Al menos 88 aves, de ellas 35 cigüeñas, murieron electrocutadas en líneas eléctricas de la provincia en 2024

La electrocución de aves en líneas eléctricas provocó la muerte de al menos 88 ejemplares en Granada el año pasado, que fueron los localizados por agentes de Medio Ambiente durante 2024. La especie más afectada fue la cigüeña blanca, con 35 casos registrados, según los datos de la Consejería de Medio Ambiente.
Se trata de una las causas de mortandad no natural que "sigue generando preocupación" en la Consejería. “El problema de la electrocución sigue siendo una de las principales amenazas para nuestras aves, especialmente para las rapaces”, reconoce el delegado provincial, Manuel Francisco García, quien precisa que este tipo de muertes se producen cuando las aves entran en contacto simultáneo con dos conductores o entre un conductor y el apoyo eléctrico. “La actuación preventiva de los agentes, a través de la inspección de apoyos peligrosos y la detección de mortalidad, es clave para aplicar correcciones y medidas técnicas de protección por parte de las empresas responsables”, añade. En este sentido, el delegado ha subrayado la importancia de la colaboración interinstitucional con compañías eléctricas y otras entidades responsables del mantenimiento de infraestructuras.
La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente afirma haber desarrollado durante 2024 una intensa labor de inspección y control sobre afecciones a la fauna silvestre en la provincia de Granada, gracias al trabajo de los agentes de Medio Ambiente y en particular, y destaca la labor del Equipo de Investigación de Veneno y Artes Ilegales (EIVA), especializado en la lucha contra amenazas directas a especies protegidas.
En el transcurso de una nueva suelta de ejemplares de fauna recuperada en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de Granada, el delegado de la Consejería ha dado a conocer el balance de actuaciones llevadas a cabo en lo que va de año. En concreto, se han desarrollado un total de 156 inspecciones relacionadas con la protección de la fauna silvestre, que se distribuyen en distintos tipos de intervención: 46 inspecciones preventivas, 24 de carácter urgente o de emergencia, 49 por mortandad de fauna por electrocución y 37 inspecciones específicas para la detección de apoyos de líneas eléctricas peligrosos para aves.
Estas actuaciones, según ha señalado el delegado, “son el reflejo del trabajo constante y comprometido del cuerpo de Agentes de Medio Ambiente y del personal especializado en investigación de delitos contra la biodiversidad, cuyo esfuerzo tiene una repercusión directa sobre la conservación de nuestras especies silvestres”.
Liberación de uno de los ejemplares. junta andalucía
En el acto, en el que se han liberado cuatro aves recuperadas en el CREA, en concreto dos ejemplares de búho real, un cárabo común y una lechuza común, Manuel Francisco García ha detallado también las afecciones concretas detectadas gracias a estas labores de inspección.
Envenenamiento y caza ilegal
Entre los casos más relevantes de 2024, se encuentran dos episodios de envenenamiento, con resultado de muerte de un zorro y de un águila calzada; además, en 26 de las inspecciones se han detectado y decomisado diferentes artes de caza ilegales, arrojando como resultado la incautación de 54 lazos, 3 cepos, 16 jaulas trampa, 288 costillas (estructuras utilizadas para la captura ilegal de aves pequeñas), un arbolillo (dispositivo tradicional de captura) y 8 redes abatibles tipo japonesas, utilizadas para capturar aves fringílidas.
Asimismo, ha resaltado el papel que desarrollan los CREA, como el de Granada, donde cada año se recuperan cientos de ejemplares de fauna silvestre afectados por diversas causas, desde caídas de nido hasta heridas por colisión, o intoxicaciones. “La liberación de aves como las de hoy simboliza lo que puede lograrse gracias al compromiso y coordinación de técnicos, veterinarios, agentes y voluntarios”, ha apuntado.
Por su parte, los responsables del EIVA han recordado que las actuaciones frente a venenos y artes ilegales no solo protegen la biodiversidad, sino que también contribuyen a la seguridad de otras especies domésticas y humanas, por el riesgo que implican las sustancias tóxicas o los dispositivos de captura prohibidos.
"Compromiso" por la biodiversidad
La Junta ha reiterado su "compromiso firme con la conservación de la biodiversidad andaluza, especialmente en la provincia de Granada, que cuenta con espacios naturales de gran riqueza y alberga poblaciones de especies tan sensibles como el águila imperial, el lince ibérico o el corzo andaluz, estos últimos, objeto de sendos programas de reintroducción en la Zona Especial de Conservación (ZEC) de Sierra Arana y el Parque Natural Sierra de Huétor, respectivamente", al mismo tiempo que está permitiendo que muchas zonas de la provincia se llenen de macroinstalaciones fotovoltaicas y eólicas que dañan gravemente la biodiversidad y degradan el territorio, con riesgos además de inundaciones al impermeabilizar el suelo, como ha denunciado la Plataforma en Defensa de la Vega en el caso, por ejemplo, de la proliferación de megaparques solares en Las Gabias.
La lucha contra las amenazas a la fauna, según ha concluido el delegado, es una tarea que implica tanto a la Administración como a la ciudadanía: “La colaboración social, la denuncia de actividades ilegales y el respeto a las normas de conservación son esenciales para que nuestras generaciones futuras puedan seguir disfrutando de este patrimonio natural único”.