'Las fosas de Tellado'

Es muy probable que en su cabeza sonara fantástico. Que se imaginara jaleado por los presentes y felicitado por su jefe, el muy moderado Alberto. Que se viera en las portadas, titulares y tertulias de los medios de cabecera de su partido. Para Miguel Tellado hablar de “abrir una fosa para enterrar a este gobierno” era un win-win de manual… ¡Qué error, qué inmenso error! Como dijera Ricardo de la Cierva en 1976.
Partidos políticos, familiares de represaliados, asociaciones memorialistas y colectivos de toda condición, le han recordado al secretario general del PP que no todo vale y que hacer gracietas con las fosas comunes en el país de Europa donde más existen, no tiene un pase
Al otrora nacionalista de izquierdas gallego y hoy lenguaraz mayor del reino, le lleva cayendo la del pulpo desde el pasado fin de semana. Partidos políticos, familiares de represaliados, asociaciones memorialistas y colectivos de toda condición, le han recordado al secretario general del PP que no todo vale y que hacer gracietas con las fosas comunes en el país de Europa donde más existen, no tiene un pase.
El pasado martes varias decenas de personas se reunían en el Parque de la Libertad de Víznar convocados por la memoria, por la dignidad, por el amor que no se rinde, por el duelo que nunca tuvo despedida y por la justicia que, aunque tarde, ha comenzado a abrir las fosas del silencio. Se entregaban a sus familias los restos mortales de Fermín y de Francisco, dos hombres que, hace 89 años, fueron arrancados de la vida y sepultados en la tierra de Víznar por el simple motivo de pensar, de soñar, de defender una España libre, justa y democrática. Hijos, esposos, padres, sin tumba, sin nombre en ningún memorial, sin derecho ni siquiera al luto de los suyos… Hasta hoy.
No con tristeza, aunque sí con lágrimas. No con rencor, pero sí con memoria. Porque no hay reconciliación posible sin verdad, sin justicia y sin reparación
Bajo estos cielos que fueron testigos de tanto dolor y desde hace unos años de tanta esperanza, se devolvieron a sus familias los restos de estos dos represaliados de la barbarie franquista. No con tristeza, aunque sí con lágrimas. No con rencor, pero sí con memoria. Porque no hay reconciliación posible sin verdad, sin justicia y sin reparación.
A Miguel Tellado le hubiera resultado muy provechoso haber asistido a ese acto, en el que constatamos como a Fermín y Francisco les quitaron la vida, pero no la dignidad. Les borraron los nombres de los registros, pero no de los corazones de sus familias. Les negaron un entierro digno, pero no han podido impedir que nueve décadas después se pueda llevar a cabo. Porque la memoria, como el amor, es terca, es persistente, y sabe abrirse camino incluso entre el barro del olvido. Seguro que de haber estado el martes en Viznar, Tellado pensaría que tiene que lavarse la boca antes de volver a hablar de fosas.
Francisco Javier San Miguel (izquierda) y Fermín Roldán González, con los restos de sus abuelos, en el acto del pasado martes, en el Parque de la Libertad de Víznar. Indegranada.
Tellado, como tantos otros políticos desde hace décadas, debería pedir disculpas a las miles de familias, que nueve décadas después de la barbarie, siguen sin tener un lugar donde llorar a sus seres queridos
Tellado, como tantos otros políticos desde hace décadas, debería pedir disculpas a las miles de familias, que nueve décadas después de la barbarie, siguen sin tener un lugar donde llorar a sus seres queridos. Disculpas, porque a pesar de todos los trabajos que se están desarrollando, llegamos tarde para reparar el dolor de muchas hijas, hijos, nietas y nietos, que han pasado toda su vida sin poder enterrar dignamente a sus seres queridos.
Iniciativas como las de esta semana dignifican el presente y el futuro de Granada, porque no se puede construir una convivencia ciudadana sana sin cumplir con ese requisito, que entra de lleno en los mismísimos derechos humanos, tal y como se ha encargado de recordarnos Naciones Unidas en varias ocasiones.
Desde Viznar, localidad que según recordaba su alcalde también ha sido inocente víctima de la barbarie, debemos honrar siempre a las víctimas y a mostrarle a la ciudadanía la importancia que siguen teniendo los lugares más simbólicos de aquellos hechos. Porque esta debe ser la causa de cualquier demócrata y de cualquier persona comprometida con la libertad y los derechos humanos.
Esta tierra tiene un deber moral con las víctimas y una responsabilidad con nuestra historia. Por eso el martes fue un día importante para los valores de la libertad y la democracia, que no pueden estar completas sin poner en su lugar la memoria de las víctimas
Esta tierra tiene un deber moral con las víctimas y una responsabilidad con nuestra historia. Por eso el martes fue un día importante para los valores de la libertad y la democracia, que no pueden estar completas sin poner en su lugar la memoria de las víctimas, una memoria que no debemos reivindicar desde el rencor sino desde la justicia, imprescindible para reparar parte del daño que se ha causado a estas miles de familias granadinas.
El martes fue un día de duelo, sí. Pero también es un día de victoria. Porque en esta tierra donde los asesinos quisieron imponer el silencio, resonaron los nombres de los que no pudieron matar del todo. Porque están aquí. Porque estamos aquí. Porque no los olvidamos. Porque no los olvidaremos jamás.
Informaciones complementarias:
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Nietos de la Memoria frente al olvido
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"Cuando estamos abriendo la tierra para encontrar a víctimas y darles digna sepultura, hablar de cavar fosas para el Gobierno es prácticamente depravación moral"