Plan Recclaje Diputación de Granada.
El alcalde asegura que están adecentando las instalaciones

El maestro de adultos de Ventas de Zafarraya da clases en la calle tras el cierre del centro por el Ayuntamiento

Ciudadanía - IndeGranada - Jueves, 29 de Agosto de 2019
USTEA critica al alcalde pedáneo por la decisión, que interrumpe las clases en un periodo de especial demanda por la población inmigrante que trabaja en faenas agrícolas.
El maestro de adultos da clase en la calle.
USTEA
El maestro de adultos da clase en la calle.

El maestro del centro de adultos de Ventas de Zafarraya, Eduardo Arrebola, está dando clases en la calle después de que el Ayuntamiento de la localidad haya cerrado las instalaciones. El sindicato USTEA lo ha dado a conocer en una nota en la que denuncia la decisión municipal, porque se produce en un periodo de especial demanda por la población inmigrante que trabaja en tareas agrícolas en la zona. 

"La labor de alfabetización, inmersión lingüística y cultural e integración social que realiza el maestro Eduardo Arrebola es un ejemplo de magisterio y compromiso educativo que este sindicato quiere remarcar y elogiar", apunta USTEA en el comunicado en el que critica con dureza al alcalde pedáneo, Victoriano Crespo (PP), que este jueves ha defendido que el cierre se ha producido para adecentar las instalaciones de cara al nuevo curso escolar. IU ha llevado el cierre a la Fiscalía. 

La organización alude a unas supuestas declaraciones del alcalde, que el propio sindicato reconoce que él no admite, en las que apunta a que esta educación de adultos produce en el pueblo "un pernicioso efecto llamada". "Este razonamiento puramente xenófobo que está detrás de las excusas municipales para el cierre veraniego de la escuela de adultos en la localidad (arreglo en el aula, próxima jubilación del maestro…) está en la misma línea que los que están utilizando los gobiernos de algunos países como el nuestro para obstaculizar, impedir y perseguir las labores de ayuda humanitaria que realizan diferentes ONGs en alta mar (véase el caso del Open Arms o la persecución que ha sufrido Elena Maleno), prácticas todas que  acaban criminalizando cínicamente a activistas de los derechos humanos y contradiciendo normas básicas de esos mismos países", alerta.

El sindicato USTEA denuncia "el abandono de sus obligaciones educativas tanto por parte de la Consejería de Educación como del Ayuntamiento de Ventas de Zafarraya". En el caso de su alcalde, le insta a que abra inmediatamente el aula de educación permanente y que propicie la integración de los inmigrantes. En el caso de la Consejería de Educación, le pide que amplíe la oferta de aulas de Interculturalidad, aumentando recursos humanos y horarios. USTEA reclama a la Delegación de Educación "su intervención directa en este asunto y que supervise con la mayor diligencia la sustitución del maestro en vías de jubilación".

"En el caso que nos ocupa, no tenemos que ir muy lejos para encontrar en nuestra Constitución el derecho a la educación como derecho universal (art. 27), la obligación de todos los poderes públicos para “facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, social y cultural” (art.9.2).Pese a que el mismo Estatuto de autonomía recoge entre  las competencias en materia de inmigración, ”las políticas de integración y participación social, económica y cultural de los inmigrantes” (art. 62.1), así como las competencias propias sobre educación y servicios sociales, es preciso recordar que el único acuerdo sobre inmigración del actual gobierno andaluz (acuerdo num. 20) hace hincapié exclusivamente en materia de seguridad y protección de fronteras".

De hecho, agrega el sindicato, "en el ámbito educativo los recortes a la atención a los inmigrantes vienen ya del anterior gobierno". USTEA Granada denunció a comienzos del curso anterior la situación de las aulas de interculturalidad: "pocas y con horario insuficiente". En concreto denunció que en el CPR Los Castaños de Venta de Zafarraya y en el CEIP Enrique Tierno Galván de Zafarraya, con la mitad de su alumnado inmigrante (en torno a 100 en cada uno), había un único docente de interculturalidad que iba a cada centro sólo una vez por semana. 

Más información: