El año hidrológico 2024-2025 se cierra con un 2,4% más lluvia que la media histórica tras cinco años más secos de lo normal

Tras cinco años hidrológicos consecutivos más secos de lo normal, Granada ha cerrado el curso 2024-2025 (que va de octubre del año pasado a septiembre de este año) con algo más de agua caída del cielo respecto al promedio histórico.
Se ha roto así una tendencia que duraba ya un lustro, aunque los datos tampoco son para tirar cohetes, ni mucho menos. En los últimos doce meses la estación de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) del Aeropuerto de Granada, la referente para efectuar comparaciones históricas, ha registrado 373,7 litros por metro cuadrado de lluvia. Es un 2,4% más que los 365 litros que figuran como valores normales en esa estación, según el promedio del periodo 1981-2010.
El año hidrológico anterior, 2023-2024, tuvo casi un 5% menos de lluvia de lo habitual, con 348 litros/m2. Y antes los datos fueron aún peores, como muestra la siguiente tabla:
Año hidrológico | Lluvia en litros/m2 | Diferencia sobre promedio histórico |
2015-2016 | 222 | -143 |
2016-2017 | 257 | -108 |
2017-2018 | 501 | +136 |
2018-2019 | 374 | +9 |
2019-2020 | 305 | -60 |
2020-2021 | 331 | -34 |
2021-2022 | 254 | -111 |
2022-2023 | 280 | -85 |
2023-2024 | 348 | -17 |
2024-2025 | 374 | +9 |
Fuente: Datos de la estación de Aemet en el Aeropuerto
De los últimos diez años hidrológicos, tan solo dos tuvieron más agua de lo habitual, los transcurridos entre 2017 y 2019. Y solo el primero, 2017-2018, registró una cantidad de lluvia significativamente mayor de lo normal, 501 litros/m2, 136 más que el promedio, pues el siguiente año cayeron solo 9 litros más de lo habitual, así que prácticamente fue un año hidrológico normal. La evolución se aprecia perfectamente en el siguiente diagrama de barras:
Así, en ocho de los diez años ha habido menos lluvia que la media (línea roja en el gráfico), con años muy secos, como el 2015-2016, con solo 222 litros/m2, 143 menos que el promedio, o los 254 del 2021-2022.
El año pasado, 2023-2024, con 348 litros/m2, estuvo cerca de la media (en torno a un 5% menos) y el que acaba de terminar, algo por encima del promedio, registros insuficientes para compensar tantos años de sequía.
El 2024-2025 ha sido muy dispar en cuanto a precipitaciones. El 70% del agua ha caído en solo tres meses: octubre y noviembre de 2024, con lluvia muy por encima del promedio en esos meses, y sobre todo el pasado marzo, el más lluvioso del curso, con unos 100 litros/m2. Eso hizo que la mitad del año hidrológico (de octubre a marzo) registrara un 14% más lluvia que la media.
Pero ha habido otros meses muy por debajo de sus valores normales, como diciembre, con menos de dos litros, cuando se trata del mes tradicionalmente más lluvioso del año en Granada (56 litros de media). O febrero, con menos de un tercio de la lluvia normal en ese mes.
Año hidrológico 2024-2025 (litros/m2) | Promedio histórico | |
Octubre 2024 | 73,6 | 40 |
Noviembre 2024 | 83,9 | 54 |
Diciembre 2024 | 1,8 | 56 |
Enero 2025 | 31,9 | 42 |
Febrero 2025 | 12,3 | 38 |
Marzo 2025 | 100,3 | 32 |
Abril 2025 | 24,3 | 36 |
Mayo 2025 | 5 | 28 |
Junio | 21,8 | 11 |
Julio | 0 | 2 |
Agosto | 0 | 4 |
Septiembre | 18,8 | 19 |
Total | 373,7 | 365 |
Fuente: Datos de la estación de Aemet en el Aeropuerto (dato de septiembre provisional)
Además de no disponer de lluvia en abundancia, y mal repartida, Granada sufre -como otras zonas del sur de España- unas temperaturas que no dejan de aumentar y que lastran aún más la disponiblidad hídrica, al elevar la evaporación del agua recibida, es decir, que la lluvia 'cunde menos', como se dice popularmente.
La mayoría de meses están siendo más cálidos de lo normal, con varios récords de temperaturas, y especialmente los del verano, un periodo que se ha alargado más de un mes. Este año, por ejemplo, en junio cayeron casi 22 litros, el doble que lo habitual es ese mes, pero con unas temperaturas de récord, porque el pasado junio fue el más caluroso en Granada desde que hay mediciones. Y después le han seguido un julio, no de récord pero sí más cálido que el promedio y un agosto que ha sido el segundo de más calor de la serie histórica, lo que ha hecho que el verano meteorológico de 2025 (periodo junio-julio-agosto) se haya convertido en el más caluroso desde que hay registros.
De esta forma, Granada ha sufrido cuatro meses de calor intenso, junio-julio-agosto-septiembre, nunca se había llegado en conjunto a esos valores, lo que merma todavía más la disponibilidad de agua en los embalses.
Los 11 pantanos de la provincia ha cerrado el año hidrológico al 30,9% de su capacidad, prácticamente igual que hace un año (30,7%), y muy por debajo del promedio de los últimos diez años (39,4%). Un nivel de embalsado preocupante que hace que vuelva a aparecer el fantasma de la sequía y la restricciones si el otoño no viene con abundante lluvia y continúan las temperaturas tan por encima de lo habitual.
Ahora | Hace un año | |
San Clemente | 5,9% | 8,6% |
El Portillo | 63,3% | 41,8% |
Negratín | 25,4% | 25% |
Francisco Abellán | 8,8% | 13,3% |
Colomera | 9,6% | 18,4% |
Cubillas | 26,7% | 31,1% |
Quéntar | 56,9% | 60% |
Canales | 40,9% | 55.4% |
Bermejales | 28,2% | 22,6% |
Béznar | 72,3% | 81,8% |
Rules | 71,9% | 58,1% |
Total provincia | 30,9% | 30,7% |
Fuente: Confederación Hidrográfica del Guadalquivir e Hidrosur
Siete de los 11 embalses tienen ahora menos agua que hace un año, y algunos están bajo mínimos, como el de Colomera (menos del 10%), Francisco Abellán y San Clemente (este último presenta siempre un escaso nivel de agua).
El más importante de la provincia con diferencia, el Negratín, está al 25%; Bermejales al 28% y Cubillas también por debajo del 30%. De los que abastecen a la capital y buena parte del área metropolitana, Canales apenas supera el 40% y Quéntar está al 57%.