Roban joyas de la Virgen de la Cabeza, dinero y lotería en la Iglesia de Benamaurel

La Parroquia de la Anunciación de Benamaurel y la Hermandad de la Virgen de la Cabeza han informado del robo perpetrado en la iglesia, de donde han sido sustraídas joyas de la imagen, principalmente anillos, medallas y broches donados durante generaciones por familias de la localidad. El autor o autores del robo se llevaron también varias series de lotería de Navidad.
Ni la imagen de la Virgen de la Cabeza ni ninguna otra imagen, como tampoco el sagrario, han sufrido daños, exponen la parroquia y la hermandad en una nota de prensa en la que explican que los ladrones accedieron al recinto por la puerta lateral del salón parroquial.
Ya en el interior destrozaron la puerta del Camarín de la Virgen y se llevaron las joyas que portaba la imagen, cuya vestimenta también amaneció revuelta. Tras reventar la puerta del Museo, también se llevaron las joyas del ajuar depositadas en estas dependencias.
Los dos juegos de coronas de plata de la imagen han sufrido daños, pero no han sido robados. La corona dorada de salida se encuentra en perfecto estado. Aparentemente, explica la hermandad, los ladrones no han tocado la imagen de la Virgen de los Dolores ni la de San León Magno, ni el relicario con restos del Patrón de Benamaurel, depositado a los pies de la talla.
La Guardia Civil ha comenzado una investigación de los hechos, con varias visitas de los especialistas de su Policía Judicial al templo. La Parroquia y la Hermandad hacen un llamamiento a la colaboración de la ciudadanía, ante la posibilidad de que alguna persona pueda identificar, en algún momento, alguna de las joyas o elementos sustraídos. "Las joyas robadas son, principalmente, anillos, medallas y broches que con el mayor cariño posible familias de Benamaurel han donado a la Virgen de la Cabeza durante generaciones", explica la hermandad, que añade que también ha sido sustraída una de las últimas ofrendas de devotos: un juego de tres broches con forma de flor para el pecho de la imagen.
La corona de plata que portaba la Imagen de la Virgen de la Cabeza la han dejado ladeada y la del Niño Jesús, junto al cetro de la Virgen, ha aparecido en el suelo del propio Camarín. Las pequeñas coronas de plata que están expuestas en el museo, y que nunca se ponen sobre la imagen por su pequeño tamaño, no han sido robadas aunque los ladrones han doblado una de las estrellas y han roto otra.
Los ladrones han accedido hasta la Sacristía y han subido al Camarín, cuya puerta han destrozado, a través de las puertas que dan al pasillo trasero al altar desde el propio presbiterio del templo
Los ladrones han accedido hasta la Sacristía y han subido al Camarín, cuya puerta han destrozado, a través de las puertas que dan al pasillo trasero al altar desde el propio presbiterio del templo. La gran cajonera de la sacristía nueva ha sido forzada y de ahí los ladrones han sustraído diversos objetos de valor y varias series de la Lotería de Navidad, que la Parroquia denunciará. También se han llevado el sobre donde el párroco guardaba el dinero de la venta de dicho lotería. Los objetos litúrgicos, como cálices o patenas, no han sido expoliados.
El lampadario para ofrecer velas dispuesto bajo el Crucifijo del altar mayor también ha sido reventado para robar el dinero depositado por los fieles como ofrenda. Durante el asalto, han sido violentadas las cajoneras y muebles que guardan enseres de gran valor histórico y sentimental, que han sido revueltos y saqueados, tanto en el museo como en las dos sacristías.
La parroquia, la Hermandad de la Virgen de la Cabeza y el resto de hermandades y grupos parroquiales han comenzado a elaborar un minucioso inventario para detectar si los ladrones se han llevado otras joyas y enseres.
"La violencia y la profanación del espacio más venerado por los benamaurelenses constituyen un atentado que hiere profundamente el alma de la comunidad", lamentan
"El daño causado va mucho más allá de lo material. La ruptura de la intimidad sagrada del Camarín, la violencia empleada en los accesos y mobiliario, el ultraje a objetos de culto y la profanación del espacio más venerado por los benamaurelenses constituyen un atentado que hiere profundamente el alma de la comunidad. El templo ha sido durante siglos refugio de esperanza, consuelo en las dificultades y centro de la vida espiritual y festiva de nuestro pueblo. Este acto supone, por tanto, una agresión al corazón mismo de Benamaurel. Un hecho que no solo constituye un atentado material, sino también un profundo golpe a los sentimientos, la fe y la memoria colectiva de todo un pueblo", expone el comunicado.
La parroquia y la hermandad agradecen "la pronta actuación de las fuerzas de seguridad" y confían en que se pueda identificar a los responsables y recuperar, al menos parte, del patrimonio robado. También piden a fieles y vecinos "una oración por la reparación de este daño" y por los autores del robo.