La crisis institucional se agudiza al mantener el desacuerdo en el reparto del poder municipal

Las derechas juegan con Granada

Política - Juan I. Pérez - Miércoles, 19 de Junio de 2019
Tras fracasar la reunión en Madrid, el inédito empeño en el ocultismo de las negociaciones, y la dependencia de las organizaciones nacionales hacen perder credibilidad a los tres partidos y sitúan a los líderes locales como títeres de un mercadeo que desprecia a Granada. Te informamos de lo que no quieren que sepas.
Sebastián Pérez y Teodoro García Egea, en la sede del PP en Madrid este martes.
Informativos La Sexta
Sebastián Pérez y Teodoro García Egea, en la sede del PP en Madrid este martes.

Fracasa la reunión en Madrid y la crisis institucional en el Ayuntamiento de Granada se agudiza al mantener Ciudadanos y el PP el total desacuerdo en el reparto del poder municipal, mientras Vox mantiene la presión para ocupar concejalías.

Si por la mañana, desde Sevilla, tanto Ciudadanos, mediante el presidente regional del partido y vicepresidente de la Junta, Juan Marín, y los populares andaluces, a través de la secretaria regional, Loles López, repitieron las discrepancias del día anterior, después, en Madrid, se mantuvo el bloqueo en la reunión a la que asistieron Luis Salvador y el diputado por Granada y secretario de Organización, Fran Hervías, y por parte del PP, Sebastián Pérez, y el secretario general, Teodoro García Egea.

En otra jornada de opacidad informativa por parte de los dos partidos, impropia de una democracia del siglo XXI, que emula a la de estados que tanto critican, Ciudadanos y PP regresaron sin acuerdo de la capital de España, donde se decide el futuro de la capital granadina, como moneda de cambio de compensación del pacto en Madrid, en el Ayuntamiento y en la comunidad

Ciudadanos se niega a soltar la alcaldía de Granada dentro de dos años para que la asuma el PP y rechaza de plano que la extrema derecha entre en el gobierno municipal. Y el PP, por su parte, exige el bastón de mando en 2021 y quiere complacer a Vox, en virtud de sus acuerdos nacionales, y darle su tajada en el gobierno municipal.

En otra jornada de opacidad informativa por parte de los dos partidos, impropia de una democracia del siglo XXI, que emula a la de estados que tanto critican, el alcalde de Granada, Luis Salvador, y el presidente provincial y candidato popular, Sebastián Pérez, que viajó a Madrid acompañado de su guardia pretoriana de concejales -Luis González, César Díaz y Francisco Fuentes-, regresaron este martes sin acuerdo de la capital de España, donde se decide el futuro de la capital granadina, como moneda de cambio de compensación del pacto en Madrid, en el Ayuntamiento y en la comunidad.

Para evitar el esperpento, al menos, se traen el laxo compromiso de crear un grupo de trabajo en Granada para avanzar en la creación del gobierno municipal, según fuentes de los dos partidos, en el que empieza a desquebrajarse la lealtad a sus organizaciones provinciales por el bochornoso espectáculo cuatro días después de elegir alcalde.

Madrid, así, se limpia las manos en apariencia, aunque sigan manejando los hilos del pacto, para dar la sensación de que en Granada, ahora, se negociará el gobierno de la capital. Tarde y mal. Ni siquiera saben cómo organizar ese grupo de trabajo, ni hasta dónde pueden llegar.

Desde el PSOE, la concejala Ana Muñoz tildadó de "obsceno y humillante" que dirigentes nacionales de PP y Ciudadanos estén decidiendo el presente y el futuro de la ciudad en Madrid, "en un ejercicio de oscurantismo político sin precedentes".

Mientras, el Ayuntamiento sigue paralizado, todo un lujo para la ciudad, y sin previsión de convocatoria del pleno de organización. En la víspera del Corpus, y la previsible, eso sí, salida en la procesión de este jueves de la corte engalanada de concejales de Ciudadanos, PP y Vox, Granada sigue en desgobierno. ¿Se merece Granada esta clase de políticos, pendientes solo de sus ambiciones personales?

Para evitar el esperpento, al menos, se traen el laxo compromiso de crear un grupo de trabajo en Granada para avanzar en la creación del gobierno municipal, según fuentes de los dos partidos, en el que empieza a desquebrajarse la lealtad a sus organizaciones provinciales por el bochornoso espectáculo cuatro días después de elegir alcalde.

Y eso que por la mañana, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, pedía en Tele 5 no centrarse en puestos “al peso” porque ninguna formación política por sí misma tiene derecho a un número de concejalías. “Para que los gobiernos funcionen bien se necesita a personas que se adecuen al perfil que requiere el puesto”.

Un cargo público de Ciudadanos, mientras se negociaba en Madrid este martes, resumía así el bloqueo: “Una vergüenza que deja entrever lo peor de la política”.

El bloqueo se sustenta, por parte del PP, en que de la alternancia depende la supervivencia de Sebastián Pérez. En Ciudadanos, su negativa a que se vea demasiado que gobiernan directamente con la ultraderecha para tratar de parecer de centro. Una osadía, con la Junta de Andalucia como paradigma de sostener lo insostenible. Porque gracias al pacto del PP con Vox, Cs se aprovecha. La ciudadanía no es tan simple como quieren hacer creer.

Vox no se salva tampoco de la incoherencia, y mantiene su exigencia de formar parte del gobierno municipal, tras negarlo en campaña y contentarse con un decálogo en el que rebajaba sus exigencias de supuesta regeneración, pero eso sí, asegurándose su presencia en tribunales y organismos para decidir el organigrama de mando del Consistorio

Vox no se salva tampoco de la incoherencia, y mantiene su exigencia de formar parte del gobierno municipal, tras negarlo en campaña y contentarse con un decálogo en el que rebajaba sus exigencias de supuesta regeneración, pero eso sí, asegurándose su presencia en tribunales y organismos para decidir el organigrama de mando del Consistorio.

Así, tras criticar el reparto de sillones, el partido de la ultraderecha esgrime ahora que el acuerdo suscrito entre los secretarios generales del PP y Vox, Teodoro García Egea y Javier Ortega Smith, respectivamente, exige integrar a Vox en un plazo de 20 días después de la elección del alcalde “en concejalías de gobierno y puesto de responsabilidad directiva en entes municipales”.

Pero esa moción de censura que airea Vox desde Madrid, en Granada lo rebajan conscientes de que no sumaría y que nadie de su partido lo entendería, tras su espectacular irrupción a costa del PP y Ciudadanos.

¿Granada, se merece esta clase de políticos?

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