‘Los cielos cabizbajos’ deslumbra con Estrella Morente, Lagartija Nick, y el coro y la orquesta de la UGR

Sublime canto a la paz, el legado musical de Jesús Arias

Cultura - J.I.P. - Jueves, 7 de Junio de 2018
Solo un genio creativo como Jesús Arias pudo idear tan sublime canto a la paz como es el monumental poema sinfónico ‘Los cielos cabizbajos’, interpretado por Estrella Morente, Lagartija Nick, y el coro y el ensemble de la orquesta de la UGR, en un impresionante concierto, que queda para la historia.
Estrella Morente y Antonio Arias brindan al cielo en recuerdo de Jesús Arias.
P.V.M.
Estrella Morente y Antonio Arias brindan al cielo en recuerdo de Jesús Arias.

La interpretación por primera vez de la obra póstuma de Jesús Arias, adaptada por David Montañez y Antonio Arias, deja la sensación mágica de haber asistido a un impresionante concierto, por el radical lirismo de la partitura, que conjuga en pasajes monumentales la espectacular voz flamenca de Estrella Morente, el rock sin barreras de Lagartija Nick, -con su formación original: Antonio Arias, Eric Jiménez, Juan Codorniu y Mar Pareja- y el envolvente sinfónico del Coro Manuel de Falla de la Universidad de Granada y el ensemble de la orquesta de la UGR.

Pero también el amargo de admirar, otra vez, hasta donde llegó el radical genio creativo de Jesús Arias, que se fue el 1 de diciembre de 2015, mientras trabajaba en Los cielos cabizbajos (De civitabus in acres flammas deiectis), un poema sinfónico con el que el excepcional compositor, músico y periodista quiso rendir homenaje a ciudades que, durante los siglos XX y XXI fueron devastadas desde el cielo, como un tornado de fuego estrena este miércoles.

Coincide el concierto con la edición del primer estudio de su obra, Jesús Arias. Diario (s) de artista, centrada en el Omega, Mater Lux y Los Cielos cabizbajos, por parte de la UGR, por el compromiso de La Madraza-Centro de Cultura Contemporánea, que dirige Ricardo AnguitaPedro Ordóñez, director de la Cátedra Manuel de Falla, y Antonio Collados, coordinador del Área de Recursos Gráficos y Edición de la UGR, con la colaboración de la familia Arias.

Emocionó la voz de Estrella Morente en sus presencias estelares, y  a la batuta ese grupo que es historia y presente, Lagartija Nick, que enlazaban con el inmortal Omega, que Enrique Morente, padre de la cantaora, y la banda que lidera Antonio Arias, presentaron hace ya más de veinte años para impresionar al mundo, y en el que Jesús Arias tuvo un papel fundamental.

Ciudades como Guernica, Hiroshima, Nagasaki, Dresde, Gaza, Belgrado, Somalia, Nueva York… cada una con su particular música y letra, asoladas por la muerte, cuya destrucción llegó desde cielos infernales. Esa demostración de la necedad y el salvajismo humano que, sobre el escenario del Paraninfo del edificio de los Servicios Generales de la UGR, abarrotado, con mucho espectador que se quedó en las puertas, se convirtió por todo el dramatismo en una gigantesca oda a la paz.

Estrella Morente, junto al coro y el ensemble. P.V.M.

Emocionó la voz de Estrella Morente en sus presencias estelares, y  a la batuta ese grupo que es historia y presente, Lagartija Nick, que enlazaban con el inmortal Omega, que Enrique Morente, padre de la cantaora, y la banda que lidera Antonio Arias, presentaron hace ya más de veinte años para impresionar al mundo, y en el que Jesús Arias tuvo un papel fundamental.

