El Gobierno tramita tres centrales hidroeléctricas reversibles en Granada, una de ellas en el emblemático Jabalcón
El Ministerio de Transición Ecológica está tramitando tres centrales hidroeléctricas reversibles en la provincia de Granada, más otra en Almería pero cuyo proyecto afecta al término granadino de Turón. Todas están en diversas fases iniciales de estudio y ninguna ha salido todavía a información pública para la presentación de alegaciones antes de su aprobación.
Dos de ellas prevén ubicarse en el embalse de Rules, una promovida por el grupo empresarial Villar Mir, de la que ya informó este periódico, en parte sobre la superficie quemada del incendio de los Guájares, y la otra por Greeen Capital Power, una de las sociedades con más iniciativas de energías renovables del país.
La hidroeléctrica que más polémica suscita es la central proyectada en el embalse del Negratín, promovida por la compañía Negratín Energía Renovable, ya que se ubicará en el emblemático cerro Jabalcón, junto a la localidad de Zújar (dentro de su término municipal), cuyo ayuntamiento ya se ha mostrado reiteradamente en contra.
Se trata de un proyecto planeado hace varios años, pero es ahora cuando se está desarrollando su tramitación. El anteproyecto entró en el Ministerio de Transición Ecológica (MIteco) a principios de este año y ya ha terminado la fase de consultas previas.
La hidroeléctrica del Negratín prevé una potencia de 275 Megavatos (Mw). Para ello planea ubicar la central en caverna en la base del cerro Jabalcón, junto al embalse y el balneario de Zújar, a 613 metros de altitud, excavada en la ladera del monte, con 38 metros de largo en tres plantas de 27,6 metros de altura. De ahí partirá una gran tubería soterrada de 2,3 kilómetros hasta la cima del Jabalcón, dondde se construirá una balsa con capacidad para 1,94 hectómetros cúbicos de agua que ocupará 15 hectáreas, el equivalente a 21 campos de fútbol.
La balsa se situará prácticamente en la cota más alta del cerro, a 1.460 metros de altitud -la cima del Jabalcón está a 1.490-, por lo que logrará un salto de agua de 841 metros. Esa balsa transformará por completo la cima del Jabalcón, ya que afectará tanto a los senderos que la atraviesan como a los miradores y el vértice geodésico, un entorno calificado como Paraje Sobresaliente, y la balsa se ubicará justamente ahí. "Se esperan efectos sobre senderos y caminos, que deberán ser repuestos o ejecutados nuevos trazados de acceso a los miradores", indica el documento del proyecto. También afectará a las torres y antenas de telecomunicaciones ubicadas en la planicie de la cima, que tendrán que trasladarse a otro lugar. Y muy cerca también se encuentra la ermita de la Virgen de la Cabeza, aunque no se vería afectada.
Las torreta de telecomunicaciones en primer plano tendrá que trasladarse, pues la balsa ocupará toda esa planicie, que corresponde a la cima del Jabalcón. indegranada
El documento del anteproyecto reconoce que el enclave físico de la central "recoge protecciones ambientales, entre las que se encuentran Montes de Utilidad Pública, Hábitats de Interés Comunitario Prioritarios y Planes Especiales de Medio Físico".
Vista del emblase desde la cima del Jabalcón, donde se ubicará la balsa. Y abajo estará la central y toma de agua del pantano. indegranada
Además del gran impacto de la subestación junto al embalse, de la gran tubería que atravesará el interior del monte, que se construirá con tuneladora, y de la gran balsa en la cima del Jabalcón, la central tendrá otras afecciones, como la línea de evacuación eléctrica, con 10,7 kilómetros de torretas eléctricas desde el cerro Jabalcón hasta la nueva subestación de Baza 400 kV, además de la construcción y reformas de caminos de acceso tanto a la balsa como a la toma inferior de la central, que prevé un túnel de 361 metros de longitud desde la carretera.
