En su 20 aniversario, el museo es la referencia científica de la marca Granada

Parque de las Ciencias, el museo que divulgó a Granada en el mundo

E+I+D+i - María Andrade - Sábado, 3 de Octubre de 2015
En veinte años el museo es ya una referencia internacional en la divulgación científica y ha consolidado un exitoso modelo que ha ido creciendo hasta encontrarse a las puertas de una nueva inauguración, la del Biodomo. El Parque de las Ciencias ha vinculado el nombre de Granada a la experimentación y difusión de la ciencia.
Más de siete millones de personas han visitado el Parque desde su inauguración en 1995.
Miguel Rodríguez
Más de siete millones de personas han visitado el Parque desde su inauguración en 1995.

El profesor Miguel Botella supervisa una de las momias que llegaron para la exposición. parque de las ciencias

Hace muchos años el Parque de las Ciencias intentó organizar una exposición internacional, sobre momias, pero no lo consiguió. Sus responsables no lograban ni siquiera contactar con los de otros museos para pedirlas en préstamo. Este otoño se inaugurarán en Europa –en prestigiosos centros científicos de Alemania y Bélgica- dos exposiciones que coproduce el museo granadino, algo impensable hace dos décadas. La de momias, con participación de 27 instituciones diferentes, aún puede verse en Granada. Se amplió.

Porque lo que más ha cambiado en estos veinte años es su reputación internacional. Hace diez, inaugurar una exposición como la de Bélgica habría costado medio millón de euros, hoy es gratuita, la financian las instituciones de aquel país, explica en una conversación con El Independiente de Granada, el director del Parque de las Ciencias, Ernesto Páramo.

Veinte años no son nada

La historia del Parque de las Ciencias es la historia viva de las últimas dos décadas de Granada, Andalucía y España. En este tiempo, desde la atalaya del Parque se ha podido ver el desarrollo de la capital, pero también los cambios políticos y sociales.

En este tiempo, el único que ha permanecido es el director del museo científico, Ernesto Páramo, el más longevo de los responsables de organismos en Andalucía.

Mientras el Parque crecía y se convertía en un referente de la divulgación científica han pasado hasta ahora cuatro presidentes del Gobierno: Felipe González (-1996), José María Aznar,(1996-2004) José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) y Mariano Rajoy. Tres presidentes de la Junta, que han visitado sus instalaciones en reiteradas veces: Manuel Chaves(-2009), José Antonio Griñán (2009-2013) y Susana Díaz.

Y hasta ocho consejeros o consejeras  de Educación que, por su cargo, han presidido el Consejo Rector del Parque de las Ciencias:  Inmaculada Romacho Romero (1994-1996); Manuel Pezzi (1996-2000); Cándida Martínez López (2000-2008); Teresa Jiménez Vílchez (2008-2009); María del Mar Moreno Ruiz (2009-2010); Francisco Álvarez de la Chica (2010-2012); María del Mar Moreno Ruiz (2012-2013); Luciano Alonso Alonso (2013-2015); y Adelaida de la Calle Martín.

También tres alcaldes: Gabriel Díaz Berbel (-1995), José Moratalla (1995-1999), José Torres Hurtado y cinco presidentes de la Diputación de Granada: Antonio India (-1999); José Rodríguez Tabasco (1999-2003); Antonio Martínez Caler (2003-2011); Sebastián Pérez (2011-2015); y José Entrena Ávila.

Y un cambio de Reyes: de don Juan Carlos y doña Sofía (-2014), a don Felipe y doña Letizia, que como Príncipes de Asturias visitaron las instalaciones.
El recinto granadino forma ya parte de la red de museos científicos europeos y su responsable está sentado en sus órganos de dirección. Se sellan alianzas para la coproducción de muestras y se colabora con instituciones de prestigio como el museo de Historia Natural de Nueva York.

