NOVEDADES DEL POBLADO ROMANO DE LOS MONDRAGONES

Insula olearia senatoris iliberritanum Quintus Valerius Vegetus, quaero?

Cultura - Gabriel Pozo Felguera - Domingo, 3 de Octubre de 2021
Un apasionante reportaje de Gabriel Pozo Felguera que nos descubre los nuevos hallazgos arqueológicos aparecidos en el solar del antiguo cuartel de Los Mondragones, que da un vuelco a las primeras hipótesis y lo convierte en un yacimiento de gran trascendencia.
Calle principal de la aldea de los Mondragones que daba acceso al poblamiento romano de los siglos I A.D. a VI D. C. Se aprecian las rodadas de carros.
Calle principal de la aldea de los Mondragones que daba acceso al poblamiento romano de los siglos I A.D. a VI D. C. Se aprecian las rodadas de carros.
  • La última campaña de excavaciones confirma que la zona no sólo fue una villa señorial, sino una ínsula rural olearia de bastante población

  • Ha aparecido parte de una inscripción votiva referida a personajes de la época, quizás algún cónsul de los siglos I a III

La arqueología que se viene practicando desde hace ocho años en el solar de los antiguos Mondragones nos trae noticias importantes del pasado de la Granada romana, el antiguo Municipium Florentinum Iliberritatanum. O sea, Ilíberis o Frorentia. La última campaña reafirma el lugar como una ínsula rural más que como una simple villa señorial. Su amplitud y magnificencia así nos lo hace pensar. La sorpresiva aparición de una epigrafía da la pista de sus posibles ocupantes durante los siglos I a III D. C; no se conoce el nombre del personaje del complejo productivo de aceite, se estudia en estos momentos. Debió pertenecer a uno de los clanes romano-granadinos más poderosos de hace dos mil años; y con esos datos se circunscribe a media docena de apellidos de la clase senatorial local: las familias Valerii Vegeti, los Cornelii, los Valerii, los Papirii… y pocos más. Los que más probabilidades tienen son los primeros, potentes banqueros-empresarios bético-romanos, propietarios del Kalendarium Vegetianum que controlaba el comercio de aceite de la Bética.

La historia antigua de este lugar debió comenzar ya en el siglo I antes de Cristo, cuando una importante familia de origen italiano se estableció junto a las aguas del río Beiro. Justo en la margen derecha, donde se consideraba fuera del término municipal de la ciudad ibera de Iliberri. La elección del emplazamiento no fue casual, se hizo para aprovechar la corriente del arroyo que discurría (seguramente más caudaloso que hoy) desde las surgencias de la sierra de Alfacar. Porque aquella desconocida familia colonizadora romana iba a necesitar mucha agua: hicieron un canal aguas arriba que condujeron mediante tuberías de barro y plomo hasta las instalaciones habitacionales e industriales del emplazamiento.

En el año 2013, nadie imaginaba que en lo que fue antiguo cuartel militar de los Mondragones, en su parte más baja las excavadoras sacaban a la luz lo que en principio pareció un edificio romano

La historia más reciente nos obliga a retroceder tan sólo ocho años atrás. Excavaciones arqueológicas recientes, de no más de medio siglo, nos están permitiendo desenterrar ya casi dos docenas de villas romanas diseminadas por los alrededores del núcleo principal de Ilíberis, en el cerro del Albayzín. Algunas de la importancia de la calle Primavera, donde aparecieron varios mosaicos. En el año 2013, nadie imaginaba que en lo que fue antiguo cuartel militar de los Mondragones, en su parte más baja (ángulo cercano a Avenida de las Fuerzas Armadas), las excavadoras sacaban a la luz lo que en principio pareció un edificio romano.

Foso de uno de los cuatro contrapesos de la prensa de aceite aparecido en 2013. GESPAD

Se acometieron las preceptivas catas arqueológicas que marca la legislación. Poco a poco se fue confirmando que había restos romanos, con origen fundacional en el siglo I A. C., pero habían tenido continuación hasta época bajoimperial, visigodo a incluso en la primera etapa musulmana. En la primera campaña de excavaciones urgentes fueron hallados ya indicios serios de la potencia arqueológica e histórica del lugar. En la parte más baja fue encontrada una fábrica de aceite; pero no era una simple factoría aceitera, sino una instalación que fue creciendo con el tiempo hasta estar compuesta por cuatro molinos de aceite. La conclusión es que aquella fábrica era de una potencia media-alta, pues no abundaban en Hispania fábricas aceiteras con cuatro prensas. Al menos que nos hayan llegado en buen estado de conservación. La segunda conclusión es que los contornos de aquella fábrica de aceite, es decir, la Vega de Granada, debió contar con grandes extensiones de olivares en época altoimperial romana.

