Historia del Partido Comunista, por Juan Francisco Arenas de Soria

Capítulo XVI: Cayetano Bolívar Escribano, diputado del Frente Popular

Política - Juan Francisco Arenas de Soria - Viernes, 1 de Octubre de 2021
Nuevo capítulo de la excepcional serie que, sobre la historia del Partido Comunista, en el centenario de su creación, nos ofrece Juan Francisco Arenas de Soria, que se centra en la figura de Cayetano Bolívar Escribano, primer diputado del partido, reconocido por su lucha por la justicia social, la libertad y la democracia.
Monumento de la tapia del cementerio de Granada, con el nombre, entre otros, de Cayetano Bolívar Escribano.
J.F.A.S.
Monumento de la tapia del cementerio de Granada, con el nombre, entre otros, de Cayetano Bolívar Escribano.
Cayetano Bolívar es sin duda una de esas personas que destacará por su compromiso social desde el comienzo de su carrera como médico allá por los años 20 del siglo pasado, vinculando su implicación con el proyecto social y político del incipiente Partido Comunista de España, del que será su primer diputado en Cortes Generales años más tarde. Su papel en la defensa de la capital malagueña y del frente sur como comisario del Ejército Popular de la República, y su captura y asesinato por parte de los sublevados al finalizar la guerra, conformarán una vida en la que la lucha por la justicia social, la libertad y la democracia será un claro hilo conductor.

Nace  en 1897 en una familia de labradores en la localidad jiennense de Frailes, muy cerca de Alcalá la Real, trasladándose a Granada donde Cayetano estudiará el Bachillerato y desarrollará su carrera universitaria de Medicina, especializándose en Ginecología y Obstetricia. Como estudiante aventajado continuará sus estudios de doctorado en Berlín, volviendo a España en 1925, afincándose en la ciudad de Málaga, donde se le conocerá como “el médico de los pobres”, por su clara vocación social, la cual complementará con su militancia en a partir de esos momentos en el Partido Comunista de España (PCE) y su participación en la logia masónica “Pitágoras”, donde tendría el seudónimo de “Lenin”. Una experiencia la malagueña que le pondría en contacto con los grupos sociales más desfavorecidos de la sociedad, y que profundizarían su conciencia social, como explica la historiadora y profesora de la Universidad de Málaga Encarnación Barranquero:

“…La autora de estas líneas ha hablado con personas que fueron atendidas por él en el Hospital Civil y también en casas particulares, pues en los hogares humildes, era requerido con más insistencia que otros compañeros por su trato afable y desinteresado. Sus visitas en las casas de los barrios obreros como Perchel, Bulto, Trinidad o Palo, le pusieron en contacto con las condiciones de vida de la clase trabajadora malagueña. Y no pocas veces, durante su labor como diputado, las recordaría. Que en los hogares más pobres que visitaba no cobraba visita y aún dejaba dinero para comprar medicinas o para hacer un caldo…”[i]

Durante su primera estancia en Málaga en la década de los 20 se relacionará con un amplio colectivo de intelectuales malagueños, entre los que estarán Gonzalo y Adolfo Sánchez Vázquez, Emilio Prados, José Ochoa… participando junto a ellos en actos de la vida política y cultural de la ciudad

Durante su primera estancia en Málaga en la década de los 20 se relacionará con un amplio colectivo de intelectuales malagueños, entre los que estarán Gonzalo y Adolfo Sánchez Vázquez, Emilio Prados, José Ochoa… participando junto a ellos en actos de la vida política y cultural de la ciudad[ii]. La clandestinidad a la que está sometida el PCE durante la dictadura de Primo de Rivera, hará que centre todos sus esfuerzos en llevar adelante la clínica que monta en su propia casa, conocida por muchos como el “sanatorio del Partido”[iii].

En octubre de 1930 será detenido por su participación en los movimientos huelguísticos impulsados por los trabajadores y sindicatos del puerto, pasando 9 días encarcelado, por lo que  remitirá con posterioridad una carta al diario Rebelión en la que cuestiona con crudeza la actuación de las fuerzas del orden y las autoridades civiles.

