Bajan los desahucios por ejecuciones hipotecarias pero suben los de alquileres impagados
Una de las últimas movilizaciones del colectivo Stop Desahucios Granada 15M. afectadosporlahipotecagranada.com
El drama de los desahucios continúa para muchas familias o empresas que no han podido hacer frente al pago de la hipoteca o del alquiler de su vivienda o local y son desalojados por orden de los jueces a través de los llamados lanzamientos.
El año pasado se ordenaron 1.358 desalojos en la provincia de Granada, casi cuatro al día. La cifra ha bajado algo respecto a 2015, son un 3,5% menos, pero es la segunda más alta desde que el Consejo General del Poder Judicial ofrece datos, pese a que muchos, especialmente desde el Gobierno central, dieron por terminada la crisis hace tiempo. Y en Granada el descenso es menor que el registrado a nivel nacional, que fue del 6,5%.
Cuando subieron las cifras de desahucios, en Granada crecieron con más fuerza, y ahora que han bajado, en la provincia descienden menos que en el conjunto del país.
| 2013 | 2014 | 2015 | 2016 | |
| Ejecuciones hipotecarias | 563 | 582 | 845 | 718 |
| Impago de alquileres | 573 | 492 | 485 | 565 |
| Otros casos | 31 | 73 | 78 | 75 |
| Tota lanzamientos judiciales | 1.167 | 1.147 | 1.408 | 1.358 |
Fuente: Consejo General del Poder Judicial
El descenso de la cifra total de desalojos se ha producido por la reducción de los lanzamientos derivados de ejecuciones hipotecarias, que han pasado de 845 en 2015 a 718 en 2016.
Sin embargo, han aumentado los producidos por ejecución de la Ley de Arrendamientos Urbanos, es decir, por impago de alquileres. De los 485 que hubo en 2015, a los 565 del año pasado. Eso supone un 16,5% más de desahucios por impago de alquileres, un porcentaje que contrasta con lo ocurrido a nivel nacional, ya que en España bajaron un 4,2% el año pasado, según los datos del Poder Judicial.
Los lanzamientos son órdenes de desalojo dictadas por los jueces, el último paso después de un largo proceso que empieza cuando se deja de pagar la hipoteca o el alquiler. Se negocia -o no- la deuda, se sigue sin poder pagar y la entidad financiera o el propietario lleva el caso el juzgado, para que el juez inicie el procedimiento ejecución hipotecaria (también conocido como embargo). No todas las ejecuciones hipotecarias acaban en desalojo, porque puede haber una renegociación o acuerdo entre acreedor y deudor, pero si finalmente no se consigue, el juez practica el lanzamiento.
El CGPJ advierte de que los lanzamientos incluyen no solo viviendas, sino también otro tipo de inmuebles, y entre los domicilios no solo a la vivienda habitual, pero es el dato judicial que más se aproxima a lo que popularmente se conoce como desahucios.
Las órdenes de desalojo dictadas por los jueces son el punto final de un proceso que, normalmente, se inicia bastante tiempo antes, varios años incluso, cuando comienzan a producirse los impagos y las posteriores peticiones de embargo por parte de entidades financieras o arrendadores, por lo que es previsible que las cifras de lanzamientos, aunque sigan bajando, continuén altas durante este año, especialmente en la provincia de Granada, en la que la recuperación del empleo es mucho más tímida que en el conjunto del país, y se está produciendo principalmente a través de trabajos precarios y de bajos sueldos, que muchas veces son insuficientes para seguir pagando la hipoteca o el alquiler.
De hecho, el colectivo Stop Desahucios 15M Granada no ha dejado de movilizarse y denunciar multidud de casos de personas y familias con graves dificultades para hacer frente a la hipoteca, inmersas en procesos de embargo y con la amenaza de una orden de desalojo y de perder su vivienda.
Bajan los procesos de ejecución hipotecaria
Durante 2016 se presentaron en los juzgados de la provincia 1.211 ejecuciones hipotecarias, procedimientos que pueden acabar, si no se logra finalmente un acuerdo y otra solución que ponga fin al proceso, en lanzamientos, es decir en el desalojo del propietario de la vivienda, finca o local por no haber hecho frente a la hipoteca.
Son un 28% menos que las ejecuciones hipotecarias iniciadas en 2015, por lo que es previsible que eso se traduzca en el futuro en menos desalojos por no pagar la hipoteca, tal y como muestran los datos de lanzamientos de 2016.