Soberbio el Coro Manuel de Falla, que con el nombre Canticum Novum también interpretó el impresionante Mater Lux, de Jesús Arias, junto a las voces de Soleá Morente y Juan Pinilla, y la percusión de Eric Jiménez, el baterista de Los Planetas y Lagartija Nick, este miércoles sobre el escenario, estrenado en abril de 2015 en el Crucero del Hospital Real. Imposible resulta entender el excelso talento de Los cielos cabizbajos, sin apreciar Mater Lux, y el descubrimiento que para Jesús Arias supuso las posibilidades de un coro polifónico,

Sobrecogidos por el dramatismo de la narración musical, que incide en la necesidad de otra dimensión humana hacia la paz entre los pueblos, precisamente, al recordar el dolor de la devastación, en el que se sonó parte del universo de Jesús Arias, recogida en esta magna obra, que entremezcla distintos planos sonoros.

Arrancó el concierto con Canción de ánimas, con la voz de Estrella Morente, profunda en la interpretación de una melodía, que el autor se recogió de Las Alpujarras, en la que en la música participan sonidos de labranza, como cuencos de bronces.

Sobrecogidos por el dramatismo de la narración musical, que incide en la necesidad de otra dimensión humana hacia la paz entre los pueblos, precisamente, al recordar el dolor de la devastación, en el que se sonó parte del universo de Jesús Arias, recogida en esta magna obra, que entremezcla distintos planos sonoros

Hisroshima y Nagasaki golpean el corazón, cuando se atisban el rugir de aviones, bajo una versión del Requiem de Verdi.

Momento para recordar la amistad que trabaron Jesús Arias y Joe Strummer con Testamento al sol, grabado en EP por la banda de Antonio Arias, junto a otros tres temas y una entrevista con el líder de The Clash.

Nietzsche inflama Dresde cuando el coro encara poemas del filósofo en alemán y Lagartija lo cuadra. Estalla Europ io.

Lagartija Nick, junto al coro y la orquesta de la UGR. P.V.M.

En Guernica, la composición estremece. Cada personaje de la obra de Picasso, en la que se inspira Jesús Arias, toma vida en un instrumento, en una melodía: El toro, las trompas; el caballo, los trombones; el soldado muerto, los contrabajos; el hombre que asoma por la venta; los violonchelos, la madre con el hijo muerto, los violines, el hombre que alza los brazo es el coro; la mujer que sale debajo de la puerta son las violas y la bobilla, las percusiones. Otra genialidad de Jesús Arias.

Llega Somalia. Colosal. Y emerge El amor en Sarajevo, una historia real que ocurrió en la guerra de los Balcanes, que protagonizaron el serbio Bosko Brckic y la musulmana Admira Ismic, cuyas familias, decidieron enterrarlos juntos. El Romeo y Julieta de Tchaikovsky, sirve de hilo argumental de esta pieza que Jesús Arias escribió en 1993. Impresionante. Aparición de Estrella Morente, con el coro, el ensemble y Lagartija Nick. Muy grandes. Muy grande.

Para cerrar Buenos días Hiroshima, creada por Ángel Arias y desarrollada con el tiempo por Jesús, en homenaje de los hermanos, con una canción vitalista, de esperanza.

Agradecimiento al público. P.V.M.

Una llamada, como toda la composición, a ser fronteras para detener el salvajismo, la destrucción y el odio, tan actual ahora, como entonces.

Ángel Arias, el hermano menor de una saga de alto voltaje creativo, se encargó del triste trabajo de recopilar la gigantesca obra de Jesús, mientras Antonio coge el relevo con la interpretación de parte de su creación musical.

Todo el elenco saluda. agradecido, por la espectacular acogida. Estrella Morente y Antonio Arias brinda al cielo en recuerdo de Jesús Arias.

Entre la larga salva de aplausos, con el público en pie, alguien gritó “Viva Jesús”.

Que viva. Nunca podrá ser olvidado, mientras sea recordado con tanta fuerza.

Que viva Jesús, porque iluminan ciudades grises. Porque este mundo necesita su poesía.