La línea de evacuación, en línea roja discontinua, tendrá 10,7 kilómetros de torretas eléctricas. imagen extraída del proyecto
Para poder operar, la central del Negratín necesita que el embalse tenga un volumen de agua mínimo de 209 hectómetros cúbicos, casi el 36% de su capacidad, para que la cota del agua esté al menos a 617 metros sobre el nivel del mar. Si la central estuviera ya construida, en estos momentos no podría funcionar, puesto que el Negratín, uno de los embalses más afectados por la sequía, cuenta ahora mismo únicamente con 102,5 hectómetros cúbicos, menos del 18% de su capacidad, y la cota de agua está a 607,5 metros. Es decir, la central necesitaría el doble del agua embalsada en la actualidad. En todo el año 2022 -y parte de 2021- no ha llegado a ese 36% de agua mínimo que precisa la instalación hidroeléctrica, lo que complica su viabilidad en épocas de sequía, que serán habituales en el futuro por el cambio climático.
Ubicación e instalaciones de la central hidroeléctrica reversible Vélez, en el embalse de Rules. Imagen del proyecto
Central de Vélez
Por su parte, la segunda central planteada en el embalse de Rules, denominada Vélez, pues prevé ubicarse en la margen del embalse que da a Vélez de Benaudalla (a diferencia de la hidroeléctrica de los Guájares de Villar Mir, en el lado contraro), tendrá mucha más capacidad. Frente a los 275 Mw de la del Negratín y los 357 Mw de la de los Guájares, la de Vélez prevé nada menos que 1.048 Megavatios de potencia. Para hacerse una ideal de lo que eso significa, la provincia de Granada cuenta, con datos de junio de este año, con 958 Mw de potencia eléctrica renovable, juntando parques eólicos y solares, minicentrales hidráulicas y otro tipo de instalaciones, por lo que la central hidroeléctrica Vélez aportaría más potencia eléctrica renovable que toda la existente actualmente en la provincia.
La central será capaz de generar casi 2.400 GWh de electricidad al año, prácticamente el 75% de todo el consumo eléctrico de la provincia de Granada. El anteproyecto entró al Miteco en junio de este año y está en fase de consultas previas.
Ladera del pantano donde se construirá la central, bajo la Sierra de Lújar. imagen del proyecto
La instalación ubicará la toma de agua del embalse en la orilla sur, a 220 metros de altitud, y se construirá una balsa a 1.230 metros, con lo que logrará un salto de agua superior a los 1.000 metros en apenas 4,4 kilómetros de longitud.
La balsa está proyectada con una capacidad de 2,96 hectómetros cúbicos, con 26 metros altura, mucho más grande que la del Negratín. Ocupará 25,2 hectáreas de terreno, unos 35 campos de fútbol juntos. De ahí partirá la tubería hasta el embalse, de 5,6 metros de diámetro, soterrada, hasta la central y la toma de agua del embalse, que se ejecutará a través de una plataforma flotante. La central se proyecta subterránea en su mayor parte, incluyendo la sala de máquinas. Su construcción implicará la apertura de nuevos accesos y caminos "en zonas desprovistas de vegetación arbórea, en la medida de lo posible", dice el anteproyecto.
Instalaciones de la toma de agua del embalse. extraída del proyecto
Instalaciones de la central reversible de Benínar, cuya balsa se ubica a apenas un kilómetro de Turón. Imagen del proyecto
Central de Benínar-Turón
La otra central hidroeléctrica reversible proyectada es mucho más pequeña, de 51 Mw de potencia, en el embalse de Benínar, en la provincia de Almería, aunque la balsa se ubicará a solo 1 kilómetro de la localidad granadina de Turón. La balsa tendrá 2,4 hectómetros cúbicos de capacidad, con 19 metros de altura y ocupará casi 9 hectáreas de terreno, el equivalente a unos 12 campos de fútbol. La tubería desde la toma de agua del embalse hasta la balsa, de casi 2 km de largo, permitirá un salto de agua de 464 metros.