“… Creemos vale la pena se sepa cómo y por qué se detiene y encarcela en estos tiempos de restablecimiento de la legalidad, y aunque podríamos hablar de las noventa y tantas detenciones practicadas, sin ton ni son, durante la huelga pasada (en que han entrado “directivos” de Sindicatos que son sólo “vocales”, niños de quince y dieciséis años y hasta un torero), bastará con que nos refiramos concretamente a nuestro caso.

A media tarde del día 10, fuimos interrumpidos, en pleno trabajo de clínica y despacho, respectivamente, por varios policías, que nos invitaron a ir a la Comisaría “para una pregunta”. A la observación de estar haciendo trabajo inaplazable, se nos dio la seguridad de que se trataba de una diligencia momentánea. Ya en la Comisaría hubimos de “esperar al Comisario”, en una habitación con guardia a la puerta, y permanecimos en ella diez horas. Se nos dijo que estábamos detenidos por orden y a disposición de la Dirección General de Seguridad, “no se sabía por qué”. A altas horas de la madrugada, en medio del silencio de una población tomada por la Guardia Civil, esposados, tras una cuerda de otros quince detenidos, igualmente esposados, y con escolta de varias parejas de Seguridad, con carabina, se nos condujo a la cárcel, donde hemos permanecido nueve días.”[iv]

En 1931 será candidato por el PCE en las elecciones municipales en uno de los distritos de la capital malagueña, sin mucho éxito, aunque será elegido por el Partido, Andrés Rodríguez, único concejal comunista de toda Andalucía[v]. Detenido nuevamente tras los ataques a edificios religiosos en mayo de 1931, será trasladado a la prisión de Sevilla. Nuevamente será candidato por el PCE en las elecciones constituyentes de la Segunda República, siendo esta vez sus resultados mucho más positivos. Como sus correligionarios del PCE recibirá a la República con muchas reticencias, ya que los cambios por los que lucha se encuentran muy lejos de las tímidas políticas republicanas del momento.  

Revista Mundo Nuevo, 1932. Cayetano Bolívar arrestado en Villa de Don Fadrique (Toledo).

Permanecería encarcelado 17 meses en el presidio de Toledo[ix], hasta bien avanzado 1933, cuando su elección como diputado a Cortes por la circunscripción de Málaga, provoca su liberación

Ese mismo año de 1931 se trasladará a la Villa de Don Fadrique (Toledo) junto con su familia,  donde seguirá ejerciendo su profesión de médico en un pequeño consultorio. La conflictividad obrera y campesina era un continuo en el día a día de la joven República Española, y en la población de Villa de Don Fadrique de una manera muy especial, no llegando los efecos que las medidas del Gobierno estaba adoptando de cara a una reforma agraria, así en julio de 1932 se producirán en esta población, única de España en el que el PCE había conseguido una alcaldía[vi], ocupaciones de tierras[vii]. La intervención de la Guardia Civil llevaría a combates armados con cerca de 600 trabajadores que se habían  atrincherado, con el resultado de varias muertes, multitud de heridos y detenidos[viii], entre los que se encontraba Cayetano Bolívar, acusado de ser uno de los impulsores de la revuelta. Permanecería encarcelado 17 meses en el presidio de Toledo[ix], hasta bien avanzado 1933, cuando su elección como diputado a Cortes por la circunscripción de Málaga, provoca su liberación. Entrevistado en la revista Estampa afirmará respecto al año que terminaba:

“Desde el punto personal, sólo diré que he pasado el año 33 en la cárcel, y ser perseguido así es una honra para un revolucionario. Desde el punto de vista social, estoy satisfecho del enorme avance de la revolución y del aumento de influencia de su guía, el partido comunista. De no haber sido por el terror y los chanchullos empleados contra nosotros y por el carácter contrarrevolucionario de la ley electoral, en vez de ser yo el único diputado comunista estaría acompañado por un grupo de quince o veinte. Durante 1933, las masas han luchado heroicamente por el pan, la tierra y la libertad, y la burguesía, para defenderse, ha tenido que apelar a crímenes tan mosntruosos como los de Casas Viejas, Bujalance y Villanueva de la Serena”[x]

