El peligroso oficio de informar
Con motivo del 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, los periodistas granadinos reivindicamos el derecho a la información y rendimos homenaje a los compañeros asesinados por ejercer esta bella y, al mismo tiempo, arriesgada profesión. Manifestamos nuestro compromiso con un periodismo ético y de calidad, en torno al monumento dedicado a Constantino Ruiz Carnero, director de El Defensor de Granada, fusilado por los militares golpistas en 1936, por ser amante de la verdad y valiente para contarla. Como decía Ruiz Carnero: “la pluma debe servir para algo más útil, más fuerte, más vibrante que trazar notas de color y emborronar cuartillas, ha de formar el alma del pueblo”. Por eso lo mataron.
Lamentablemente, el oficio de informar sigue siendo uno de los más peligrosos del mundo. O dicho de otro modo, el derecho del lector a ser informado con veracidad ha costado la vida a 156 periodistas en el año 2016 y 28 más en los cuatro meses que van de 2017. El pasado año ha sido, con diferencia, el más difícil de esta década para la seguridad de los informadores. Lo pone de manifiesto un dato escalofriante: de 2007 a 2016, han sido asesinados 1232 periodistas. En una década de guerras y conflictos se ha desatado una auténtica cacería contra los profesionales de la información.
Las guerras de Irak y Siria lideran la lista de países más peligrosos para la profesión. Sólo en cinco años de conflicto sirio, más de cien corresponsales de guerra han perdido la vida mientras informaban. Oriente Medio y el Norte de África son, actualmente, las regiones del mundo que tiene más riesgo para informar. Asimismo, países como Brasil, Filipinas, India, Afganistán y Honduras se encuentran entre los diez con mayor riesgo para ejercer el periodismo.
En Turquía, la situación de los periodistas ha empeorado de forma preocupante, con más de 120 profesionales detenidos, desde el fallido golpe de estado en julio. Y en los territorios ocupados de Palestina, al menos 13 profesionales han resultado heridos a causa de la violencia policial del régimen israelí, cuando intentaban informar sobre las manifestaciones de solidaridad con 1.500 presos palestinos en huelga de hambre.
Estas cifras alarmantes proceden del informe publicado por Press Emblém Campaign (PEC), que subraya también el caso de México. Doce periodistas asesinados por los cárteles del narcotráfico, con la complicidad de políticos, militares y policías corruptos. El país azteca se ha convertido en una trampa mortal para la población civil y los informadores, que vuelven a ser las principales víctimas de esta guerra no declarada.
La violencia permanente ejercida contra los periodistas y la violación sistemática contra el derecho a conocer la verdad han obligado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU a aprobar una nueva resolución con la que intenta proteger a los profesionales de la información. Según declaraciones de Blaise Lempen, secretario general de la PEC: “Los periodistas no pueden dejar de hacer su trabajo y la comunidad internacional tiene el deber de reforzar su protección en el terreno, investigar los crímenes y luchar con mayor firmeza contra la impunidad”.
Francisco Vigueras
Sindicato de Periodistas de Andalucía