Reacciones ante la paralización definitiva del proyecto tras el revés de la Unesco
El director de la Alhambra admite que el Atrio generó una 'división' que contribuyó a hacerlo inviable
El director del Patronato de la Alhambra, Reynaldo Fernández, reconoce que existe un debate importante en el seno de la comisión técnica del monumento, con "opiniones diversas".
La comisión técnica del Patronato de la Alhambra y el Generalife se ha reunido esta mañana y probablemente volverá a mantener nuevos encuentros para analizar el informe de Icomos, el órgano asesor de la Unesco, que ha tumbado definitivamente el proyecto del Atrio, al considerarlo "demasiado invasivo".
En su seno se ha suscitado un amplio debate y hay "opiniones diversas", como ha admitido el director del monumento, Reynaldo Fernández. El debate "no se agotará hoy". Aunque, según sus palabras, no hay "discrepancias", sino "variedad de opiniones". Fernández defiende que esa es "la riqueza" de estos órganos consultivos.
La decisión, no obstante, no corresponde a esa comisión, sino al pleno del Patronato de la Alhambra, donde la propuesta de la Consejería de Cultura, como avanzó Rosa Aguilar, será no seguir adelante con el proyecto, como plantea Icomos. De momento no hay fecha para que se celebre esa reunión. Pero será pronto.
También se invitará a una comisión de ese órgano asesor, para afrontar, "sin prisas", la solución al espacio dedicado a la recepción de visitantes, el que debía remodelar el Atrio.
"Cuando un proyecto se convierte en división, no lo puedes llevar contra viento y marea"
El director de la Alhambra comparte la decisión de la Consejería, cree que no puede llevarse a cabo. Y lo argumenta. Los proyectos tienen que concitar "mayorías e ilusión", y en este caso, por "causas ajenas" al proyecto, a cuyos arquitectos ha elogiado -el prestigioso Álvaro Siza con Juan Domingo Santos- destacando que no hay dudas sobre su "calidad", no lo logró. "Cuando un proyecto se convierte en división, no lo puedes llevar contra viento y marea", para que haya "vencedores y vencidos", porque a su juicio eso llevaría, "ante el mínimo cambio", a "destruir lo construido y estar como Penélope, reconstruyendo siempre el mismo tejido". Ha abundado en esa línea para insistir en que para sacar adelante una intervención de esa "envergadura" se necesita "un mínimo consenso político y social" y este, "por razones múltiples", ha dicho, "no lo había concitado" y eso, según Fernández, "ha pesado mucho".
Rechaza que la Alhambra haya hecho "el ridículo", y recuerda que cuando formas parte de un club, como es el del Patrimonio Mundial, "asumes las condiciones". Y ser patrimonio mundial implica una cláusula que obliga a obtener el informe favorable de la Unesco, ha explicado para recordar que solo podía pedirse esa evaluación con el proyecto en la mano. "Hasta que no hay un proyecto no puedes pronunciarte con cierta determinación. No veo ningún ridículo".
Ha defendido además que parte del trabajo realizado, por el que la Alhambra ya aportó casi 2 millones de euros, se ha invertido en la elaboración de informes que serán "valiosos" y "muy positivos" para el futuro ante cualquier intervención, como el catálogo de flora o materiales.
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