Una treintena de cargos de Podemos Granada, con distintas responsabilidades, bien orgánicas o públicas -estos en su mayoría vinculadas a ayuntamientos- plantean una enmienda a la totalidad al documento por la confluencia presentado por la dirección andaluza.

El texto "constriñe mucho la capacidad de decisión y nos encauza a alianzas", aseguró a El Independiente de Granada Leticia García, que ha presentado este movimiento acompañada de Alberto Matarán, Rosa Félix -concejala en Atarfe- o Marta Gutiérrez -portavoz de Vamos Granada en la capital-, entre otros.

"Nuestro futuro común: avanzamos en Andalucía" es el título de su propuesta, que gira en torno a cinco puntos, según explicó Matarán. El primero de ellos, la necesidad de construir un espacio común "más allá de la unidad de la izquierda", en el que tenga más protagonismo la sociedad civil. En segundo lugar primar el municipalismo, adaptando la propuesta a la realidad de cada localidad. Entienden además que el proyecto debe superar la idea de "conflicto constante entre la gente y las instituciones", para construirse como un proyecto "abierto con la sociedad civil". El cuarto punto reclama un programa que no esté basado en "una Andalucía subsidiada y subalterna en la que se encuentran algunos a gusto". Y en quinto lugar la participación, que "no puede ser articulada desde arriba". 

El plazo para presentar enmiendas finaliza el próximo 18 de junio. Las enmiendas deben ser aceptadas por la coordinadora provincial. Posteriormente se abre otro plazo para el debate de las que sean aceptadas en los círculos y, finalmente, llegará a la asamblea.

Los cargos que han presentado esta propuesta de enmienda a la totalidad, procedentes de la capital y municipios como Atarfe, Cenes de la Vega, Maracena, Nívar, Gójar, Ogíjares o Motril, dudan de la posibilidad de que prosperen las enmiendas -"es mínima", apuntó García, vinculada a Nívar y que formó parte de las listas de Unidos Podemos a las pasadas Generales-, al cuestionar la propia dinámica. 

Al respecto, Matarán consideró que el documento andaluz nace "cojo" en términos de participación, al exigir dos tercios de los votantes para sacar adelante enmiendas -"más que la Constitución Española"- y, por tanto, no facilitando la participación de los inscritos, y propugna un cambio para Andalucía, pero pivotando sobre la base de "la vieja idea de la unidad de la izquierda", que es "importante, pero no suficiente".