Zona destinada a uso residencial, con restos de tinajas y hogares.
Entrada al horno para calentar el agua de la terma.
Sala caliente, todavía con los arranques de los pilares que soportaba el suelo flotante por cuyas rendijas de elevaba el calor.

Continuaron las excavaciones y las apariciones sorpresivas. Muy cerca fue desenterrada una villa de lujo, seguramente el habitáculo principal de la familia patricia propietaria de la zona y de la industria. Se puede recordar en otro anterior artículo y un vídeo en el siguiente enlace: Granada, cada vez más romana

Se van a levantar bloques de viviendas en las partes altas, mientras que la zona central y baja  se pretende convertirlo en una plaza/parque arqueológico visitable

La intención de la Junta de Andalucía, actual propietaria del terreno y promotora de las excavaciones, es iniciar la urbanización de la enorme parcela. Se van a levantar bloques de viviendas en las partes altas, mientras que la zona central y baja (más próxima a Mercadona y al gimnasio) se pretende convertirlo en una plaza/parque arqueológico visitable. Pero, previamente, también ha habido que acometer varias catas y excavaciones para localizar los restos más importantes del poblado. La Junta ya ha destinado un millón de euros del fondo Alhambra para iniciar el diseño del futuro museo romano al aire libre.

Ángel Rodríguez Aguilera, arqueólogo jefe de las excavaciones de los Mondragones. La zona de la terma ya cuenta con unas chapas de protección, en espera de que se acometa el parque arqueológico.

La última campaña arqueológica ha finalizado. El arqueólogo director del proyecto, Ángel Rodríguez Aguilera (Gespad Al-Andalus SL), estima conveniente rematar alguna excavación más en la zona próxima a la calle de nueva apertura, para desenterrar la conexión que tuvo toda esta barriada alta con la zona de la villa y los molinos de aceite (que esperan protegidos junto al gimnasio). Es seguro que la calle romana (cardo) continúa y muy cerca debe hallarse la calle perpendicular (decumano).

El arqueólogo director ya sospechaba en 2018 que la nueva campaña de excavaciones iba a confirmar algunas sospechas acerca de la gran importancia que tuvo aquel poblado romano

Confirmación de su potencia y nuevas apariciones

El arqueólogo director ya sospechaba en 2018 que la nueva campaña de excavaciones iba a confirmar algunas sospechas acerca de la gran importancia que tuvo aquel poblado romano. Para comenzar, la definición de villa se le empieza a quedar pequeña. No se trata ya de una edificación principal de recreo o explotación agrícola, situada en el campo, cercana a la ciudad principal, donde residían unos propietarios patricios (de las clases senatoriales o ecuestres), con algunas casas para trabajadores o esclavos.

Ahora se comienza a hablar de una ínsula rural en toda regla. Lo aparecido está conformado por varias cuadrículas o manzanas de casas, perfectamente dispuestas en retícula en torno al típico diseño de población romana a partir de un cardo y un decumano. Esta ínsula rural está formada por varios edificios en los que se alternan usos domésticos con otros servicios comunitarios.

La calle principal desenterrada mide poco más de tres metros y medio de anchura. Está pavimentada con cemento de fabricación romana; presenta el desgaste de las rodaduras de las ruedas de los carros que la transitaron.

Hace ya cuatro años que aparecieron los primeros indicios de existir unas termas en el centro de este poblamiento. Ahora se ha confirmado su existencia, en buen estado de conservación

Hace ya cuatro años que aparecieron los primeros indicios de existir unas termas en el centro de este poblamiento. Ahora se ha confirmado su existencia, en buen estado de conservación. No se trató de un baneae o baño particular de una familia, sino de una verdadera terma pública por la potencia de su instalación. Consta de su correspondiente horno y todas las salas y piscinas de las que precisaba una instalación romana para el aseo y centro social. La sala de vapor conserva el arranque de los pilares que sostenían las grandes losas del suelo por cuyas cámaras de aire subía el vapor.

Ha aparecido una piscina cuadrada por encima de la terma que debía concentrar el agua antes de pasar a la caldera. Todavía conserva la canalización de barro por la que le llegaba el agua desde el río Beiro y parte de una tubería de plomo que la conducía a su calentamiento. Ésta y otra piscina frigidarium, semicircular, están fabricadas con cemento y conservadas como si hubiesen sido enfoscadas hace una semana. Habrá que averiguar de dónde procede la pucelana  utilizada para su fraguado.

