Crítica de 'La otra vida', el nuevo disco de 091

Otras canciones, pero la misma emoción

Cultura - José Miguel Muñoz - Sábado, 19 de Octubre de 2019
Te ofrecemos una crítica del nuevo trabajo de 091, 'La otra vida', un trabajo diferente a lo que hicieron en su anterior etapa.
Portada del disco.
Portada del disco.

Desde que 091 anunció que iba a sacar un disco con nuevas canciones, surgió la gran pregunta: ¿Estará a la altura de su leyenda, de ese legado de temas potentes, guitarreros, convertidos en himnos, que han emocionado a tanta gente a lo largo de estos 25 años?

Una vez escuchado el disco, no hay respuesta, porque esa no es la pregunta que hay que plantearse. La pregunta es: ¿Han conseguido los Cero crear nuevas canciones que emocionan? Y la respuesta es sí. Sin comparaciones.

‘La otra vida’ es, seguramente, el disco de mejor factura que haya editado jamás el grupo granadino. A eso ayuda disponer de medios técnicos, libertad, tiempo y experiencia. Las tres primeras se las ganaron con la exitosa gira de 2016, que les dio el crédito y aval suficiente para poder crear un disco tal y como ellos querían. Y la experiencia la aportan, sobre todo, los 15 discos acumulados por el compositor del grupo, José Ignacio Lapido, entre los que hizo con 091 y en solitario. 

Pero un disco no emociona solo con una gran factura técnica y la variedad de instrumentos y arreglos que incluye ‘La otra vida’. Emocionan las melodías y los estribillos, mezcladas con la lírica de las letras. Y este disco derrocha estribillos y melodías bellas y pegadizas, pero también ritmo y guitarras poderosas.

El disco comienza con el primer single adelantado por la banda, ‘Vengo a terminar lo que empecé’. Una canción rockera que en directo dará muy juego, pero que despista, porque no presagia lo que viene después, tres medios tiempos muy diferentes que se salen del cauce rockero. ‘Naves que arden’ es un gran tema melódico no exento de fuerza. ‘Mañanas de niebla en el corazón’ rebosa melancolía y ‘Leerme el pensamiento’, el segundo single, es una canción luminosa, con un estribillo romántico y pegadizo, en el que aparecen los coros de Lapido, que se repiten en varios temas. 

Dos joyas

‘Condenado’, un canción rockera y trepidante, aunque con pocos matices, da paso a una segunda parte del disco en la que se mezclan las canciones más rítmicas con las dos más lentas, y donde más se identifica el sonido 091 al que estamos más acostumbrados. 

‘Por el camino que vamos’ podría haber sido perfectamente uno de los singles. Es una de las joyas de este disco. Introduce unas sorprendentes palmas al principio y al final, el piano de Raúl Bernal acompaña los momentos álgidos del tema y tiene un estribillo que llega y emociona. 

‘Una sombra’ es la canción más lenta del disco, y está llamada a seguir en los conciertos la senda de la ‘Canción del espantapájaros’, a dúo entre la guitarra acústica de José Ignacio Lapido, que también acompaña en los coros, y la voz de José Antonio García. 

La armónica del vocalista no podía faltar en un disco de 091 y llega en la siguiente canción, ‘Al final’, donde resuenan ecos de los 091 más conocidos, que se hacen aún más evidentes en ‘Dejarlo morir’, quizá el mejor tema del álbum, una canción en la que 091 nos recuerda -por si lo habíamos olvidado durante los temas anteriores- lo que son: la mejor banda rock de este país. Una canción en la que las guitarras de los Lapido y la voz desgarrada del ‘Pitos’ lucen en todo su esplendor. Curioso que la mejor canción de 'La otra vida' se titule 'Dejarlo morir'. 

El disco termina con ‘Soy el rey’, otra canción pausada donde el piano de Raúl Bernal es protagonista, junto a un delicado punteo de guitarra de jazz al final. 

Imposible congelar el tiempo

Como decían los componentes del grupo a este periódico, es imposible congelar el tiempo desde 'Todo lo que vendrá después', el último trabajo de estudio de 091, y sacar un disco como punto y seguido de lo anterior. ‘La otra vida’ hubiera sido imposible que surgiera hace 25 años, porque es un disco impregnado por la música que ha ido creando José Ignacio Lapido a través de sus ocho discos en solitario, y porque no se crea música a los 30 años de edad igual que a los 50 y tantos. 

A quienes echen en falta en el disco un sonido más genuino del grupo, hay que recordarles que 091 han recorrido caminos musicales muy distintos, desde el punk de sus inicios con 'Fuego en mi oficina', el pop, tan presente en sus primeros discos, cuando intentaban subirse a la ola comercial de finales de los 80, para llegar al rock más contundente de sus últimos trabajos antes de disolverse. 

En 'La otra vida' hay otras canciones, otros estilos, otros sonidos, pero la misma emoción. 

Entrevista con los Cero: