'Compromiso, Mujer y Memoria'
Este #8M no hemos querido hacer un artículo de investigación sin más, es un día de reivindicación y hemos considerado oportuno hacer un breve análisis sobre la situación de la mujer en varios aspectos relativos a la Memoria Histórica o Democrática y dar nuestra visión sobre ellos.
Siendo mujeres que hemos trabajado de forma constante el tema de la mujer represaliada no deja de sorprendernos la invisibilización a la que hemos sido sometidas las mujeres a lo largo de la historia, por parte de los historiadores (en su mayoría) a la hora de reconstruir el relato histórico, dentro de las organizaciones políticas, y actualmente por el movimiento memorialista, ya que en su mayoría son espacios donde predomina la figura pública masculina.
Son muchas las causas por las que las mujeres, que tan importante papel desempeñaron en la lucha antifranquista, han sido minusvaloradas, invisibilizadas o incluso ignoradas. Sin duda una de ellas ha sido el enfoque a la hora de la reconstrucción del relato histórico.
A la hora de abordar la represión franquista ha primado la épica; hablar de mujeres antifascistas, mujeres comprometidas políticamente, o las mujeres milicianas, dejando a un lado, o en un segundo orden al grupo mayoritariamente represaliado compuesto por las mujeres familiares de hombres del bando republicano, la mayoría de ellas de procedencia rural.
Muchas de estas mujeres a pesar de todas las dificultades y en un medio rural que, la mayoría de las veces era más conservador, y en ausencia de verdaderas organizaciones políticas, ya que casi todas habían sido desmanteladas, fueron las que dieron un paso al frente comprometiéndose en la lucha, siendo un factor fundamental en la vertebración de la resistencia y ayuda a la Guerrilla.
También es de justicia recordar el papel que en muchos lugares tuvieron las mujeres en la reconstrucción de las organizaciones antifranquistas en la clandestinidad.
Las experiencias de las mujeres en la resistencia antifranquista de posguerra son múltiples, pero todas ellas tienen elementos en común: el peso de la represión, la continuación de una tradición política familiar, la responsabilidad asumida por las mujeres cuando hay un lazo de parentesco de por medio, la dificultad de integrar las organizaciones en pie de igualdad con los hombres y la tremenda voluntad de lucha y resistencia a pesar de esta u otras dificultades, como el miedo a la represión, la penuria económica o las responsabilidades domésticas y familiares.
No podemos decir que la historiografía no se ha ocupado de la mujer, pero también es cierto que, en muchos casos, como el de la guerrilla, ha ocupado un lugar secundiario o invisibilizándola por completo
No podemos decir que la historiografía no se ha ocupado de la mujer, pero también es cierto que, en muchos casos, como el de la guerrilla, ha ocupado un lugar secundario o invisibilizándola por completo. La construcción del relato historiográfico sobre la Guerrilla, basado sobre todo en sus aspectos bélicos, dejando un lado aspectos sociales y culturales; es una de las causas de la casi total ausencia de perspectiva de género y por tanto de la invisibilización tanto de las mujeres que se integraron en los grupos armados como también de aquellas, mucho más numerosas, que tuvieron un papel determinante en la estructuración de las redes de apoyo y abastecimiento a la guerrilla. (En torno al 50 por ciento de los enlaces eran mujeres).
Los enlaces han sido los más olvidados en la revisión histórica que se ha vivido en los últimos años en España. Y, de alguna manera, su heroísmo callado ha sido si cabe mayor que el de los que se echaban al monte. Porque si los que combatían al régimen franquista en las sierras de España tenían armas para defenderse, muchas veces mujeres y niños estaban indefensos ante la represión franquista.
