La única taxista mujer de Motril ha comenzado una huelga de hambre para denunciar el "trato desigual" que considera que está recibiendo por parte de sus compañeros y el Ayuntamiento, al no permitirle, según ha mantenido, que preste sus servicios desde fuera del término del anejo de Carchuna-Calahonda.

Según ha explicado a los periodistas María Soledad Bueno, tiene licencia para operar con su taxi en Carchuna-Calahonda, "con los pocos servicios que salen de este anejo y teniendo que competir, además, con mis compañeros taxistas de Motril". Ella no puede dar servicio al resto del término municipal. 

Lo que solicita es que se regularice su actividad en todo el municipio y se ponga fin a una situación "irregular" que considera que la "margina" y que pone además en riesgo el "sustento" de su familia. 

Bueno, que emprendió acciones penales y tiene sentencias recurridas, ha iniciado su huelga de hambre este martes a las 11,00 horas, a las puertas del Ayuntamiento de Motril. Tenía previsto continuar en la calle cuando cerraran las instalaciones municipales". 

"Después de solicitar reiteradas veces un trato de igualdad como taxista número 27 de Motril, se me ha denegado de malas maneras, o directamente se me ha dicho literalmente que eso es lo que hay, sin recibir ni una muestra real de interés en solucionar mi problema", ha explicado en un comunicado la taxista, quien considera que tiene "los mismos derechos" que sus compañeros a trabajar en toda la ciudad, y que la cuestión se podría solucionar "en veinte minutos" si hubiera voluntad por parte del Consistorio.

"Comienzo una huelga de hambre, indefinida, hasta que el Ayuntamiento solucione la situación, dejándome trabajar dignamente y en las mismas condiciones que mis compañeros", concluye el comunicado.