La 'Plataforma Di NO a las Torres' exige que se paren las obras del parque eólico Barranco del Agua I en Villamena por "exceder lo autorizado" en la licencia
Los trabajos de la instalación, que redujo de 11 a 5 los molinos para obtener un permiso ambiental que fue en principio denegado, ocupan 100.000 m2 más de lo autorizado, según la plataforma.
plataforma di no a las torres
Obras para la instalación de aerogeneradores en Villamena.
La Plataforma Di NO a las Torres exige la "paralización inmediata" de los trabajos para la instalación del parque eólico Barranco del Agua I, en Villamena, en pleno Valle de Lecrín, al considerar que se están ejecutando "más de 100.000 m² de obras ilegales en el término municipal de Villamena, con el consentimiento del Ayuntamiento, a pesar de que estas actuaciones carecen de licencias urbanísticas, informes ambientales preceptivos y afectan a espacios especialmente protegidos", según explica en una nota.
El abogado de la plataforma, Joaquín Terrón, señala que las obras "tienen autorización para unos 50.000 m2 de terreno y se han excedido en 100.000 m2 más y cada vez difieren más de lo autorizado".
Además, ese exceso de ocupación está implicando también "invadir la zona de policía del Arroyo Alcázar, donde está prohibido intervenir sin autorización expresa de la Confederación Hidrográfica del Sur".
El colectivo, que ha interpuesto ya dos denuncias y prepara una tercera, exige, además de la paralización de las obras, "la apertura de expedientes sancionadores tanto a la empresa promotora como al Ayuntamiento de Villamena por su complicidad, y la protección efectiva del territorio frente a estos atropellos".
Imágenes de las obras para instalación de los aerogeneradores. Fotos: Plataforma Di NO a las Torres.
Vídeos grabados por miembros de la plataforma en la que se denuncia el impacto de los trabajos:
El parque eólico, promovido por Energía Eóica Barranco del Agua, propiedad de la empresa granadina Cuerva, fue proyectado en principio con 11 aerogeneradores y no pasó la evaluación ambiental por su alto impacto, tras recibir multitud de alegaciones. Para obtener la autorización ambiental unificada la empresa tuvo que reducir a 5 los molinos, que son los que va a instalar, pero, eso sí, más grandes para mantener la potencia total del parque, 27 megavatios.
Pese a su cuestionable visto bueno ambiental, el proyecto fue declarado de utilidad pública. Su cinco aergeneradores, de 6,1 Mw de potencia máxima cada uno (limitados a 5,4 Mw efectivos), pueden alcanzar los 170 metros de diámetro y una altura, contando las palas, que ronda los 200 metros, con un enorme impacto visual, entre otras afecciones.
Los molinos se ubican en una zona ya muy saturada de aerogeneradores, el Valle de Lecrín, donde desde la autovía A-44 en dirección a la costa se pueden ver ya más de medio centenar de molinos en el tramo entre Padul y el desvío a Lanjarón, repartidos en una dencena de parques. Y a los que añadirán otros más proyectados en el mismo área.
Ubicación del parque eólico y de la línea de evacuación aérea, la línea azul, con los aerogeneradores señalados a la derecha en color rosa. Imagen extraída del proyecto.
Los molinos se situarán en el término de Villamena, en los parajes Cerros Pelaos y Cerrillo del Tío Lora. Muy cerca de la autovía A-44 y también de la embotelladora de agua mineral Aguas del Manar que la Junta autorizó en 2023 en Villamena, con polémica, en medio de la sequía más grave y duradera que se recuerda y con un gran rechazo social y político.
La declaración de utilidad pública de este parque ha implicado la expropiación de 207 parcelas. De ellas, 16 para la instalación de los aerogeneradores (15 parcelas en Villamena y 1 en Albuñuelas), y 191 para la línea de evacuación eléctrica, que pasará por cuatro municipios: Padul (147 parcelas afectadas), Albuñuelas (21 parcelas), Alhendín (20) y Escúzar (3).
Contaminación acústica
La Plataforma alerta del "riesgo inminente de contaminación acústica que sufrirá la población de Cozvíjar, situada a solo 2 kilómetros", además de las molestias actuales por la maquinaria y obras. "Los ruidos de baja frecuencia que generan este tipo de aerogeneradores afectarán de forma permanente al descanso, la salud y el bienestar de los vecinos", afirma 'Di NO a las Torres'.
La plataforma denuncia que "está en juego el modelo de vida y desarrollo del Valle de Lecrín: el proyecto destruye paisaje, amenaza el turismo rural y pone en peligro la fauna de la cercana Laguna de Padul, refugio de aves protegidas y espacio de alto valor ecológico".
