El turismo, ese oasis que aún posee Granada en su desierto económico, da síntomas de flaqueza. En la primera mitad del año, pese a recibir un 5% más de viajeros, las pernoctaciones en los hoteles de la provincia crecieron solo un 1,6%, mucho menos que a nivel nacional y andaluz. El verano fue algo mejor, pero también por debajo de las cifras del resto de España, y además sin que los hoteles crearan empleo. Y en septiembre se ha frenado el crecimiento en la provincia, y sobre todo en la capital, con menos pernoctaciones que en ese mismo mes del año pasado.

Según los datos que ofrece el INE, el número de turistas continuó creciendo levemente, un 2,8% en la provincia y un 2,2% en la capital, pero se quedaron menos tiempo y las pernoctaciones hoteleras bajaron un 0,5% en el conjunto de la provincia y mucho más en Granada capital, un 2,6%, algo más de 8.000 pernoctaciones menos que en septiembre de 2015.

La llegada de turistas extranjeros sigue creciendo, pero no lo suficiente para compensar la falta de visitantes nacionales. La capital, que concentra más de la mitad del turismo de la provincia, contabilizó en septiembre unas 23.000 pernoctaciones menos de turistas españoles que en ese mes de 2015, un desplome que no se pudo cubrir con las 15.000 noches de hotel más que pasaron los extranjeros hospedados en la ciudad. 

Mientras, en España el número de turistas aumentó un 7,3% en septiembre, y un 4,3% en Andalucía. Y las pernoctaciones también crecieron: casi un 5% en el conjunto del país y un 3,7% a nivel regional. Granada se queda atrás en el crecimiento turístico, en un año en el que la provincia está aislada desde el punto de vista ferroviario, una circunstancia que perjudica la competitividad de la provincia frente a otros destinos turísticos, como ya ha alertado la Diputación reiteradamente. Y con un aeropuerto bajo mínimos.