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La institución que dirige Soledad Becerril señala que el rechazo de la Unesco puede evitar una actuación 'excesiva'

La Defensora del Pueblo entra en la polémica del Atrio de la Alhambra y pide un nuevo proyecto más ‘humilde’

Cultura - IndeGranada - Lunes, 9 de Enero de 2017
La Defensora del Pueblo ha entrado en la polémica sobre el Atrio de la Alhambra, tras ser rechazado por la Unesco, para opinar que el nuevo proyecto de accesos al conjunto monumental debe ser ‘humilde’ y ‘liviano’, y tan adaptado al conjunto que ‘apenas fuera discernible’.
La institución estatal, que preside Soledad Becerril, formula en El Blog del Defensor del Pueblo su opinión sobre los accesos a la Alhambra que, tras la oposición de la Unesco, la Consejería de Cultura se comprometió a modificar sustancialmente, si bien quiere contar para ello con el arquitecto portugués Álvaro Siza y el granadino Juan Domingo Santos, que firmaron el ‘Atrio de la Alhambra’, proyecto ganador del concurso internacional de ideas convocado por la Junta en 2010, premiado con 30.000 euros. Este proyecto fue tasado en unos 45 millones, dos de los cuales ya se han invertido en diversos estudios previos.
 
La reflexión de la Defensora del Pueblo, fechada el pasado día 3 enero, lleva implícita una crítica a la Junta de Andalucía al señalar que “afortunadamente, la Unesco solicita, con derecho y razón, opinar sobre un proyecto que no debería ser grandioso sino todo lo contrario, humilde, liviano, tan adaptado al medio que apenas fuera discernible”. 
 
 
Y prosigue: “Esta llamada de atención sobre las obras previstas podría evitar una actuación que resulte invasiva, excesiva o llamativa”, para terminar con un enigmático: “La UNESCO tiene la palabra pero los ciudadanos también opinarán”.
 
Antes de llegar a esta conclusión, la Defensora del Pueblo señala que la Alhambra es uno de esos monumentos, “que son de difícil catalogación, que pueden ser clasificados desde distintos puntos de vista, por su origen en la historia de una civilización, por su definición en la del arte o por el aprecio levantado y transmitido por la literatura, a lo largo de generaciones”. 
 

Recreación del proyecto ya descartado por la Junta de accesos al monumento tras el rechazo de la Alhambra.

La Defensora del Pueblo 'ilustra' sobre la Alhambra. “Para saber sobre ella es conveniente leer alguno de  los trabajos del arquitecto Leopoldo Torres Balbás, el Manifiesto de la Alhambra de 1953 suscrito por 24 arquitectos, muy principalmente por Fernando Chueca, trabajos de la Universidad de Granada o bien documentos del propio Patronato del monumento. La bibliografía sobre el conjunto es muy extensa, y después, se puede leer a Washington Irving”, señala la reflexión de la Defensora del Pueblo.
Titulada, “La Alhambra y la Unesco”, la institución que dirige Soledad Becerril reflexiona que “la conservación de un conjunto de tan grandes dimensiones, de delicada arquitectura, elaborada decoración y frágiles materiales debe resultar bien difícil y costosa. Si añadimos el intensivo turismo, el impacto de vías y edificaciones del entorno, así como usos diversos en el propio conjunto, concluiremos que es un prodigio que no haya sucumbido a los afanes del hombre a lo largo del tiempo”.
 
Y se refiere a la declaración del monumento granadino como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984. “La Unesco (Organización de Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura) declaró a este conjunto, en noviembre de 1984, Patrimonio de la Humanidad” algo así como afirmar que puesto que pertenece a esta no pueden alterarse sus esencias que deben ser transmitidas a generaciones posteriores. Declaración que siempre puede ser revisada, y perder esta máxima catalogación.
 

Maquetas del 'Atrio de la Alhambra'.

Y en ese contexto, indica que “ahora, el turismo empuja a crear nuevos accesos, nuevas entradas dentro del conjunto que nunca resultarán suficientes pues el turismo crecerá y demandará más y más” para recalcar que “afortunadamente, la Unesco solicita, con derecho y razón, opinar sobre un proyecto que no debería ser grandioso sino todo lo contrario, humilde, liviano, tan adaptado al medio que apenas fuera discernible”. 
 
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