La Junta de Personal del Distrito Sanitario Granada-Metropolitano y su gerente han mostrado su repulsa ante la última agresión sufrida por un trabajador del ámbito sanitario, ocurrida el domingo en el centro de salud de Padul. 

En un comunicado, rechazan la agresión, sufrida por un celador conductor, y piden "tolerancia cero" ante este tipo de situaciones. "La agresión nunca es la solución", subrayan reclamando "un esfuerzo" en todos los ámbitos de la sociedad para acabar con las agresiones a profesionales sanitarios que, como destacan, "lamentablemente son cada vez más habituales en los centros asistenciales".

"Mientras sigan existiendo agresiones, o actitudes agresivas hacia los profesionales sanitarios, seguiremos demandando ‘sensibilidad a la sociedad’ y presionando e insistiendo ante los poderes públicos para que se castiguen penalmente dichas agresiones", apuntan. Reclaman "todos los medios necesarios" para concienciar a los usuarios del sistema sanitario sobre "el buen uso de los medios que el SAS pone a su disposición", al subrayar que "no es de recibo el maltrato físico y/o verbal que deben soportar de forma tan frecuente los trabajadores".                  

Los hechos ocurrieron el pasado domingo 2 de julio en el centro de salud de Padul. Alrededor de las 20.00 horas un usuario se dirigió al mostrador donde estaba el celador conductor y le preguntó por un aviso que hizo el equipo de guardia hace unos días al domicilio de este usuario para atender, según explicó a un hijo suyo, demandándole información sobre la actuación en el referido aviso.

El celador conductor le contestó, según la Junta de Personal, que desconocía el caso y que si quería información tenía que hablar con el médico. En ese momento le propinó un puñetazo, desequilibrándolo y cayendo contra la puerta, mientras el agresor profería todo tipo de insultos. Cuando pudo reaccionar, la víctima avisó a la Guardia Civil. 

Según la Junta de Personal, el caso se ha puesto en conocimiento de la unidad de riesgos laborales del Distrito Sanitario Granada Metropolitano, que  ha tomado "todas las medidas legales que se derivan de la aplicación del protocolo en caso de agresión".