Una elección como diputado que se realiza en el marco de una coalición de las izquierdas malagueñas bajo la denominación de “Frente Único Antifascista”. Desarrolló una actividad parlamentaria muy activa, denunciando los constantes atropellos de la fuerza pública contra los colectivos de trabajadores, al igual que se centra en las cuestiones relacionadas con el paro, amnistía de los presos… Afirmará Encarnación Barranquero, en relación a su papel en los plenarios del Congreso de los Diputados que:

“…interviene con frecuencia, de forma rotunda, denunciando sin ningún tipo de reparos, el proceder del Gobierno. La mayoría de los parlamentarios le interrumpen para burlarse. Pretenden ridiculizar sus propuestas, se ríen si se equivoca o pronuncia mal un nombre, a cada momento le recuerdan algo de Rusia. A partir de octubre de 1934 su presencia se hace más molesta, lejos de ser objeto de frecuentes cortes a las intervenciones, de forma jocosa, se cruzan insultos, se intercambian acusaciones de asesinatos y se multiplican los inteos de agresión…”[xi]
Cayetano Bolívar, revista Estampa, 30/12/1933.

En estos años, como consecuencia de su actividad política sufrirá denuncias de todo tipo por parte de “la autoridad”. En febrero de 1936 nuevamente formará parte de la candidatura malagueña a Cortes, siendo elegido nuevamente y doblando el número de votos obtenidos en 1933[xii].  La sublevación militar de julio le llevará a convertirse en Comisario Delegado de Guerra en el sector de Málaga, con la oposición de los socialistas.

La sublevación militar de julio le llevará a convertirse en Comisario Delegado de Guerra en el sector de Málaga, con la oposición de los socialistas

La evolución del conflicto armado llevó a una compleja situación en el frente malagueño, donde Cayetano desarrollaba su labor, con duros enfrentamientos internos en las organizaciones del Frente Popular, y en una situación de franca retirada de las escasas fuerzas gubernamentales, frente al rápido avance de las tropas sublevadas, junto a los italianos fascistas y el apoyo de la Alemania nazi. La también parlamentaria y dirigente comunista, Dolores Ibarruri, expresaba de esta manera contundente la situación de Málaga, visión que comparte la hitoriadora Encarnación Barranquero:

“ A últimos de enero de 1937 llegó a Valencia el camarada Bolívar, que actuaba de comisario en Málaga, a exponer ante Largo Caballero la situación angustiosa de los frentes, en los cuales faltaban las municiones, y a denunciar al mismo tiempo la actitud de los anarquistas que se negaban a ingresar en el Ejército Popular, que se obstinaban en mantener sus propias milicias.

Después de su visita al ministro de la Guerra, Bolívar, diputado comunista y miembro del Comité Central del Partido Comunista de España, llegó a la Casa del Partido a pedir a los camaradas de la dirección que le ayudasen a vencer la resistencia de Largo Caballero que se negaba a enviar armas a Málaga.

¡Ni un fusil ni una peseta más para Málaga! -respondió Largo Caballero a las demandas de Bolívar. Y de nada sirvió que Bolívar y nosotros insistiésemos sobre la gravedad de la situación en Málaga”

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 
Dolores Ibarruri, El único camino (1966)[xiii]

Pero el avance inexorable de los sublevados llevará a la ocupación de toda la costa malagueña, junto a las poblaciones granadinas de Almuñécar, Salobreña y Motril. Un avance que no sólo se realiza por la costa, sino que desde Órgiva los sublevados granadinos intentan tomar Vélez de Benaudalla