La proyección internacional del Parque, por la que se ha apostado en los últimos años, es innegable y, con ella, la cara científica de Granada. Una ciudad humanista donde figuras tan omnipresentes como Lorca o la Alhambra han ‘ocultado’ una brillante realidad vinculada a la ciencia, a la medicina. Y el museo ha contribuido a equilibrar esa imagen: Granada es también una ciudad moderna y cosmopolita en lo científico y en lo tecnológico, reflexiona Páramo.

Ernesto Páramo con Adelaida de la Calle, en la inauguración de la exposición del 20 aniversario. miguel rodríguez

Este año cerrará rebasando los 600.000 visitantes, una cifra que refleja el interés por una institución que, como pocas, cuenta con respaldo social y político. 

Ni en las mejores perspectivas aparecían esos números. Los primeros estudios de viabilidad situaban en 100.000 el número de visitantes. Era la cifra del escenario más optimista, superada con creces. Ni la crisis, que sí ha obligado a ajustarse el cinturón presupuestario, ha detenido el crecimiento. 

Cultura global

Por qué ese éxito. Por la habilidad –que esconde detrás un trabajo titánico- para encontrar un sello propio. Un modelo que conjuga el concepto clásico de museo con la nuevas tendencias, y con un elemento más, un enclave que ha permitido incorporar también espacios al aire libre. El resultado: un centro de conocimiento y de ocio cultural que es mucho más que un museo en sentido clásico, destaca Javier Medina, director del área de Ciencias y Educación. 

Uno de los talleres de las jornadas de puertas abiertas celebrada el pasado mayo. miguel rodríguez

Salas para exposiciones que se mezclan con espacios dinámicos para la investigación científica, actividades a la vista del público, como la Ventana de la Ciencia, y los espacios en el exterior contribuyeron a que el recinto se convirtiera en su día en un centro totalmente innovador que ha vivido en estas dos décadas muchos cambios, en su configuración física -con la quinta ampliación en marcha y con 70.000 metros cuadrados en los que ha agotado ya toda la edificabilidad- y también en la manera de divulgar. Y todo ello preparado para recibir a todo tipo de público. Profesionales vinculados al mundo científico, docentes turistas y escolares. Estos últimos, más de 100.000, indican a juicio de Javier Medina, que la oferta educativa va en la línea de lo que demanda el profesorado.

Un profesorado, el que imparte clases en colegios e institutos y también docentes vinculados a la Universidad de Granada, que forma parte de la larga lista de colaboraciones que también han contribuido al éxito de los contenidos y de participación aportando ideas y materializando proyectos, como resalta Cristina González, responsable del departamento de Comunicación, que incide en la existencia de "un buen equipo" liderado por "un buen director de orquesta" para haber convertido lo que en su momento -en aquel 1989 cuando por primera vez se empieza a pensar en el proyecto- era algo "exótico" en un espacio de referencia internacional.

"Como cualquier ser vivo, hemos crecido capa a capa", destaca Ernesto Páramo 

Cree su director que la clave para conseguir esa evolución exitosa ha sido conservar la seña de identidad con la que nació, para evitar que el proyecto se desvirtuara. Un proyecto pequeño que fue creciendo poco a poco, como si de cualquier organismo vivo se tratara, como de la propia Naturaleza. Ese es el ejemplo al que recurre para explicarlo. A Ernesto Páramo también le gusta añadir a todo eso "la suerte" que ha supuesto para el Parque no contar con mucho dinero al principio, para sorpresa de quienes le escuchan en los foros en los que expone ese argumento, que explica: "Hemos crecido capa a capa; aprendiendo de los errores. Si el proyecto expositivo de medio millón de euros hubiera llegado al principio nos hubiera desbordado, habríamos hecho un engendro. Pero hemos ido poco a poco, casi sin darnos cuenta. Al principio teníamos que hacer las exposiciones con espejos, maderas y alambres, casi con las manos. Hoy tenemos acceso a todos los medios, con un edificio fantástico. Ha sido una experiencia maravillosa".