La invisibilización de la mujer en la Guerrilla es una constante, quizás en este campo de la Memoria histórica más que en cualquier otro. Por poner un ejemplo: Varios historiadores han abordado la Huida de los 6 guerrilleros del VII Batallón de la Agrupación Guerrillera de Granada (AGG) a Francia, pero a excepción de Pascual Martínez Mansilla en su libro “La Guerrilla el único camino” en homenaje a Miguel Salado, uno de los seis guerrilleros que emprenden la huida, no se ha profundizado en la figura de María Cecilia Cecilia, madre de este guerrillero, dos veces encarcelada, una en el año 1938, denunciada por colaboración con los “Niños de la Noche” y otra en el año 1947, denunciada por colaboración con los Guerrilleros, tema que desarrollaremos en un próximo trabajo que estamos realizando, dedicado a María Cecilia Cecilia y a tantas otras mujeres, que bien por su colaboración o por el simple hecho de ser familiares de guerrilleros se vieron sometidas a la más cruel represión, tanto institucional como sexual, ya que la mujer era objeto de una “doble represión”.
La sexualidad fue utilizada como un arma de denigración y represión por parte de las autoridades franquistas. Por lo anteriormente expuesto, creemos tan necesario hablar de los que huyeron para salvar la vida, como de las que se quedaron sufriendo lo indecible.
Además de la violencia física que sufrieron las mujeres durante la represión, también es sumamente importante hablar de la violencia institucional. Inscribir a los fallecidos fue un suplicio, igual que hacer frente sin recursos a las incautaciones o atender a los encarcelados
Además de la violencia física que sufrieron las mujeres durante la represión, también es sumamente importante hablar de la violencia institucional que sufrieron las que perdieron la guerra, a las que se quedaron: “no se les o las dejaba tranquilas”. Inscribir a los fallecidos fue un suplicio, igual que hacer frente sin recursos a las incautaciones o atender a los encarcelados. Otra prueba más de la violencia institucional de la represión franquista sobre la mujer, violencia en todos su grados y órdenes, fue la imposibilidad de solicitar cualquier tipo de prestación o ayuda al Estado para poder subsistir, ya que no fue hasta principio de los 80 cuando las mujeres represaliadas, viudas de fusilados y combatientes, pueden tramitar la pensión de viudedad, lo que las obligaba a depender de sus hijas o familiares hasta recibir dicha ayuda. En el caso de ejecuciones extrajudiciales jamás pudieron solicitar ayuda alguna.
Otra de las cuestiones más perjudiciales en la reconstrucción del relato ha sido la reproducción sistemática de las causas del franquismo en muchos casos sin contextualizar o explicar con una visión crítica los hechos, castigando y convirtiendo a las mujeres en “víctimas de la experiencia vivida y a la vez culpables de ella” de una manera vergonzosa.
Finalmente, no deja de ser paradójico que como podemos comprobar en el día a día que, mientras son mayoría las nietas y bisnietas guardianas de la memoria, siendo muchas mujeres las que trabajamos esta parte de la historia, nuestros compañeros sigan, en su mayoría, repitiendo patrones de conductas patriarcales, relegándonos a un lugar secundario, y haya que repetir de forma machacona que no se pueden realizar reivindicaciones o representaciones sin una parte esencial del movimiento memorialista.
Conclusiones
- La mujer tuvo una gran participación e implicación en la resistencia antifranquista, a pesar de que en la elaboración del relato histórico no se las haya tratado con justicia.
- Nuestro compromiso con la Memoria y la Mujer es firme. Tenemos la certeza que conocer nuestro pasado en profundidad, nos ayuda a comprender el presente y la situación actual de la mujer, y a luchar por un futuro más justo e igualitario.
Fuentes consultadas
- Encarnación Barranquero.
- Mercedes Yusta, “Hombres armados y mujeres invisibles. Género y sexualidad en la guerrilla antifranquista(1936-1952).
- Pascual Martínez Mansilla, “La Guerrilla, el único camino”.
En el Día Internacional de la Mujer, te ofrecemos el pensamiento, la reflexión sosegada y certera de diez mujeres:
Y un homenaje a mujeres esenciales, de las que la sociedad se siente orgullosa por su valor y entrega:
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