Esta semana ha comenzado el curso escolar para los más pequeños de la casa. Las escuelas infantiles han hecho lo que han podido. Durante el estado de alarma los equipos directivos de las escuelas han resistido doblemente: al confinamiento y al abandono por parte de la Junta de Andalucía. No tienes niños y niñas en el cole, así que me voy a ahorrar un dinero y te reduzco la aportación por alumno, montas un ERTE, cierras definitivamente, allá tú con tus problemas. También puedes despedir a tus trabajadores, mayoritariamente mujeres y, ya te digo, te las apañas como mejor entiendas. Así, pensará usted, administra uno su casa perfectamente. Unos hachas estos chicos del gobierno de la Junta que ha terminado ahorrando en plena pandemia hasta en sanidad.

Se les llena mucho la boca con España, qué decir con las familias, uno de los pilares básicos de su ideología, pero es todo pura pose

Se les llena mucho la boca con España, qué decir con las familias, uno de los pilares básicos de su ideología, pero es todo pura pose. A ellos les interesa el poder para defender el interés de los que más tienen. Y los que más tienen no son, por poner un ejemplo, los que tienen una nómina grande y no tienen problemas para llegar a fin de mes. A esos les recortan los impuestos y luego tienen una vida llena de apariencias. No. A estos chicos les interesa los que manejan el cotarro de verdad y los mantienen a ellos en el poder. A las familias nada.

Si de verdad les interesaran las familias, desde que se acordó en mayo, y se publicó en el BOE, las recomendaciones para una vuelta al cole, habrían estado todos estos meses trabajando. Pero no. Estaban más interesados en no perder votos y buscar la manera de exigir el final del estado de alarma y del mando único para en los últimos días de agosto pedir al Gobierno de España que tomara las decisiones que ellos no estaban dispuestos a tomar.

No han ejercido con diligencia en dos de sus competencias básicas: la sanidad y la educación

Con la crisis de 2008 y la irrupción de los nuevos partidos, la casta de Podemos y el disloque de las autonomías que pregonaba Ciudadanos, las Comunidades Autónomas vivieron una crisis tremenda. Luego llegó Vox y se sumó a la idea de eliminación de los chiringuitos. Pero el problema no eran las comunidades autónomas. El problema era que en esas comunidades gobernara el PSOE. Pues bien, ni la crisis de descrédito de las autonomías, ni el independentismo que hasta la pandemia era una amenaza para la Constitución han hecho tanto daño a esas autonomías como la dejación de funciones que han hecho los gobiernos de las derechas en esas comunidades. No han ejercido con diligencia en dos de sus competencias básicas: la sanidad y la educación.

La historia, y espero que los votos, juzgará a esos gobiernos.

De modo que con el curso ya iniciado, y tras el amparo del Gobierno de España por si la cosa se tuerce y tener así un culpable, las familias hemos llevado a nuestros hijos e hijas al cole confiando en la profesionalidad de los educadores y cruzando los dedos, rezando a Dios, incluso las ateas, y encomendados a la suerte mientras los casos de contagios en Andalucía durante el mes de agosto se han disparado hasta niveles más que preocupantes.

El presidente Moreno Bonilla y el vicepresidente Marín, mientras, han estado gestionando en agosto una particular remodelación de gobierno que, como todo el mundo sabe, era, y es, la gran preocupación del profesorado en particular y de las familias andaluzas en general. Bueno, también es la gran preocupación de los infantes de meses escolarizados porque sus papás y sus mamás tienen que trabajar, si es que no han perdido el empleo. Gracias, desde aquí y por mi parte, por tanto esfuerzo.