Un meteorito por correos

Tiene muchas anécdotas Manuel Roca, jefe del departamento de Producción, sobre cómo ha evolucionado el Parque. Veinte años dan para mucho en divulgación científica y en producción de exposiciones. De cómo en los primeros años tenían que consultar en libros cualquier información, ingeniárselas para buscar proveedores, confirmar pedidos vía fax al maravilloso mundo de internet, que pone todo al alcance de la mano. Eso, y la carta de presentación de 20 años de experiencia.

Manuel Roca podría escribir un catálogo con hechos insólitos, en el que no olvidaría el meteorito que llegó por correo desde EEUU. En ese país se puso en contacto con Robert Haag, un coleccionista. Su objetivo era buscar contenidos para una exposición. Aunque no cerraron nada, tiempo después llegó por correo un paquete desde ese país. Contenía un meteorito de su colección, que regaló al Parque. 

No resultó tan fácil explicar en la Aduana por qué llegaba desde la NASA, a un museo, comida para astronautas, que se muestran en las vitrinas del restaurante de la Vía Láctea. 

Manuel, que es físico, recuerda todavía cómo ayudó al técnico alemán que se ocupó de la instalación del Planetario con el cableado. Porque si en algo coinciden los responsables de las distintas áreas del museo es que todo el mundo ha hecho casi de todo. 

Lo sabe bien Cristina González, que aún recuerda el llavero enorme que contenía todas las llaves del Parque: salas, oficinas, puertas. No había llave maestra. Tenían que memorizarlas una a una porque cada semana, por turnos, tocaba abrir. Y dar la bienvenida a los grupos; enseñar el Planetario; el Observatorio. Tantas cosas se repartían en aquella lejana fecha de la inauguración, que un grupo, tras reconocerla por tercera vez en una actividad diferente le preguntó: Y usted, ¿qué es aquí?.

Desde la inauguración, destaca, ha habido que "salvar retos" día a día. Una nueva fase, una nueva exposición. "Siempre más difícil y manteniendo la calidad". 

Durante todo el mes de octubre se podrá visitar en Puerta Real la exposición dedicada al 20 aniversario. miguel rodríguez

El IBI y una huelga 

Pocas cuestiones han roto la imagen de unidad institucional que ha ofrecido el Parque en estos veinte años, aunque de puertas para adentro se haya 'batallado' lo suyo en las reuniones del consejo rector; el acuerdo nunca es fácil. Pero en dos décadas también ha habido tiempo para algún desecuentro. Vino a vueltas con los impuestos cuyo pago reclamaba el Ayuntamiento al museo. Los tribunales lo resolvieron. También en el terreno laboral, el modelo de subcontratación de servicios como la atención al visitante ha puesto al descubierto los problemas de esos trabajadores, con jornadas de huelga para defender sus empleos tras los cambios de adjudicatarias. 

El futuro: Biodomo, un laboratorio de investigación

Ventana a la vida. El Biodomo presenta tres niveles de recorrido, subacuático, terrestre y aéreo. El subacuático tiene unos 185 metros de longitud y el acceso se realiza por una cascada y una rocalla húmeda de un gran río tropical. En este nivel se verán cocodrilos, peces rayas, corales, tiburones, pez guitarra o medusas. Es también el espacio donde estarán ubicados los bioterios fluvial y marino, los laboratorios y la Sala Biodomo, un espacio polivalente con visión simultánea de los ambientes acuáticos. El terrestre, con unos 190 metros de longitud, recrea manglares de fauna y flora de ambiente mareal. Es un bosque tropical con cérvidos, nutrias, reptiles, aves, tortugas, lemures, y una colección botánica tropical. Finalmente el recorrido aéreo, con 255 metros de longitud, asciende hasta el mirador y la zona de talleres en la parte superior y permitirá ver pequeños mamíferos, ranas, aves y numerosos insectos.El Biodomo se conecta temáticamente con otras infraestructuras del Parque de las Ciencias como el Mariposario Tropical, el área de Rapaces en Vuelo, el Centro Andaluz de Medio Ambiente, los Recorridos Botánicos o la Sala Biosfera.

