Artículo de Opinión por Carlos Peña Aguilera

La línea ferroviaria Granada-Almería: el eslabón perdido

E+I+D+i - Carlos Peña Aguilera - Jueves, 22 de Marzo de 2018
Una firma cualificada como la de Carlos Peña Aguilera reflexiona sobre la necesaria línea ferroviaria Granada-Almería que apenas ha ocupado espacio entre las numerosas reivindicaciones sobre el tren pero que en en este artículo documenta su trascendental importancia para la provincia.
Estación de tren de Guadix.
Indegranada
Estación de tren de Guadix.

Desde que aquel 7 de Abril de 2015 se produjera el corte ferroviario para hacer llegar la alta velocidad en Diciembre de aquel mismo año, los granadinos andamos un poco idos, como fuera de sí, creo que desnortados. Lógico a todas luces por cuanto la pésima gestión y ejecución por parte de los responsables de Fomento, de Adif y de las constructoras de la propuesta low cost diseñada en 2013, para desbloquear los numerosos proyectos de alta velocidad que estaban a medio hacer y sin visos de acabarse por los recortes presupuestarios derivados de la crisis económica, debería haber producido una cascada de dimisiones y ceses por dejar a Granada haciendo transbordos más allá de lo anunciado.

Digo desnortados, porque no atinamos a dar con la clave de nuestro problema ferroviario, aunque algunos digan que la tienen: soterramiento, reconexión ferroviaria por Moreda y Variante Sur de Loja. Pero los ingredientes no dan con la fórmula de aquel exitoso refresco de cola, aunque el gas carbónico lo ponga el Ayuntamiento de Granada, la Junta de Andalucía y la Diputación a través de la Mesa del Ferrocarril, instituciones representadas por un partido, el Psoe, que ya en Mayo de 2012 propuso los autobuses a Antequera como solución al retraso de la llegada del ave a Granada.

Hace unos días que el Ministerio de Fomento sacaba a licitación la redacción del estudio informativo de la integración del ave en Granada, la famosa segunda fase que anunció la entonces ministra Ana Pastor en Septiembre de 2013. Que yo recuerde sólo Agraft pidió públicamente que se iniciara cuanto antes y desde Granada el debate de la segunda fase, para evitar esto, retrasos y que soluciones provisionales terminaran siendo definitivas.

¿Y qué tiene que ver todo esto con la línea Granada-Almería? Pues desde Octubre de 2011 el trazado ferroviario Algeciras-Antequera-Granada-Almería está aprobado por la Comisión Europea como parte del Corredor Ferroviario Mediterráneo, un eje de inversión prioritaria y al que se pueden optar a subvenciones que varían entre el 10% y el 50% en función de los compromisos de inversión o los plazos establecidos para su ejecución. Por entonces se hablaba de que en 2020 se tendrían finalizadas las actuaciones entre Almería y la frontera francesa. De todos es conocido, que el retraso es más que evidente. Pero lo más peliagudo del asunto es que las actuaciones en los 475 kilómetros del tramo Algeciras-Almería están sin planificar y sin definir, teniendo además que resolver las integraciones urbanas de Granada y Almería, así como la dotación de las correspondientes áreas logísticas y sus accesos. En esa planificación global se necesitan establecer los plazos de ejecución, el presupuesto y la financiación europea del proyecto. Ese es el trabajo que ya deberían haber emprendido los partidos políticos, las administraciones y las instituciones económicas y sociales, y que es el que les reclaman desde Bruselas.

¿Qué ha hecho Granada por la línea Granada-Almería? Absolutamente nada. Ha centrado el debate en otras cuestiones y ha despreciado la puerta que se le abrirá al Levante a partir de 2023, si las previsiones de finalización de obras no fallan

¿Qué ha hecho Granada por la línea Granada-Almería? Absolutamente nada. Ha centrado el debate en otras cuestiones y ha despreciado la puerta que se le abrirá al Levante a partir de 2023, si las previsiones de finalización de obras no fallan. Desde Almería, mucho más consciente de que Granada es la puerta de acceso más rápida a la alta velocidad, se ha conseguido que se instale en Granada un cambiador de ancho para que los trenes procedentes de Madrid o Sevilla puedan continuar hacia Almería sin transbordo y reducir significativamente los tiempos de viaje. Además ya está presentando serias objeciones al proyecto de adaptación de la línea anunciado por el Ministerio de Fomento por valor de 365 millones de euros, muy alejado del proyecto de alta velocidad presentado en 2009 y valorado en 2.200 millones de euros. Ni una cosa ni la otra. Ya que se plantea una mejora, qué menos que se proyecte la realización de una importante variante de trazado que evite las actuales pendientes de casi el 30 por mil en la bajada hacia Almería y se propongan actuaciones que permitan rebajar los tiempos de viaje a menos de 90 minutos entre las dos capitales orientales andaluzas. Es más que evidente el beneficio mutuo que produce este eslabón del Corredor Mediterráneo. ¿Qué eco han producido en Granada las noticias publicadas sobre este asunto en la sociedad granadina?¿ Ha dicho algo la Mesa del Ferrocarril con todos sus representantes institucionales, económicos y sociales?

Esa tendencia a mirar hacia el oeste (así está orientada geográficamente nuestra ciudad) que se percibe en esta Granada, olvida y desprecia las potencialidades que puede y debe jugar en su estratégica posición como puerta al levante y al centro peninsular ( a través del eje Mediterráneo y del eje central a través de Motril, Granada y Jaén). Es absolutamente descorazonador que trabaje con ese ímpetu y con las ideas tan claras la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) en estrecha colaboración con la asociación Ferrmed. Ellos solos están haciendo más por el ferrocarril a su paso por Granada que tanto movimiento político y social de confrontación, que busca el titular, el interés cortoplacista y el rédito electoral, en lugar de trabajar en pos de una planificación global y consensuada.