La Mesa del Ferrocarril de Granada, en la que están representados instituciones, partidos, colectivos ciudadanos, empresariado y sindicatos, sigue dando pasos para fortalecer su reivindicación. En una nueva reunión celebrada en el salón de plenos del Ayuntamiento, la Mesa siguió perfilando la acción de protesta que se desarrollará ante el Ministerio de Fomento, una acción que fue acordada en anteriores sesiones.

Descartado el viaje en un tren charter, tras ser denegada la autorización, los integrantes de la mesa deben organizar cómo y cuándo trasladarse a Madrid para expresar la indignación de la ciudadanía y los agentes políticos, económicos y sociales por el aislamiento ferroviario de Granada y la falta de información oficial sobre el parón de las obras del AVE. 

La prioridad de la mesa es desbloquear el aislamiento y por ello su principal reivindicación es recuperar de manera inmediata las conexiones vía Moreda. Y junto a esa reclamación, plazos concretos para el soterramiento en Granada -además de la variante de Loja-.

Al encuentro de este miércoles se sumó el Defensor del Ciudadano. En una sesión anterior, para cuestionar la representatividad de algunos de los colectivos presentes, desde PP y Ciudadanos se preguntaron por qué no estaban presentes tanto el Defensor como el Consejo Social.

La reunión celebrada este miércoles precede a dos citas importantes que se celebrarán esta misma semana. La primera de ellas el viernes, en Guadix. Allí se celebrará un encuentro entre los integrantes de las mesas del ferrocarril de Granada, Almería y Jaén. Propiciada por Granada, con esta reunión las tres provincias quieren hacer un frente común, fuerte, para reivindicar las conexiones ferroviarias de Andalucía oriental y la Alta Velocidad. 

La siguiente cita, clave, será el sábado. Ese día está convocada la manifestación en Granada para exigir el fin del aislamiento. Una movilización auspiciada por la plataforma ciudadana Granada en Marcha, en colaboración con la Marea Amarilla, y a la que ya han confirmado su asistencia el propio alcalde, Francisco Cuenca, y el empresariado granadino.