Bolívar intentará por todos los medios conseguir apoyo para Málaga, entrando en contacto con Dimitrov y Togliatti, representantes de la Internacional Comunista, en un intento de conseguir armamento y combustible[xiv]. Pero el avance inexorable de los sublevados llevará a la ocupación de toda la costa malagueña, junto a las poblaciones granadinas de Almuñecar, Salobreña y Motril. Un avance que no sólo se realiza por la costa, sino que desde Órgiva los sublevados granadinos intentan tomar Vélez de Benaudalla. Durante unos días el coronel republicano Villalba intentará establecer un frente de resistencia en Motril tras la caída de Almuñecar y Salobreña, pero la falta de apoyo aéreo y naval hace que la empresa sea imposible y toma la decisión de retirarse. En esos momentos clave, Cayetano Bolívar estará en Motril, junto con el también comunista y diputado en Cortes, Adriano Romero, que abandona su puesto de mando en Vélez de Benaudalla acudiendo a Motril en un intento de organizar la resistencia, pero el auxilio que se demanda de Almería no llega y hace imposible la misma. Las tropas fascistas italianas cruzan el Guadalfeo y acaban ocupando la capital motrileña el día 10 de febrero, con escasa resistencia de la Brigada Motril y de las fuerzas de carabineros que se quedan sin munición, llegando el día 12 las fuerzas del general Espinosa desde el norte, tras hacer tomado Vélez[xv]. Sólo la intervención de la XIII Brigada Internacional, conocida como la “Brigada Dombrowski” y la 6ª Brigada Mixta del Ejército Popular de la República, desplazadas de manera urgente a la zona ante el hundimiento del frente tras la caída de la capital malagueña, consiguen parar el avance de las tropas nacionalistas e italianas.

En la misma, Cayetano Bolívar explica la complicada situación y la deserción de una buena parte de las tropas que estaban destinadas a defender Motril, su declaración tendrá el apoyo del subsecretario de armamento, el diputado granadino Alejandro Otero (PSOE)

La caída de Málaga y el desastre humanitario de “La Desbandá”, con el telón de fondo de confrontación entre socialistas y comunistas en el gobierno, llevará a un intento de procesar a Cayetano Bolívar, creándose una comisión parlamentaria para el estudio de la situación. Los informes y contrainformes de la comisión que se crea para dirimir responsabilidades, suponen una confrontación de gran calado entre comunistas y socialistas defensores de Largo Caballero, cruzándose  acusaciones de todo tipo. Especialmente duras son las declaraciones de uno de los jefes militares en la zona, el diputado comunista Adriano Romero Cachinero, que acusa al Gobierno de haberles abandonado, insistiendo en la necesidad de la intervención aérea y de la Armada, que no llegó a producirse. En la comisión creada para acceder o no al suplicatorio que se hace para juzgar a Cayetano Bolívar, encontraremos a los diputados granadinos Ramón Lamoneda (PSOE) y Antonio Pretel (PCE). En la misma, Cayetano Bolívar explica la complicada situación y la deserción de una buena parte de las tropas que estaban destinadas a defender Motril, su declaración tendrá el apoyo del subsecretario de armamento, el diputado granadino Alejandro Otero (PSOE). Se poducirá el sobreseimiento, de la misma manera, que la denuncia realizada contra el general Asensio[xvi].

Su papel tras estos acontecimientos, le llevarían a pasar a un segundo plano, residiendo en Jaén la mayor parte de la contienda y acudiendo a los plenarios del Congreso de los Diputados que se desarrollaron en Valencia y Sabadell. Decidirá permanecer en España tras la caída de Cataluña, convencido en la necesidad de la política de “resistencia” que enarbola el Gobierno Negrín, con el apoyo expreso del PCE. El golpe de Casado propiciará su huída, siendo apresado en la ciudad granadina de Baza, desde donde se le traslada a la cárcel provincial, su compromiso con la justicia social y la democracia le llevaría al paredón en el cementerio de Granada el 4 de julio de 1939.