El Mariposario ha sido uno de los espacios más celebrados desde su creación. parque ciencias

Con el 80% de la obra ya ejecutada, la que será la quinta fase, el llamado Biodomo, tiene su inauguración prevista para la primavera de 2016. Será un nuevo hito para el museo. Y, más allá de las grandes cifras -12 millones de inversión a través, de nuevo, del respaldo europeo- estas instalaciones que los responsables del museo definen como ‘una ventana a la biodiversidad’ aspiran a convertirse en referencia para el estudio.

“El Biodomo tiene que ser un laboratorio de investigación”, asegura Ernesto Páramo. “Nosotros no somos una potencia en I+D, nosotros somos un buen museo. Pero, por qué no aprovechar para abrir el Parque a la investigación en biodiversidad, en dinámica de fluidos…”, propone para apuntar otra línea que debe marcar el futuro del recinto: que la sociedad pueda aprovechar toda la potencialidad del centro científico.

Se detiene Páramo en el sector empresarial para señalar que en los próximos años el Parque puede ser “mucho más activo” para generar empleo con pequeñas empresas de base tecnológica. Es el momento, en palabras del director, de desplegar todas esas potencialidades “como compromiso con la sociedad”.

Una rápida cronología:



1ª Fase. 1995

Superficie: 9.500 m2.

Inversión: 6,14 millones de euros.

Inauguración: Mayo de 1995.

Arquitectos: Francisco Pastor Gil y  Francisco Maeso López.

Proyecto Museográfico: Ernesto Páramo, Javier Ruiz y  Javier Medina.

Actuaciones: Edificio Péndulo de Foucault: Salas de Exposiciones Permanentes, Eureka, Biosfera, Percepción y Explora.

Sala de Exposiciones Temporales, Salón de Actos, Planetario, oficinas, aulas de ciencia, cafetería.

Observatorio Astronómico.

Aparcamiento y urbanización general.
2ª Fase. 1998

Superficie: 8.400 m2.

Inversión: 781.000 euros.

Inauguración: Diciembre de 1998.

Arquitecto: Francisco Pastor Gil.

Actuaciones: Mariposario Tropical; recorridos Botánicos de 4.000 m2; carpa termoestática de usos múltiples; sistema hidráulico de circulación y reciclaje de agua.

Experiencias: Casa distorsionada, Almazara, Depuradora Biológica, Juegos de Agua y Ajedrez Gigante.
3ª Fase. 2001

Superficie: 8.500 m2.

Inversión: 5,85 millones de euros (Cofinanciado FEDER).

Inauguración: Junio 2001.

Arquitectos: Francisco Pastor Gil,  Javier Balbo Martín,  Antonio Navarro Suárez.

Actuaciones: Torre de Observación de 50 m de altura; pabellón de Exposiciones Temporales; Restaurante Vía Láctea, Plaza Marie Curie, lago y esculturas dinámicas y experiencias en el exterior.

Edificio administrativo.

Centro Andaluz de Medio Ambiente: El museo dispone de 2.000 m2 destinados a exposiciones y talleres en este edificio diseñado por la Junta de Andalucía y la Universidad de Granada para la investigación ambiental.
4ª Fase. 2008

Superficie: 48.300 m2.

Inversión: 60 millones de euros (Cofinanciado FEDER).

Inauguración: Noviembre de 2008.

Arquitectos: Carlos Ferrater Lambarri, Yolanda Brasa Seco y Eduardo Jiménez Artacho.

Proyecto Museográfico: Ernesto Páramo y Javier Medina.

Actuaciones: Pabellón de Exposiciones Temporales; Pabellón Viaje al Cuerpo Humano; Pabellón Al-Andalus y la Ciencia; Pabellón Tecno-Foro; Pabellón Cultura de la Prevención.

Auditorio y Área de Formación

Galería Cultural: Mediateca, cines, etc