Piscina de almacenamiento del agua del Beiro por encima de la terma, con cemento de hace dos mil años.

Al concluir todas las campañas de excavaciones en los Mondragones se han hallado algo más de dos centenares de monedas de todas las épocas en que estuvo en uso esta ínsula o especie de anejo o aldea. Su estudio y catalogación seguro que arroja luz más concreta; recordemos que la ciudad de Florentia Iliberritana tuvo una ceca para la acuñación de moneda desde el año 45 A. C. en que se le concedió el estatus de municipio de derecho romano.

El lugar, como casi toda Granada antigua, se encuentra reutilizado durante varias culturas, de manera que se ven materiales altoimperiales utilizados como relleno en siglos posteriores

El lugar, como casi toda Granada antigua, se encuentra reutilizado durante varias culturas, de manera que se ven materiales altoimperiales utilizados como relleno en siglos posteriores. Incluso hay enterramientos visigodos en lo que parece ser una basílica en su origen.

Es bastante probable que esta ínsula o anejo estuviese incluso adornada o rotulada con esculturas y placas. Se aprecia al menos una especie de basa en una calle que bien pudiera haber actuado como soporte de alguna estatua u hornacina. Y no muy lejos de ella, partida, ha aparecido una piedra con una inscripción. No da la sensación de que se trate de un epitafio funerario de una tumba; más bien parece una inscripción votiva dedicada a algún personaje importante de la ínsula, quizás su fundador, su propietario o algún administrador. También podría tratarse de una dedicatoria a alguna deidad. Por el momento, los expertos están tratando de desentrañar la compleja fórmula que utilizaban los romanos para transmitir su significado.

¿De familias poderosas de los siglos I a III?

Entre mediados del siglo I y principios del siglo III habitaron la actual Granada una serie de familias muy ricas y poderosas. El municipio florentino iliberitano es mencionado por historiadores romanos como una urbe de las veintiocho más importantes de la provincia Bética. Conocemos la existencia de algunos de ellos por la abundante epigrafía que han dejado y, sobre todo, por sus ilustres cursus honorum (trayectorias político-profesionales).

Uno de los apellidos más nombrados en la epigrafía granadina, y también de varios lugares del imperio romano, fue Publio Cornelio Anulino (ver artículo: El granadino más poderoso del Imperio Romano.)

Aquellos apellidos granadinos de hace dos mil años se fueron cruzando y emparentando entre ellos. La ciudad que les vio nacer y en la que radicaban sus negocios les dedicaron estatuas y pedestales en su recuerdo; a través de las inscripciones es como los expertos en arqueología epigráfica han podido reconstruir, y conjeturar en algún caso, sus biografías

Pero junto a la saga de los Cornelii, también se codearon los Valerii y los Papirii. Varios de sus miembros se desplazaron en su juventud a estudiar a Roma y a desarrollar carreras políticas. El resultado que al menos ocho de aquellos granadinos del alto imperio alcanzaron la dignidad de ser senadores o cónsules. Y para ser senador en Roma había que poseer al menos un millón de sestercios de fortuna, buena parte de ella invertida en la capital imperial y su entorno. La consecuencia era que los iliberitanos que se iban a Roma perdían con el tiempo sus raíces y su poder en tierras béticas.

Aquellos apellidos granadinos de hace dos mil años se fueron cruzando y emparentando entre ellos. La ciudad que les vio nacer y en la que radicaban sus negocios les dedicaron estatuas y pedestales en su recuerdo; a través de las inscripciones es como los expertos en arqueología epigráfica han podido reconstruir, y conjeturar en algún caso, sus biografías. Sólo nos han llegado los pedestales y cipos que contuvieron sus esculturas; culturas posteriores fundieron las que eran de metal y las de mármol las cocieron para cal.

Aquellos apellidos pertenecían a grandes terratenientes, políticos y militares de las clases senatorial y ecuestre. Acopiaban grandes posesiones dedicadas a producción de aceite, vino, cereales, minerales y gárum, que estaban enfocados a la exportación.

