de las habitaciones de la vivienda. Estaba tendida en una cama e inconsciente. Sin perder un instante, los policías comenzaron a reanimarlo y lo consiguieron tras varios intentos. Tanto los familiares como los servicios de emergencia llegaron al domicilio momentos después de haber conseguido reanimar a la víctima.