Fuente hemerográficas:

Bibliografía:

  • ALVAREZ REY, Leandro, Los diputados por Andalucía de la Segunda República (1931-1939), Sevilla, Centro de Estudios Andaluces, tomo 3, 2011
  • BARRANQUERO TEXEIRA, Encarnación “Cayetano Bolívar en las elecciones de 1933”, en AA.VV. I Congreso de Historia del PCE (1920-1977), Barcelona, Fundación de Investigaciones Marxistas, 2007, vol-II, pp.663-684
  • GIL BRACERO, Rafael y MARTÍNEZ LÓPEZ, Mario, Motril en guerra. De la República al franquismo(1931-1939), Motril, Ediciones y proyectos culturales mediterráneos, 1997
  • HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Fernando, Guerra o Revolución. EL Partido Comunista de España en la guerra civil, Madrid, Crítica, 2010
  • MORENO GÓMEZ, Francisco, La última utopía. Apuntes para la Historia del PCE andaluz 1920-1936, Córdoba,

Citas bibliográficas:

  • [i] BARRANQUERO TEXEIRA, Encarnación “Cayetano Bolívar en las elecciones de 1933”, en AA.VV. I Congreso de Historia del PCE (1920-1977), Barcelona, Fundación de Investigaciones Marxistas, 2007, vol-II, pp.663-684
  • [ii] BARRANQUERO TEXEIRA, Encarnación (2007), p.665
  • [iii] MORENO GÓMEZ, Francisco, La última utopía. Apuntes para la Historia del PCE andaluz 1920-1936, Córdoba, Comité Provincial del PCA en Córdoba, 1995, pp.158-159
  • [v] BARRANQUERO TEXEIRA, Encarnación (2007), p.665
  • [vi] El alcalde sería Luís Cicuéndez Muñoz, que posteriormente se convertiría en candidato a Cortes por Toledo. Fallecería en el Frente de Madrid en 1936
  • [vii] Para saber más consultar sobre los acontecimientos en la villa de don Fadrique (Toledo) FERNÁNDEZ GUTIERREZ, P. Revueltas campesinas en 1932: el caso de La Villa de Don Fadrique; en La Guerra Civil en Castilla-La Mancha 70 años después” en  ALÍA MIRANDA, Fco et alii, La guerra civil en Castilla La Mancha 70 años después. Actas del Congreso Internacional, Cuenca, Ediciones Universidad de Castilla La Mancha, 2008
  • [viii] TUÑÓN DE LARA, Manuel (dir), Historia de España. La crisis del Estado: Dictadura, República, Guerra (1923-1939), Barcelona, Edit.Labor, 1992, pp.138-137
  • [ix] BARRANQUERO TEXEIRA, Encarnación (2007), p.667
  • [x] BIBLIOTECA NACIONAL, Hemeroteca Digital, revista Estampa, 30/12/1933, p.5
  • [xi] BARRANQUERO TEXEIRA, Encarnación (2007), p.669
  • [xii] BARRANQUERO TEXEIRA, Encarnación (2007), p.670
  • [xiii] IBARRURI, Dolores, El único camino, París, Colección Ebro, 1966, p.374
  • [xiv] HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Fernando, Guerra o Revolución. EL Partido Comunista de España en la guerra civil, Madrid, Crítica, 2010, p. 103
  • [xv] GIL BRACERO, Rafael (1997), pp.12-40
  • [xvi] GIL BRACERO, Rafael y MARTÍNEZ LÓPEZ, Mario, Motril en guerra. De la República al franquismo(1931-1939), Motril, Ediciones y proyectos culturales mediterráneos, 1997, pp.28-40
Juan Francisco Arenas de Soria es profesor de Geografía e Historia y miembro de la Asociación Granadina Verdad Justicia y Reparación.

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Si no tuviste la oportunidad de leer o quieres volver a hacerlo, te ofrecemos la presentación de la serie que, cada viernes, Juan Francisco Arenas de Soria nos ofrecerá semanalmente sobre la historia del Partido Comunista que, en noviembre, cumplirá 'cien años al servicio de la clase trabajadora', con la intención de que los artículos 'nos aproximen a la realidad de un movimiento social clave para entender nuestro país, su lucha por la democracia y la libertad en contextos realmente complejos, y eso sí, siempre desde una perspectiva granadina":