Epigrafía iliberitana. Granada cuenta con inscripciones epigráficas de gran calidad, la mayoría encontradas en excavaciones en el Albayzín, donde estuvo el foro romano. Pertenecen a pedestales que debieron soportar estatuas de grandes personajes. A través de esas inscripciones, varios arqueólogos (J. M. Roldán, M. Pastor, A. Mendoza) han reconstruido las existencias de aquellas personas. También elaboraron una lista de familias iliberitanas que llegaron a desempeñar cargos senatoriales, consulados o procúratelas. El esquema de arriba muestra los ocho granadinos de entonces que fueron senadores en Roma, con sus correspondientes años de mandato. Todos ellos pertenecieron a las familias más adineradas de hace dos milenios. Cornelia Severina fue la sacerdotisa de la esposa del emperador Adriano.
Pedestales dedicados a destacados personajes de la Granada romana. El del centro contiene una inscripción dedicada Publio Cornelio Gallico. El de la derecha, a Cornelia Corneliana.
Inscripción procedente del Foro del Albayzín dedicado a Gnaeo Papiro, granadino que fue tribuno, gobernador y legado en la provincia de Acaya (norte de Grecia). MUSEO ARQUEOLÓGICO PROVINCIAL.

Los romanos/granadinos más relacionados con las finanzas y la actividad comercial fueron los Velerii Vegeti. Todo apunta que esta familia fue la que puso en marcha en el siglo I el Kalendarium Vegetianum. Se trató de una estructura fabricante, financiadora y exportadora de productos de la provincia Bética con destino a Roma. Infinidad de ánforas con la marca KV del monte Testaccio y referencias escritas apuntan a su potente actividad durante más de un siglo y medio. Este organismo, banco, institución o empresa fue “nacionalizado” por el imperio romano, quizá ya en época del emperador Marco Aurelio. Pero seguía con el mismo nombre del fundador incluso a finales del siglo II, bajo el gobierno de Septimio Severo.

Es probable que aquella familia granadina de los Valerii Vegeti y sus ánforas olearias KV esté relacionada con la construcción o propiedad de la potente fábrica olearia aparecida en los Mondragones. Y, consiguientemente, con la ínsula o aldea desenterrada

Es probable que aquella familia granadina de los Valerii Vegeti y sus ánforas olearias KV esté relacionada con la construcción o propiedad de la potente fábrica olearia aparecida en los Mondragones. Y, consiguientemente, con la ínsula o aldea desenterrada. La familia iliberitana Valerii Vegeti destinó gran parte de su fortuna amasada en la Bética a la construcción de una villa y el acueducto Aqua Vegetiana en la ciudad italiana de Viterbo.

No extraña que no haya aparecido ninguna ánfora olearia o restos en el entorno de este poblamiento. Tampoco en Granada, a pesar de que contó con hornos cerámicos en el Albayzín y en Cartuja. Eso es explicable porque los romanos no envasaban el aceite de sus fábricas en las ánforas de transporte; lo hacían en odres de piel o cubas de madera, de menor peso y más fáciles de transportar hasta los puertos, donde se decantaba en las ánforas de barro cocido. No ha aparecido prácticamente ninguna ánfora aceitera junto a los molinos de aceite del interior; todas suelen aparecer junto a los puertos de embarque y desembarque. Eso explica que la práctica totalidad de las ánforas de aceite de oliva de la Bética que llegaba a Roma llevaban el sello de alfareros ubicados al lado del río Guadalquivir o en las costas mediterráneas.

Ánforas romanas de los siglos I-II. La de la izquierda es un ánfora para el transporte de aceite, hallada un naufragio en Motril. La del centro, es para el transporte de salazones (procedente de Almuñécar). La de la derecha fue hallada en Cúllar Vega, típica del transporte de vino. MUSEO ARQUEOLÓGICO PROVINCIAL.

En el caso del aceite producido en la Vega de Granada y exportado a Roma, la hipótesis más probable es que fuese transportado en caballerías hasta la zona litoral más próxima y allí reenvasado en ánforas olearias. Se han localizado varias alfarerías de estas ánforas en el delta del río Guadalfeo y en las proximidades del puerto sexitano (factorías de Collado de Vargas-Torrenueva, Cortijo de Chacón, Lobres, Loma de Ceres, Los Barreros, Los Matagallanes, etc.). Nuestros antepasados romanos debieron seguir el sistema de embarque del varadero motrileño sin puerto, activo hasta que se construyó el muelle actual en 1929; en Almuñécar contaron con dos dársenas fijas a ambos lados del Peñón de San Cristóbal. Ninguna de aquellas ánforas iliberitanas volvía a su lugar de origen, ya que resultaba más barato utilizarlas de un solo uso. Todas iban a engrosar la montaña de Testaccio, donde yacen millones de sellos procedentes de todos los puertos mediterráneos y fluviales de la provincia Bética.

NOTA: La traducción del titular de este artículo viene a significar: ¿Es la aldea oleícola del senador iliberitano Quinto Valerio Vegeto, pregunto?

Información relacionada: