El aceite de nuestra tierra. DOP Montes de Granada
DE BAR EN PEOR

Valores occidentales

Ciudadanía - Paco Espínola - Miércoles, 12 de Noviembre de 2025
Un brillante e ingenioso artículo de Paco Espínola que no te dejará indiferente.

Estudié Hispánicas cuando se escribían con hache, ahora se escribe con faltas de ortografía, se habla con faltas de ortografía y se piensa con faltas de ortografía, como el ágrafo juez Peinado. En aquella época el día tenía veinticuatro horas, hoy el tiempo se mide a la velocidad del ruido. Mientras que los palestinos supervivientes morirán de silencio, los medios de comunicación se centran en la preocupación del demérito Juan Carlos por su funeral (¿Irá al infierno o al cielo, es decir, el paraíso fiscal?) y la edición de su autobiografía que, plagiando a Erik Satie, podría titularse Memorias de un amnésico. O en Pedro Sánchez y sus gafas; necesarias, por cierto, ya que ha visto Lux al final del túnel manifestando su orgullo patrio por Rosalía («Has colocado a España en la cima de la música mundial») a quien ha dejado a los pies de los caballos de su público de derechas a la vez que nos hace dudar de sus conocimientos musicales.

El PP (derecha), Vox (extrema derecha) y en algunas votaciones el PSOE (primer piso, centro-izquierda) rechazaron utilizar lenguas cooficiales (catalán, euskera o gallego) en el Parlamento. Curioso: la palabra «parlamento» proviene del verbo francés «parler» (hablar), lo cual tiene sentido, ya que esta gente se reúne para debatir leyes y sus cosas. En junio, Isabel Díaz Ayuso, que se está dejando la piel en las fotos, abandonó durante media hora la Conferencia de Presidentes cuando Imanol Pradales y Salvador Illa, comenzaron a hablar en euskera y catalán respectivamente. Se negó a utilizar el traductor simultáneo, calificando el uso de los idiomas como «farsa» porque los discursos debían ser «en español». Menos mal que su espíritu viajero solo la lleva a tierras de Trump y no a Suiza donde tienen cuatro idiomas nacionales: alemán, francés, italiano y romanche. Pero Ayuso, que apuntaló su capacidad intelectual siendo community manager del perro de Esperanza Aguirre, lo tiene claro: España es una unidad de destino en lo universal.

Uno de los reclamos de hostelería en Plaza de Bib-Rambla.

Es comprensible, los periódicos sensacionalistas y la televisión han reducido su nivel de atención a milésimas de segundo, dentro de poco su capacidad de pensar se habrá extinguido igual que la rana beelzebufo.

Pero Ayuso va más allá y acaba de declararle la guerra a Zohran Mamdani, recién electo alcalde de Nueva York, musulmán, socialista, inmigrante y accionista del Real Oviedo desde 2012. «Es contrario a los valores occidentales», dicen los de Ayuso. Un donnadie este moro: si ellos tienen a Batman de Gotham, nosotros tenemos a Guarromán de Jaén; si ellos tienen el jazz, nosotros el chotis: si ellos tienen a Frank Sinatra y su «New York, New York», nosotros los superamos con Nacho Cano y su versión de «Madrid, Madrid, Madrid».

Los antaño adictos al carajillo de coñac Veterano, hoy ocupan el poder y le dan al Sol y Sombra. Bebida para los muy patriotas, tabernícolas ellos, y metáfora taurina por excelencia con la que brindan en la Diputación de Granada (PP) apoyando la propuesta de Vox para declarar la caza Bien de Interés Cultural por su «valor ecológico, cultural y económico». Y es que en un mes el PP ha pasado de llamar «antisistema» a Vox a otorgarles «sentido de Estado» y «altura de miras». Así, en pro de los valores occidentales y conmemorando el 12º aniversario del «Relaxing cup of café con leche» de la eximia Ana Bottle, la Junta de Andalucía pretende cambiar el nombre al Parque Tecnológico de la Salud por el de «Granada TechPark», una estrategia para agrupar los parques científicos y tecnológicos andaluces bajo una marca global «con más proyección internacional».

Un 'churro way' y un 'beauty The shop', en la antigua Puerta Granada.

Pero ya nos hemos adelantado con la Plaza de Bib-Rambla, antigua Puerta de Granada, espacio multiusos donde el Cardenal Cisneros quemó personas y, ya puestos, más de cuatro mil manuscritos, auténticas obras de arte de la cultura nazarí. No hace mucho era un mercado de flores y típicos bares y cafeterías, ahora, en pos de los “valores occidentales”, la Plaza, como gran parte de Granada, se ha convertido en un mercado donde tomar un brunch mientras te haces un selfie con un SEO de Birmingham, un influencer de Wisconsin y un coach de Huétor Tájar. A lo que añadir una amplia oferta hostelera: coffee shops, burgers, shawarmas, pizzerías, gelaterias y hasta un Churro Way.

¡Granada está on fire!

Si no tuviste la oportunidad o quieres volver a leer el primer artículo de Paco Espínola en su nueva sección De Bar en peor: