La ciudadanía toma la calle ante la continua sinrazón que sufre la provincia

Granada, capital del agravio

Política - Juan I. Pérez - Sábado, 20 de Mayo de 2017
Granada sufre desde hace demasiado tiempo un cúmulo de despropósitos, originados por decisiones injustas, que discriminan clamorosamente a una ciudad, una provincia, ante la que se rebela la ciudadanía, que toma la calle, para que se le escuche.
P.V.M.

Agonizante por la nefasta gestión del AVE y las infraestructuras, tras una larga lista de agravios, apenas quedaban en Granada órganos vitales donde clavarle más puñales y sin que nadie lo esperara la recibió de improviso, en Plaza Nueva: Un certero navajazo en el corazón judicial de Andalucía.

Poco le importó a la mayoría conservadora de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, -incluido, magistrados de Granada-,  y de jueces de Málaga y Sevilla, lo que marca el Estatuto de Autonomía de Andalucía. Prevalecieron los propios intereses de este sector. Desde los más vagos, de no tener que desplazarse a Granada, hasta las de reforzar el papel de Sevilla y Málaga, como si lo necesitaran. En contra de la medida, el presidente del TSJA, con su voto particular, Lorenzo del Río, y hasta la fiscal superior, Ana Tárrago. No hay razones objetivas.

Última asamblea, previa a la manifestación, en la defensa de la capital judicial de Andalucía. JUNTOS POR GRANADA

Tras una larga lista de agravios, apenas quedaban en Granada órganos vitales donde clavarle más puñales y sin que nadie lo esperara la recibió de improviso, en Plaza Nueva: Un certero navajazo en el corazón judicial de Andalucía

Pronto decidirá el Consejo General del Poder Judicial, ante el clamor que la afrenta ha generado en la ciudadanía granadina y la presión que ejerce la prensa conservadora de Andalucía para salgan de Granada las nuevas sedes judiciales.

Este domingo está convocada la ciudadanía a una nueva manifestación que será la primera en defensa de la capital judicial, de lo poco que esta ciudad, acosada por tierra, mar y aire, desde dentro y fuera, hubiera podido temer porque, además, está escrito en la Ley.

A diferencia del resto de luchas ciudadanas, por primera todos los partidos políticos apoyan la defensa de la capitalidad judicial de Granada. Quizá sea porque de creer en la independencia del Poder Judicial, el PP de Granada, en este caso, al salir a la calle no discute con ello la Administración central que gobierna.

No se movilizó el PP con las marchas contra el Gobierno por el vergonzoso aislamiento ferroviario, por la chapuza del AVE, la justa reivindicación de la llegada soterrada o la imprescindible Variante de Loja. Tampoco lucha para que se habilite la conexión de Moreda. Solo participó en la manifestación en Loja tras el inopinado derribo de su estación. Porque el alcalde es popular y había que arroparlo.

Candel, al frente de una de las movilizaciones contra la fusión hospitalaria. Miguel Rodríguez

Tampoco el PSOE  se sumó a las mayores movilizaciones, nunca antes registradas en Granada, contra la fusión hospitalaria que la inmensa marea ciudadana, encabezada por el doctor Jesús Candel, logró derogar, después de que la Junta negara una y otra vez la evidencia. Demasiado tiempo perdido y dinero en la ‘desfusión’ por no escuchar mucho antes a la ciudadanía.

Por el futuro de Granada, y tratar de disipar ese perenne epíteto que le acompaña como ciudad agraviada, qué ejemplar sería que la unanimidad que ha suscitado la defensa de la capital judicial de Granada se trasladara a todas y cada una de las luchas ciudadanas, igualmente justas.

Por el futuro de Granada, y tratar de disipar ese perenne epíteto que le acompaña como ciudad agraviada, qué ejemplar sería que la unanimidad que ha suscitado la defensa de la capital judicial de Granada se trasladara a todas y cada una de las luchas ciudadanas, igualmente justas. Aunque para ello, los partidos se vean obligados a enfrentarse a sus propias organizaciones y gobiernos. Y que lo hubieran hecho ya. En todas las luchas. No solo en las que pueden rentabilizar políticamente para desgastar al adversario.

Pese a la persistente sequía, abundan los charcos en la provincia, donde se hunden problemas que se eternizan sin solucionarlos. Desde las canalizaciones de Rules, los arreglos definitivos en las playas de la Costa, la amenaza que se cierne sobre el río Castril por el II Plan Hidrológico del Guadalquivir… hasta los más sonados, como sus infraestructuras, como un Ave que no es AVE, el Metro que no llega, las ayudas para mantener la línea marítima con Melilla, o la defensa de la Vega, en la que hay avances notables, aunque las obras de la Segunda Circunvalación la sigue hiriendo.

Es la ciudadanía la que está escribiendo la historia reciente de Granada, a pie de calle

Pocas ciudades, pocas provincias, tan lastimadas como Granada. Las luchas ciudadanas han tomado las calles para exigir a las administraciones, como nunca antes, justicia para Granada, una ciudad, una provincia, postergada y discriminada.

La ciudadanía ha reaccionado y se moviliza, como vía para hacer notar sus reclamaciones, harta de tanto daño, organizada, en un resurgimiento de plataformas ciudadanas, como las heroicas Marea Amarilla, Ave Soterrado, AVE sí o no así, en Loja, o en Moreda o Baza; la blanca, que invadió las calles en defensa de una sanidad digna; Granada en Marcha, que inició su andadura con una protesta en la presa de Rules, y que se suma a todas las causas, como Facua Granada; o la última, Juntos por Granada, para defender la capitalidad judicial de Granada.

Una de las manifestaciones contra el aislamiento ferroviario. MIGUEL RODRÍGUEZ

Y antes, Salvemos la Vega, Arqueológico, YA, contra la venta de la Casa Ágreda o la de la tan necesitada Zona Norte…

Es la ciudadanía la que está escribiendo la historia reciente de Granada, a pie de calle.

Algo falla en los partidos que se supone pueden influir en la toma de decisiones cuando la ciudadanía toma la calle para reclamar lo que es justo. Cuando van por detrás de la ciudadanía

Algo falla en los partidos que se supone pueden influir en la toma de decisiones cuando la ciudadanía toma la calle para reclamar lo que es justo. Cuando van por detrás de la ciudadanía. El coste del grave error es la irrelevancia. El no pintar nada. La permanente percepción social de que nadie defiende a Granada, como si no mereciera el máximo respeto y no proyectos a medias, chapuzas y más agravios.

Es maravillosa Granada, la provincia. Pero gente a la que se le atribuye el poder que en demasiadas ocasiones se empeña en estropearla, desde púlpitos prestados en los que atenazan, ralentizan o, sin pudor, simplemente, recortan el futuro, impiden su progreso o dejan que pierda sus derechos. Por acción o a veces por inacción.

No quedan sitios donde clavarle más puñales a Granada o quizá sí, todavía por descubrir.