Las instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo se triplican en Granada en un año y superan las 15.000
Las instalaciones de paneles fotovoltaicos para autoconsumo se han disparado en Granada. Cada vez son más los hogares, comunidades de vecinos o empresas de la provincia que colocan panelas solares para ahorrar en la factura de la luz y disponer de su propia energía eléctrica.
Las cifras hablan por sí solas. Según datos de la Agencia Andaluza de la Energía, en junio del año pasado había en la provincia de Granada al menos 5.200 instalaciones de placas fotovoltaicas para autoconsumo conectadas a la red eléctrica. A final del año esa cifra subió hasta más de 11.000 instalaciones. Y, según las últimas cifras disponibles, a 30 de junio de este año 2023, la estimación es de más de 14.700, con lo que a fecha de hoy habrán superado ampliamente las 15.000. Es decir, el número de instalaciones se ha multiplicado por tres en solo 12 meses.
Se trata de placas fotovoltaicas conectados a la red eléctrica. Aparte están las instalaciones aisladas, sin conexión a la red, ubicadas en zonas rurales (cortijos y otros inmuebles) donde no llega el tendido eléctrico, y que son mucho más difícil de cuantificar, pero que también crecen y cada vez se ven más.
De 72 a 102,7 Mw
La potencia eléctrica de estas instalaciones de autoconsumo ha pasado de los apenas 72 megavatios (Mw) de junio de 2022 a los 102,7 Mw a junio de este año. Todavía es una potencia eléctrica muy inferior al total de energía fotovoltaica instalada en la provincia, que asciende a 583,5 Mw, compuesta principalmente por grandes explotaciones fotovoltaicas, pero ya resulta significativa y está en continuo ascenso.
Las instalaciones de autoconsumo están promovidas por las Administraciones públicas como parte de la llamada transición energética, que pretende reducir la dependencia de la energía procedente de los combustibles fósiles y reducir las emisiones de CO2 que generan y que son el principal causante del cambio climático.
Además, el autoconsumo resulta la mejor forma de utilizar la energía solar aprovechando tejados y terrazas de viviendas y edificios públicos o empresariales, frente a los macroparques fotovoltaicos que dañan ecosistemas, perjudican a la flora y fauna y eliminan tierras de cultivo, aparte de su impacto paisajístico.
Ayudas para el autoconsumo eléctrico
Para promover el autoconsumo eléctrico a través de paneles fotovoltacios existe un amplio abanico de ayudas públicas tanto para empresas como para el sector residencial, financiadas con fondos europeos.
En el sector residencial, los incentivos para autonconsumo oscilan entre los 300 y los 600 euros por kilovatio pico, kWp (kilovatio pico indica el máximo de potencia instalada). Y para autoconsumo colectivo (comunidades de vecinos), las ayudas son de entre 355 y 710 euros por kWp, dependiendo del tamaño de la instalación.
Es decir, las ayudas pueden cubrir hasta el 43,6% del coste de la instalacion en el caso de autoconsumo individual y el 51,6% en el caso de autoconsumo compartido.
Las placas fotovoltaicas solo generan electricidad, obviamente, cuando hay sol, por lo que si queremos tener energía eléctrica de noche o en dias nublados se necesitan baterías para acumular la energía y poder usarla en esas circunstancias. Para ello también hay ayudas públicas: entre 140 y 490 euros por kilovatio/hora (kWh) de energía producida para instalaciones de almacenamiento en hogares y ediificios residenciales.
Y también hay incentivos complentarios para la retirada de amianto en cubiertas e instalación de marquesinas para proyectos solar fotovoltaicos residenciales.
A estas subvenciones se suman ayudas adicionales para instalaciones situadas en municipios de hasta 5.000 habitantes, o municipios no urbanos de hasta 20.000 habitantes cuyos núcleos urbanos tengan una población menor o igual a 5.000 habitantes, incluidos en los objetivos de la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico.
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Además, las ayudas también pueden provenir por parte de los ayuntamientos, con bonificaciones en el pago de iimpuestos, como hace, por ejemplo, Cúllar Vega, cuyos vecinos que instaen placas solares en sus viviendas pagarán la mitad del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) durante tres años.
Comunidades energéticas
Sin embargo, no todas los edificios o viviendas tienen espacio disponible para albergar una instalación fotovoltaica. Para esos casos existe la opción de integrarse en una comunidad energética, una fórmula en auge que está proliferando por la provincia y que está contando con el apoyo de ayuntamientos o de la Diputación.
Pertenecer a una comunidad energética permite poder compartir la energía de una instalación fotovoltaica de autoconsumo sin necesidad de poner paneles solares. La entidad o particular que implanta los paneles comparte la electricidad generada con usarios vecinos, sean hogares o negocios, siempre que estén en un radio de distancia de dos kilómetros como máximo.
En Granada hay cada vez más ejemplos de comunidades energéticas. La de Monachil fue, según su Ayuntamiento, la primera en ponerse en marcha en la provincia, y le han seguido otras en Huéscar y municipios como Vegas del Genil también mostró su intención de constituirla, así como Huétor Vega, que ha abierto recientemente una Oficina Municipal de la Energía para asesorar al vecindario en temas de autonconsumo y eficiencia energética.